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Columnista - 29 enero, 2024

Colombia arde, Valledupar también…

Es triste ver como arde Colombia, como se queman sus montañas, como se consumen en llamas varias hectáreas del páramo de Berlín y algunos puntos del páramo de Santurbán en Santander.

Eduardo Santos Ortega Vergara

Es triste ver como arde Colombia, como se queman sus montañas, como se consumen en llamas varias hectáreas del páramo de Berlín y algunos puntos del páramo de Santurbán en Santander.

Estos ecosistemas, considerados vitales para el ciclo de agua, que están ubicados en montañas altas, donde parte de su tradicional vegetación de frailejones fue consumida por las llamas y están reducidas a cenizas, es lamentable y muy preocupante.

Declarar el desastre natural con la firma de un decreto es lo de menos, mientras el presidente de la República firma, nos debatimos entre la incertidumbre y la certeza para determinar si existen manos criminales que provocan estos incendios, eso es muy preocupante y demasiado vergonzoso.

No es posible creer que de verdad existan seres humanos con estas características, se devasta la flora, la fauna; se atenta contra la vida de los seres humanos y, desde luego, de los animales que ven su hábitat natural reducido a cenizas.

En pocas horas y ante la mirada atónita de los organismos de socorro y de todos, se ve como lo verde y fresco de las serranías y nevados se transforma en carbón, sequía y sed.  

Los medios nacionales y locales indican que los principales focos arden en las poblaciones de Cumaribo, departamento de Vichada; Bogotá; Guarne, Antioquia; Tona, Santander; Valledupar; Cucutilla, Norte de Santander; Duitama y Aquitania, Boyacá.

El Ideam pronostica que Colombia enfrentará en los próximos meses fuertes incendios forestales por el calor extremo y sequías derivadas de El Niño, que se prolongarán hasta junio; agravados, además, por el calentamiento global.

Mientras el país arde, literalmente hablando, en Valledupar la emergencia por incendios forestales sofoca el ambiente, otros son los focos que derivan en la preocupación del caos social que estamos viendo.

Ráfagas de disparos de grueso calibre calentaron la tranquilidad de la ciudad, en una avenida transitada de manera especial se presenció una verdadera película al mejor estilo Netflix.

Nuevamente la violencia se apodera de esta ciudad, ¿qué pasa? ¿En dónde está lo atractivo de las mafias del narcotráfico que han tomado a Valledupar como su sede de acción?

La respuesta inmediata es la ‘Tramacúa’, la cárcel del autogol de Valledupar; y esa puede ser una causa, ¿pero es acaso la verdadera razón? 

Yo no tengo la respuesta, que nos lo digan las autoridades y los expertos en este tema. Pero, además, que tomen medidas y actúen.

Un mes es poco tiempo para que el Alcalde Ernesto Orozco Durán responda en un cien por ciento por la violencia que azota esta bella ciudad, pero se espera mucho de él en este tema.

Otro fenómeno que incendia a Valledupar es el basurero a cielo abierto en el que la estamos convirtiendo ¿y la cultura ciudadana? Bien gracias. Pronta respuesta en este sentido señor alcalde. Sólo Eso.

Columnista
29 enero, 2024

Colombia arde, Valledupar también…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Es triste ver como arde Colombia, como se queman sus montañas, como se consumen en llamas varias hectáreas del páramo de Berlín y algunos puntos del páramo de Santurbán en Santander.


Eduardo Santos Ortega Vergara

Es triste ver como arde Colombia, como se queman sus montañas, como se consumen en llamas varias hectáreas del páramo de Berlín y algunos puntos del páramo de Santurbán en Santander.

Estos ecosistemas, considerados vitales para el ciclo de agua, que están ubicados en montañas altas, donde parte de su tradicional vegetación de frailejones fue consumida por las llamas y están reducidas a cenizas, es lamentable y muy preocupante.

Declarar el desastre natural con la firma de un decreto es lo de menos, mientras el presidente de la República firma, nos debatimos entre la incertidumbre y la certeza para determinar si existen manos criminales que provocan estos incendios, eso es muy preocupante y demasiado vergonzoso.

No es posible creer que de verdad existan seres humanos con estas características, se devasta la flora, la fauna; se atenta contra la vida de los seres humanos y, desde luego, de los animales que ven su hábitat natural reducido a cenizas.

En pocas horas y ante la mirada atónita de los organismos de socorro y de todos, se ve como lo verde y fresco de las serranías y nevados se transforma en carbón, sequía y sed.  

Los medios nacionales y locales indican que los principales focos arden en las poblaciones de Cumaribo, departamento de Vichada; Bogotá; Guarne, Antioquia; Tona, Santander; Valledupar; Cucutilla, Norte de Santander; Duitama y Aquitania, Boyacá.

El Ideam pronostica que Colombia enfrentará en los próximos meses fuertes incendios forestales por el calor extremo y sequías derivadas de El Niño, que se prolongarán hasta junio; agravados, además, por el calentamiento global.

Mientras el país arde, literalmente hablando, en Valledupar la emergencia por incendios forestales sofoca el ambiente, otros son los focos que derivan en la preocupación del caos social que estamos viendo.

Ráfagas de disparos de grueso calibre calentaron la tranquilidad de la ciudad, en una avenida transitada de manera especial se presenció una verdadera película al mejor estilo Netflix.

Nuevamente la violencia se apodera de esta ciudad, ¿qué pasa? ¿En dónde está lo atractivo de las mafias del narcotráfico que han tomado a Valledupar como su sede de acción?

La respuesta inmediata es la ‘Tramacúa’, la cárcel del autogol de Valledupar; y esa puede ser una causa, ¿pero es acaso la verdadera razón? 

Yo no tengo la respuesta, que nos lo digan las autoridades y los expertos en este tema. Pero, además, que tomen medidas y actúen.

Un mes es poco tiempo para que el Alcalde Ernesto Orozco Durán responda en un cien por ciento por la violencia que azota esta bella ciudad, pero se espera mucho de él en este tema.

Otro fenómeno que incendia a Valledupar es el basurero a cielo abierto en el que la estamos convirtiendo ¿y la cultura ciudadana? Bien gracias. Pronta respuesta en este sentido señor alcalde. Sólo Eso.