QUITO (AP) — Las fuerzas armadas colombianas han incrementado su presencia en la frontera con Ecuador y están dispuestas a incrementar su cantidad de bases militares, afirmó el jueves el comandante de las fuerzas militares de Colombia, general Freddy Padilla de León.
El canal Ecuavisa de Ecuador entrevistó a Padilla en su oficina en Bogotá, donde reveló que “estamos avanzando en esa dirección (de crear las bases militares en la frontera), colocando de manera estratégica nuestros recursos no podemos hacer puestos pequeños, se necesitan unos puntos lo suficientemente fuertes para que puedan resistir un ataque”
“A mi me complace muchísimo, me alegra en lo profundo de mi corazón que una autoridad ecuatoriana le esté pidiendo al gobierno (colombiano), que a través de sus fuerzas armadas, incremente el número de bases en la frontera … esa es una demostración de confianza muy grande”, manifestó.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, reiteró recientemente el pedido a Colombia de que mejore su control en la frontera de unos 640 kilómetros desde el océano Pacífico, pasando por los Andes hasta la Amazonia.
Padilla aseguró que las fuerzas militares han incrementando las unidades sobre los ríos de frontera y mejorado su capacidad de control del espacio aéreo para detectar aviones ilegales.
Consultado sobre el proceso judicial ecuatoriano en que fue vinculado, el militar colombiano respondió que “el gobierno colombiano, considera que lo ocurrido, fue un acto de estado y por lo tanto es el gobierno el que atiende todos los requerimientos”. La justicia ecuatoriana involucró a Padilla en un proceso por su presunta participación en el ataque a un campamento guerrillero en territorio ecuatoriano en marzo de 2008.
“No fue Freddy Padilla de León, fue el estado de Colombia”, añadió.
El presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, que era ministro de Defensa cuando se produjo el ataque el 2008, también está demandado por la misma causa. Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Colombia debido al ataque militar no autorizado contra el campamento guerrillero que dejó 25 muertos, incluido el jefe rebelde Raúl Reyes.
Actualmente los dos países mantienen sus relaciones con encargados de negocios.