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Política - 24 junio, 2016

A Colombia le llegó el momento de vivir en paz

En 180 días los hombres de las Farc dejarán las armas y se concentrarán en ese mismo tiempo en 23 zonas veredales. Aquí el resumen del trascendental acuerdo del fin de conflicto.

Sobre el medio día de ayer y después de una larga espera los colombianos escucharon del presidente de la República, Juan Manuel Santos, el tan esperado anuncio: a Colombia le llegó el momento de vivir sin guerra.

En presencia de los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Nicolás Maduro, y Chile, Michelle Bachelet; así como del canciller noruego, Borge Brende, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que a Colombia le llegó la hora de vivir sin guerra y ser un país normal y en paz.

El mandatario de los colombianos estrechó la mano del líder de la guerrilla Timoleón Jiménez y declaró que “¡Nos llegó la hora de vivir sin guerra! ¡Nos llegó la hora de ser un país normal! ¡Un país en paz!”.

El acto tuvo lugar en El Laguito, en La Habana, Cuba, en donde desde el 2012 se realizan los diálogos de paz.
“Compatriotas: Hoy es un día histórico para nuestro país. Después de más de cincuenta años de enfrentamientos, muertes, atentados y dolor, hemos puesto un punto final al conflicto armado con las Farc”, dijo Santos y agregó que espera que este acuerdo “nos llene de fe y esperanza”.

El mandatario recordó que desde los años 80, en el mandato de Belisario Betancur, los gobiernos impulsaron iniciativas para cumplir el anhelo de paz de los colombianos.

Según dijo en su discurso han sido más de 30 años intentando ponerle punto final al conflicto armado con ese grupo guerrillero, “y hoy hemos dado el paso más definitivo en esa dirección”.

Expresó que no solo se acordó el fin de las confrontaciones (con un cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo), sino que también se definió un cronograma preciso para que las Farc dejen las armas para siempre. “Esto significa –ni más ni menos– el fin de las Farc como grupo armado”.

Habló del miedo y la incertidumbre con los que han tenido que vivir los colombianos de todos los rincones del país y de todos los sectores.

Dijo que Colombia se acostumbró a vivir en conflicto, “y ya no tenemos recuerdos –ni siquiera referencias– de lo que es vivir en paz”.

Durante su discurso el mandatario de los colombianos aseguró que nos acostumbramos al horror de la guerra, la cual se volvió parte de la vida cotidiana y aseguró que con lo que se firmó ayer se da una vuelta a esa trágica y larga página de la historia del país.

Santos, quien en los últimos días había hecho comentarios polémicos entorno a la no firma del plebiscito por la paz, afirmó que se abre un nuevo capítulo que devuelve la esperanza, permite empezar a cicatrizar las heridas, y que le da a nuestros hijos la posibilidad de no repetir la historia que tanto daño le ha causado al país.

También se refirió a que en los últimos meses el cese al fuego unilateral había permitido imaginar cómo sería ese país en paz.

El acuerdo de ayer garantiza que esa paz temporal será definitiva y sólida y debe dar tranquilidad a todos los colombianos.

“El fin de las hostilidades queda asegurado, y el camino para que los miembros de las Farc dejen las armas queda claramente definido”, aseguró.

Se refirió al primer acuerdo que tiene que ver con el fin del conflicto con las Farc, que contempla que “no habrá más colombianos víctimas de esta guerra entre hijos de una misma nación” y reconoció que aún subsisten otros fenómenos de violencia y delincuencia, como el Eln y las bandas criminales asociadas al narcotráfico.

El segundo punto que mencionó el mandatario es que habrá justicia para las víctimas de todos estos años de violencia. “No habrá impunidad. Los máximos responsables de crímenes atroces serán juzgados y sancionados”, dijo el presidente de los colombianos.

El tercer punto contempla que los campos de Colombia tendrán un futuro con más oportunidades, donde el desarrollo, los servicios del Estado y la tranquilidad sean la regla y no la excepción. Habrá una democracia fortalecida, donde todos opinen, puedan disentir y construir.

El quinto punto es la paz  estable y duradera, que le de la tranquilidad a todos de que los días de la guerra con las Farc no volverán. “Esta es la realidad de lo que se está acordando aquí en La Habana. Ese es el futuro que está a nuestro alcance: el de un país donde podamos crecer, progresar y envejecer en paz todos los colombianos”, afirmó.

 

Política
24 junio, 2016

A Colombia le llegó el momento de vivir en paz

En 180 días los hombres de las Farc dejarán las armas y se concentrarán en ese mismo tiempo en 23 zonas veredales. Aquí el resumen del trascendental acuerdo del fin de conflicto.


Sobre el medio día de ayer y después de una larga espera los colombianos escucharon del presidente de la República, Juan Manuel Santos, el tan esperado anuncio: a Colombia le llegó el momento de vivir sin guerra.

En presencia de los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Nicolás Maduro, y Chile, Michelle Bachelet; así como del canciller noruego, Borge Brende, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, el presidente Juan Manuel Santos afirmó que a Colombia le llegó la hora de vivir sin guerra y ser un país normal y en paz.

El mandatario de los colombianos estrechó la mano del líder de la guerrilla Timoleón Jiménez y declaró que “¡Nos llegó la hora de vivir sin guerra! ¡Nos llegó la hora de ser un país normal! ¡Un país en paz!”.

El acto tuvo lugar en El Laguito, en La Habana, Cuba, en donde desde el 2012 se realizan los diálogos de paz.
“Compatriotas: Hoy es un día histórico para nuestro país. Después de más de cincuenta años de enfrentamientos, muertes, atentados y dolor, hemos puesto un punto final al conflicto armado con las Farc”, dijo Santos y agregó que espera que este acuerdo “nos llene de fe y esperanza”.

El mandatario recordó que desde los años 80, en el mandato de Belisario Betancur, los gobiernos impulsaron iniciativas para cumplir el anhelo de paz de los colombianos.

Según dijo en su discurso han sido más de 30 años intentando ponerle punto final al conflicto armado con ese grupo guerrillero, “y hoy hemos dado el paso más definitivo en esa dirección”.

Expresó que no solo se acordó el fin de las confrontaciones (con un cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo), sino que también se definió un cronograma preciso para que las Farc dejen las armas para siempre. “Esto significa –ni más ni menos– el fin de las Farc como grupo armado”.

Habló del miedo y la incertidumbre con los que han tenido que vivir los colombianos de todos los rincones del país y de todos los sectores.

Dijo que Colombia se acostumbró a vivir en conflicto, “y ya no tenemos recuerdos –ni siquiera referencias– de lo que es vivir en paz”.

Durante su discurso el mandatario de los colombianos aseguró que nos acostumbramos al horror de la guerra, la cual se volvió parte de la vida cotidiana y aseguró que con lo que se firmó ayer se da una vuelta a esa trágica y larga página de la historia del país.

Santos, quien en los últimos días había hecho comentarios polémicos entorno a la no firma del plebiscito por la paz, afirmó que se abre un nuevo capítulo que devuelve la esperanza, permite empezar a cicatrizar las heridas, y que le da a nuestros hijos la posibilidad de no repetir la historia que tanto daño le ha causado al país.

También se refirió a que en los últimos meses el cese al fuego unilateral había permitido imaginar cómo sería ese país en paz.

El acuerdo de ayer garantiza que esa paz temporal será definitiva y sólida y debe dar tranquilidad a todos los colombianos.

“El fin de las hostilidades queda asegurado, y el camino para que los miembros de las Farc dejen las armas queda claramente definido”, aseguró.

Se refirió al primer acuerdo que tiene que ver con el fin del conflicto con las Farc, que contempla que “no habrá más colombianos víctimas de esta guerra entre hijos de una misma nación” y reconoció que aún subsisten otros fenómenos de violencia y delincuencia, como el Eln y las bandas criminales asociadas al narcotráfico.

El segundo punto que mencionó el mandatario es que habrá justicia para las víctimas de todos estos años de violencia. “No habrá impunidad. Los máximos responsables de crímenes atroces serán juzgados y sancionados”, dijo el presidente de los colombianos.

El tercer punto contempla que los campos de Colombia tendrán un futuro con más oportunidades, donde el desarrollo, los servicios del Estado y la tranquilidad sean la regla y no la excepción. Habrá una democracia fortalecida, donde todos opinen, puedan disentir y construir.

El quinto punto es la paz  estable y duradera, que le de la tranquilidad a todos de que los días de la guerra con las Farc no volverán. “Esta es la realidad de lo que se está acordando aquí en La Habana. Ese es el futuro que está a nuestro alcance: el de un país donde podamos crecer, progresar y envejecer en paz todos los colombianos”, afirmó.