Los estudiantes de las zonas rurales y periféricas del municipio siguen esperando que entren en funcionamiento los buses.
La situación del transporte público de Valledupar no deja de ser noticia, y es que los estudiantes de las zonas rurales y periféricas del municipio siguen esperando que entren en funcionamiento los buses de acuerdo al contrato que fue adjudicado recientemente por la Alcaldía por un valor superior a los $8.000 millones.
Una de las recientes quejas la hizo Liliana Carillo Reyes, de la vereda Camperucho, jurisdicción de Caracolí, quien señaló que los niños deben desplazarse en motocicletas arriesgando sus vidas y que además este recorrido es cobrado hasta en $70.000 a la semana y la mayoría de los padres de familia son de escasos recursos.
“Nos tienen esperando todas las semanas. Los niños para poder ir a clases están arriesgando sus vidas en motos y tienen que hacer desplazamientos largos desde las 5:10 de la mañana para poder llegar a clases. Ellos se dirigen hasta el corregimiento Los Venados, son al menos 20 niños, hay algunos que no están yendo a clases porque no cuentan con los recursos para pagar un transporte particular”, dijo Carrillo Reyes.
Cabe señalar que lo último que indicó la administración municipal al respecto es que luego de la firma y legalización del contrato del transporte escolar, la ejecución pasó a ser supervisada por la Secretaría de Educación, la cual refirió que estaban a la espera de las pólizas. Mientras tanto, los estudiantes de colegios públicos continúan padeciendo por el servicio.
Los estudiantes de las zonas rurales y periféricas del municipio siguen esperando que entren en funcionamiento los buses.
La situación del transporte público de Valledupar no deja de ser noticia, y es que los estudiantes de las zonas rurales y periféricas del municipio siguen esperando que entren en funcionamiento los buses de acuerdo al contrato que fue adjudicado recientemente por la Alcaldía por un valor superior a los $8.000 millones.
Una de las recientes quejas la hizo Liliana Carillo Reyes, de la vereda Camperucho, jurisdicción de Caracolí, quien señaló que los niños deben desplazarse en motocicletas arriesgando sus vidas y que además este recorrido es cobrado hasta en $70.000 a la semana y la mayoría de los padres de familia son de escasos recursos.
“Nos tienen esperando todas las semanas. Los niños para poder ir a clases están arriesgando sus vidas en motos y tienen que hacer desplazamientos largos desde las 5:10 de la mañana para poder llegar a clases. Ellos se dirigen hasta el corregimiento Los Venados, son al menos 20 niños, hay algunos que no están yendo a clases porque no cuentan con los recursos para pagar un transporte particular”, dijo Carrillo Reyes.
Cabe señalar que lo último que indicó la administración municipal al respecto es que luego de la firma y legalización del contrato del transporte escolar, la ejecución pasó a ser supervisada por la Secretaría de Educación, la cual refirió que estaban a la espera de las pólizas. Mientras tanto, los estudiantes de colegios públicos continúan padeciendo por el servicio.