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Columnista - 29 septiembre, 2011

Colombia y los temores de la economía mundial

Por:  Gustavo Cotes Medina Es muy importante destacar la buena marcha de la economía colombiana en el trimestre abril- junio de 2011, demostrando que los fuertes vientos de recesión que soplan, especialmente en Europa y los Estados Unidos, todavía no se sienten por estos lugares. El Producto Interno Bruto del país presentó un incremento del […]

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Por:  Gustavo Cotes Medina

Es muy importante destacar la buena marcha de la economía colombiana en el trimestre abril- junio de 2011, demostrando que los fuertes vientos de recesión que soplan, especialmente en Europa y los Estados Unidos, todavía no se sienten por estos lugares. El Producto Interno Bruto del país presentó un incremento del 5,2% en el segundo trimestre del año, dejando el claro mensaje que debemos estar en alerta permanente para que la actual situación económica internacional no afecte la velocidad alcanzada por Colombia.
La explotación de minas y canteras con el 10,3% es la rama de mayor crecimiento de la economía, pero solo contribuye con ocho de cada cien nuevos empleos. Sin embargo, el mayor consumo de los hogares colombianos permitió que el comercio, reparación, restaurantes y hoteles, con el 7,2%, fuera la rama con el segundo mayor aporte al aumento del PIB.
El trasporte, con el 7,1%, registró el tercer lugar con un comportamiento positivo impulsado por el tráfico aéreo y los servicios complementarios del sector. Además, la rama de los establecimientos financieros, seguros y actividades inmobiliarias, creció al 6,1% ocupando un cuarto lugar, seguido de los sectores que se ubicaron por debajo de la tasa promedio de crecimiento como los servicios sociales, la agricultura y ganadería. Finalmente, están la industria manufacturera, el suministro de servicios domiciliarios y la construcción que presentó una contracción del 1,9%.
Hoy, el crecimiento de la economía colombiana es superior al promedio de América Latina. En comparación con otros países de la región, encontramos que está por debajo de Argentina, Paraguay, Chile y Perú, pero por encima de Uruguay, México, Brasil y Venezuela. El crecimiento de Argentina, en 9,1%, es muy similar al de China con 9,5%, pero con estructuras de mercados muy diferentes.
En este momento, las locomotoras de minería y vivienda- especialmente en los estratos medios- son las que presentan mejor ritmo y una atractiva dinámica que contribuyen con la sostenibilidad de la economía, pero las nubes negras de la corrupción y el crudo invierno, están frenando la infraestructura y la generación de empleo. Sin embargo, es posible que este panorama cambie cuando el Gobierno presente esta semana el nuevo portafolio de proyectos de  infraestructura vial.
El agro está marchando a baja velocidad, pero cuenta con la expectativa que las medidas tributarias anunciadas por el Gobierno puedan impulsar este sector. A pesar que la innovación y tecnología están tomando impulso, es temprano para medir su avance. Los desequilibrios ya anotados entre sectores económicos están indicando que no hay espacios para la complacencia. Las celebraciones deben ser cortas y discretas porque las dificultades del entorno mundial están tocando las puertas de los países emergentes, entre los cuales se encuentra Colombia.
Lo anterior queda confirmado con las declaraciones de Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial: “Una crisis nacida en los países desarrollados puede convertirse en una crisis para las naciones en desarrollo”. ¡No se puede mirar la tormenta desde la distancia porque somos vulnerables a choques externos! El mensaje salido de las reuniones en Washington es claro y concreto: ¡Hay que actuar en conjunto y ahora!
Es importante tener presente lo anotado por la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, “aunque los problemas son, en su mayoría, económicos, las soluciones son sobretodo políticas”. Todo parece indicar que la polarización sigue pesando más que el liderazgo y muchos gobiernos pretendieron vivir por encima de la realidad- Grecia- y tomaron prestada una riqueza que nunca fue creada y que nunca existió.
El presidente Santos es claro y sensato cuando anota: “Es necesario acordar una serie de estrategias que le permita a nuestro país defenderse de la turbulencia económica internacional”. ¡No estamos blindados! Los países responsables- con voluntad y sentido común- deben involucrarse y aplicar entre todos las medidas que sean necesarias en la búsqueda de soluciones enérgicas y contundentes.
[email protected]
@CoCotes

Columnista
29 septiembre, 2011

Colombia y los temores de la economía mundial

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Por:  Gustavo Cotes Medina Es muy importante destacar la buena marcha de la economía colombiana en el trimestre abril- junio de 2011, demostrando que los fuertes vientos de recesión que soplan, especialmente en Europa y los Estados Unidos, todavía no se sienten por estos lugares. El Producto Interno Bruto del país presentó un incremento del […]


Por:  Gustavo Cotes Medina

Es muy importante destacar la buena marcha de la economía colombiana en el trimestre abril- junio de 2011, demostrando que los fuertes vientos de recesión que soplan, especialmente en Europa y los Estados Unidos, todavía no se sienten por estos lugares. El Producto Interno Bruto del país presentó un incremento del 5,2% en el segundo trimestre del año, dejando el claro mensaje que debemos estar en alerta permanente para que la actual situación económica internacional no afecte la velocidad alcanzada por Colombia.
La explotación de minas y canteras con el 10,3% es la rama de mayor crecimiento de la economía, pero solo contribuye con ocho de cada cien nuevos empleos. Sin embargo, el mayor consumo de los hogares colombianos permitió que el comercio, reparación, restaurantes y hoteles, con el 7,2%, fuera la rama con el segundo mayor aporte al aumento del PIB.
El trasporte, con el 7,1%, registró el tercer lugar con un comportamiento positivo impulsado por el tráfico aéreo y los servicios complementarios del sector. Además, la rama de los establecimientos financieros, seguros y actividades inmobiliarias, creció al 6,1% ocupando un cuarto lugar, seguido de los sectores que se ubicaron por debajo de la tasa promedio de crecimiento como los servicios sociales, la agricultura y ganadería. Finalmente, están la industria manufacturera, el suministro de servicios domiciliarios y la construcción que presentó una contracción del 1,9%.
Hoy, el crecimiento de la economía colombiana es superior al promedio de América Latina. En comparación con otros países de la región, encontramos que está por debajo de Argentina, Paraguay, Chile y Perú, pero por encima de Uruguay, México, Brasil y Venezuela. El crecimiento de Argentina, en 9,1%, es muy similar al de China con 9,5%, pero con estructuras de mercados muy diferentes.
En este momento, las locomotoras de minería y vivienda- especialmente en los estratos medios- son las que presentan mejor ritmo y una atractiva dinámica que contribuyen con la sostenibilidad de la economía, pero las nubes negras de la corrupción y el crudo invierno, están frenando la infraestructura y la generación de empleo. Sin embargo, es posible que este panorama cambie cuando el Gobierno presente esta semana el nuevo portafolio de proyectos de  infraestructura vial.
El agro está marchando a baja velocidad, pero cuenta con la expectativa que las medidas tributarias anunciadas por el Gobierno puedan impulsar este sector. A pesar que la innovación y tecnología están tomando impulso, es temprano para medir su avance. Los desequilibrios ya anotados entre sectores económicos están indicando que no hay espacios para la complacencia. Las celebraciones deben ser cortas y discretas porque las dificultades del entorno mundial están tocando las puertas de los países emergentes, entre los cuales se encuentra Colombia.
Lo anterior queda confirmado con las declaraciones de Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial: “Una crisis nacida en los países desarrollados puede convertirse en una crisis para las naciones en desarrollo”. ¡No se puede mirar la tormenta desde la distancia porque somos vulnerables a choques externos! El mensaje salido de las reuniones en Washington es claro y concreto: ¡Hay que actuar en conjunto y ahora!
Es importante tener presente lo anotado por la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, “aunque los problemas son, en su mayoría, económicos, las soluciones son sobretodo políticas”. Todo parece indicar que la polarización sigue pesando más que el liderazgo y muchos gobiernos pretendieron vivir por encima de la realidad- Grecia- y tomaron prestada una riqueza que nunca fue creada y que nunca existió.
El presidente Santos es claro y sensato cuando anota: “Es necesario acordar una serie de estrategias que le permita a nuestro país defenderse de la turbulencia económica internacional”. ¡No estamos blindados! Los países responsables- con voluntad y sentido común- deben involucrarse y aplicar entre todos las medidas que sean necesarias en la búsqueda de soluciones enérgicas y contundentes.
[email protected]
@CoCotes