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Columnista - 21 febrero, 2024

Colegios y escuelas de Valledupar funcionan a medias 

Es prematuro diagnosticar el rumbo que están tomando los alcaldes y la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, porque en sus 45 días aún no han hecho nada ni se conocen directrices claras, porque aún están ejecutando las iniciativas de la anterior administración, salvo la gobernadora que es la continuidad del anterior.  Pese a lo […]

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Es prematuro diagnosticar el rumbo que están tomando los alcaldes y la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, porque en sus 45 días aún no han hecho nada ni se conocen directrices claras, porque aún están ejecutando las iniciativas de la anterior administración, salvo la gobernadora que es la continuidad del anterior. 

Pese a lo temprano, siguen las lamentaciones en las comunidades que esperaban que los nuevos gobiernos solucionaran las problemáticas sociales vigentes. “Están estancados, parece que tuvieran miedo. Están más pendientes de la burocracia que del pueblo”, comentó un dirigente gremial. 

Podríamos decir que los procesos y políticas trazadas por los alcaldes de los 25 municipios y la gobernadora del Cesar, están en “paños tibios” en sus agendas de los planes de desarrollo (2020 – 2023), esas iniciativas muy pocas se han cumplido y ya vamos por el 2024.   

Pero dejemos quieto a algunos alcaldes –para otro análisis-. Empecemos a dar detalles de algunas inconsistencias y abandono al que la administración somete a sus electores y a las comunidades, a pesar de haber pregonado en sus campañas políticas que iban a solucionar todas esas deficiencias. Era la propuesta del cambio. 

Pero si ellos no tienen memoria mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan sí la tienen, porque ayer sacaban cuenta de cómo iban esos gobernantes.

Hablaron del alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, con una muy baja calificación casi que, empatado con los alcaldes de Codazzi, Hernán Baquero Rodríguez; Becerril, Fabián Martínez García; La Paz, Wilson Rincón Álvarez; San Diego, Unaldo José Rocha y La Jagua de Ibirico, Leonardo Hernández Cataño, quienes aún no arrancan, están frenados y sin horizontes a la vista. “En burocracia y contratación sí están al día”, dicen los opositores.    

Mis consejeros Tíochiro y Tíonan auscultaron a la mayoría de los municipios del Cesar y encontraron muchas fallas administrativas como en Valledupar, por ejemplo, en el tema de la educación.

Queda uno impactado y seriamente averiado, por no decir muy triste, cuando uno compara datos con otros municipios del país y nosotros ni nos asomamos en esas cifras de mejorías y equilibrios educativos.

Qué horror, en ninguno de los planteles educativos han contratado a las aseadoras. Llevamos casi un mes de clases y no hay aseadoras en las instituciones que se pudren de la basura y el desaseo ante la apatía de los rectores y coordinadores, que no pueden decir nada por temor a que los trasladen. Es decir, todo ocurre en las 32 instituciones educativas del municipio, 28 en el área urbana y 4 en el área rural, estas últimas ni aparecen.  

Tampoco han contratado los equipos de apoyo a la inclusión educativa que consiste en brindarle a los estudiantes con discapacidad una educación pertinente (lo que se traduce en darle a cada quien lo que necesita).  Faltan maestras de apoyo, tiflólogas, modelos lingüísticos, intérpretes y docentes bilingües.  

Por toda esta anómala situación se afectan niños y estudiantes sordos, invidentes, Down, autistas, etc., que puede ser una población de 1.200 estudiantes en Valledupar y en el Cesar de 2.500.  

Tampoco han contratado el servicio de transporte escolar para los estudiantes con discapacidad auditiva que viven lejos de su institución tal como lo reglamenta el Decreto 1421 de 2017. Además, tienen sometidos a los docentes y estudiantes al incremente calor y sofocación en sus aulas, porque las aulas están hasta sin abanicos, en una desigualdad sin igual en la vida democrática del país. 

Señor alcalde, su propuesta para los habitantes era a partir del primero de enero, no en marzo ni abril, porque los recursos económicos se cuentan desde el primero de enero. Hasta la próxima semana. [email protected] @tiochiro 

Por Aquilino Cotes Zuleta

Columnista
21 febrero, 2024

Colegios y escuelas de Valledupar funcionan a medias 

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Es prematuro diagnosticar el rumbo que están tomando los alcaldes y la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, porque en sus 45 días aún no han hecho nada ni se conocen directrices claras, porque aún están ejecutando las iniciativas de la anterior administración, salvo la gobernadora que es la continuidad del anterior.  Pese a lo […]


Es prematuro diagnosticar el rumbo que están tomando los alcaldes y la gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, porque en sus 45 días aún no han hecho nada ni se conocen directrices claras, porque aún están ejecutando las iniciativas de la anterior administración, salvo la gobernadora que es la continuidad del anterior. 

Pese a lo temprano, siguen las lamentaciones en las comunidades que esperaban que los nuevos gobiernos solucionaran las problemáticas sociales vigentes. “Están estancados, parece que tuvieran miedo. Están más pendientes de la burocracia que del pueblo”, comentó un dirigente gremial. 

Podríamos decir que los procesos y políticas trazadas por los alcaldes de los 25 municipios y la gobernadora del Cesar, están en “paños tibios” en sus agendas de los planes de desarrollo (2020 – 2023), esas iniciativas muy pocas se han cumplido y ya vamos por el 2024.   

Pero dejemos quieto a algunos alcaldes –para otro análisis-. Empecemos a dar detalles de algunas inconsistencias y abandono al que la administración somete a sus electores y a las comunidades, a pesar de haber pregonado en sus campañas políticas que iban a solucionar todas esas deficiencias. Era la propuesta del cambio. 

Pero si ellos no tienen memoria mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan sí la tienen, porque ayer sacaban cuenta de cómo iban esos gobernantes.

Hablaron del alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, con una muy baja calificación casi que, empatado con los alcaldes de Codazzi, Hernán Baquero Rodríguez; Becerril, Fabián Martínez García; La Paz, Wilson Rincón Álvarez; San Diego, Unaldo José Rocha y La Jagua de Ibirico, Leonardo Hernández Cataño, quienes aún no arrancan, están frenados y sin horizontes a la vista. “En burocracia y contratación sí están al día”, dicen los opositores.    

Mis consejeros Tíochiro y Tíonan auscultaron a la mayoría de los municipios del Cesar y encontraron muchas fallas administrativas como en Valledupar, por ejemplo, en el tema de la educación.

Queda uno impactado y seriamente averiado, por no decir muy triste, cuando uno compara datos con otros municipios del país y nosotros ni nos asomamos en esas cifras de mejorías y equilibrios educativos.

Qué horror, en ninguno de los planteles educativos han contratado a las aseadoras. Llevamos casi un mes de clases y no hay aseadoras en las instituciones que se pudren de la basura y el desaseo ante la apatía de los rectores y coordinadores, que no pueden decir nada por temor a que los trasladen. Es decir, todo ocurre en las 32 instituciones educativas del municipio, 28 en el área urbana y 4 en el área rural, estas últimas ni aparecen.  

Tampoco han contratado los equipos de apoyo a la inclusión educativa que consiste en brindarle a los estudiantes con discapacidad una educación pertinente (lo que se traduce en darle a cada quien lo que necesita).  Faltan maestras de apoyo, tiflólogas, modelos lingüísticos, intérpretes y docentes bilingües.  

Por toda esta anómala situación se afectan niños y estudiantes sordos, invidentes, Down, autistas, etc., que puede ser una población de 1.200 estudiantes en Valledupar y en el Cesar de 2.500.  

Tampoco han contratado el servicio de transporte escolar para los estudiantes con discapacidad auditiva que viven lejos de su institución tal como lo reglamenta el Decreto 1421 de 2017. Además, tienen sometidos a los docentes y estudiantes al incremente calor y sofocación en sus aulas, porque las aulas están hasta sin abanicos, en una desigualdad sin igual en la vida democrática del país. 

Señor alcalde, su propuesta para los habitantes era a partir del primero de enero, no en marzo ni abril, porque los recursos económicos se cuentan desde el primero de enero. Hasta la próxima semana. [email protected] @tiochiro 

Por Aquilino Cotes Zuleta