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Columnista - 8 noviembre, 2023

Colegio de honor

En estos días, el Colegio Santa Fe, de la ciudad de Valledupar, con actos solemnes está celebrando su 70° aniversario de fundado.

En estos días, el Colegio Santa Fe, de la ciudad de Valledupar, con actos solemnes está celebrando su 70° aniversario de fundado. Héctor Alfonso Carrillo Castro, docente oriundo de Bogotá, fue su precursor en 1953, varios años después la regencia del colegio la adquirieron la profesora, Carmen Gutiérrez Acosta y su esposo, Luis José Armenta, también destacado docente procedente de El Molino, La Guajira.

En 1976, comienza una nueva administración del Colegio Santa Fe bajo la dirección de su actual rectora, Amparo Parodi Toncel, licenciada especialista en pedagogía, cuyo compromiso siempre con inalterable dinamismo, ha sido la formación de las nuevas generaciones con principios y valores, y óptima calidad educativa, por ende, el Colegio Santa Fe ha recibido la certificación en Gestión de la calidad de ICONTEC bajo la norma ISO: 9001i y “Modelo de Excelencia y calidad EFQM” (European Foundation for Quality Management). 

Desde 2004, el ICFES, consecutivamente, lo clasifica entre todos los colegios colombianos como MUY SUPERIOR, destacándose en varias oportunidades como el mejor de Valledupar y del departamento del Cesar, según los resultados de las pruebas saber. 

Desde 2008, la distinción de mejor bachiller del Cesar la han obtenido estudiantes santafereños. Además, múltiples menciones y galardones de diversas entidades como el Senado de la República, la Cámara de Representantes, la Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar, la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal de Valledupar, entre otras distinciones de entidades, tanto estatales como privadas, resaltan con suma satisfacción el invaluable aporte de la prominente educadora, Amparo Parodi Toncel, a la educación de Colombia a través del Colegio Santa Fe.

En este prestigioso plantel educativo, mi esposa, Marta Orozco Bernier, ha ejercido toda su profesión de educadora y en los últimos años ha sido su coordinadora académica; todos mis hijos con, mucho honor, son santafereños, y la menor es bachiller de sus bodas de oro, a ella le correspondió el discurso de despedida, cuyo texto transcribo: “Hoy celebramos la conquista de una victoria lograda con gran esfuerzo en nuestra novel etapa: el diploma de bachiller.  Es para mí un honor pronunciar este discurso de graduación que no es más que una sincera manifestación de agradecimiento a nuestra gran institución el Colegio Santa Fe y hacia  todos aquellos que en ella laboran y de aliento para todos mis compañeros y compañeras y para mí misma, porque hoy después de  separarnos, ojalá todos emprendamos el camino en busca del triunfo  de otra batalla mucho más dura: el título de profesional universitario, con el que  obtendremos la oportunidad de  trascender durante nuestra existencia.

Gracias, primeramente, a Dios, por permitir que disfrutemos este momento de tanto regocijo, gracias por habernos traído a este lugar tan especial para que iniciáramos nuestra formación de la mano de los mejores guías y también porque su magnificencia continúe a nuestro lado en las siguientes etapas de nuestras vidas, sin alejarse en ningún momento, aunque así lo parezca. Gracias, además, por concedernos la dicha de pertenecer a la Promoción de Oro del Colegio Santa Fe y de poder recoger los frutos y beneficios de la experiencia adquirida durante 50 años en búsqueda de la Excelencia Educativa.

Gracias muchas gracias al Colegio Santa Fe, nuestro colegio, mi colegio, a su directora doña Amparo Parodi, nuestra directora, mi directora, a sus profesores, nuestros profesores, mis profesores.  Resalto este sentido de pertenencia porque precisamente, ha sido una de las enseñanzas más importante que en él hemos aprendido: el amor, la lealtad y el agradecimiento a todo lo que nos ayuda a seguir adelante. Principios y valores fundamentales, que son las bases con las que se vencen los obstáculos que se presentan en el transcurso de la vida y a través de las cuales se logra lo soñado.

Gracias de igual forma a mis compañeros y compañeras de promoción, por las muchas cosas compartidas y los invito a que nunca olvidemos que somos unos privilegiados por haber culminado como santafereños esta etapa académica que apenas es el principio de nuestros estudios, y que tengamos siempre presente que la vida es una sucesión de eventos, de aventuras, de sueños que debemos disfrutarlos al máximo de manera sana, teniendo en cuenta que a veces la vida no es lo que se planea sino lo que sucede mientras se está realizando lo planeado, si no fuera así la vida carecería de sentido. 

Padres y madres de todos nosotros, gracias infinitas por permanecer a nuestro lado, por no dejarnos desfallecer, por brindarnos el apoyo incondicional, el consejo oportuno, el regaño merecido, el abrazo alentador, las palabras precisas que hicieron posible el alcance de esta meta que hoy con gran regocijo les brindamos y disfrutamos con ustedes.

Señora Amparo, profesores, profesoras, padres y madres, pueden estar tranquilos y seguros que están legando a la sociedad una promoción de bachilleres que no le teme al cambio y que por el contrario están dispuestos a enfrentarlo en cada ámbito, con el ánimo de generar progreso, en busca de alternativas donde el bienestar individual no prevalezca sobre el bienestar colectivo y que, sin duda, en un futuro no muy lejano, entre nosotros ustedes encontrarán profesionales de las diferentes ramas del saber y se sentirán honrados al verlos trabajar en procura del bien social.

Compañeros y compañeras, de ahora en adelante nuestros compromisos y esfuerzos serán mayores, pues nuestras preocupaciones ya no serán el examen sorpresa, ni la tarea de mañana, tampoco las evaluaciones de mitad y fin de año, nuestras inquietudes debe estar encaminadas al trabajo constante para aprender  de la vida y para la vida, así como nos los han enseñado en nuestro colegio Santa Fe y que hoy estamos plenamente convencidos de ello, puesto que ya hemos obtenido el fruto de lo aprendido con tanta dedicación en sus aulas.

Por último, quiero manifestarles, que hoy, aunque muy complacidos, con mucha nostalgia dejamos nuestro querido colegio, pero como egresados santafereños, con convicción y tradición procuraremos mantener en alto su prestigio”.

Por José Romero Churio.

Columnista
8 noviembre, 2023

Colegio de honor

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

En estos días, el Colegio Santa Fe, de la ciudad de Valledupar, con actos solemnes está celebrando su 70° aniversario de fundado.


En estos días, el Colegio Santa Fe, de la ciudad de Valledupar, con actos solemnes está celebrando su 70° aniversario de fundado. Héctor Alfonso Carrillo Castro, docente oriundo de Bogotá, fue su precursor en 1953, varios años después la regencia del colegio la adquirieron la profesora, Carmen Gutiérrez Acosta y su esposo, Luis José Armenta, también destacado docente procedente de El Molino, La Guajira.

En 1976, comienza una nueva administración del Colegio Santa Fe bajo la dirección de su actual rectora, Amparo Parodi Toncel, licenciada especialista en pedagogía, cuyo compromiso siempre con inalterable dinamismo, ha sido la formación de las nuevas generaciones con principios y valores, y óptima calidad educativa, por ende, el Colegio Santa Fe ha recibido la certificación en Gestión de la calidad de ICONTEC bajo la norma ISO: 9001i y “Modelo de Excelencia y calidad EFQM” (European Foundation for Quality Management). 

Desde 2004, el ICFES, consecutivamente, lo clasifica entre todos los colegios colombianos como MUY SUPERIOR, destacándose en varias oportunidades como el mejor de Valledupar y del departamento del Cesar, según los resultados de las pruebas saber. 

Desde 2008, la distinción de mejor bachiller del Cesar la han obtenido estudiantes santafereños. Además, múltiples menciones y galardones de diversas entidades como el Senado de la República, la Cámara de Representantes, la Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar, la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal de Valledupar, entre otras distinciones de entidades, tanto estatales como privadas, resaltan con suma satisfacción el invaluable aporte de la prominente educadora, Amparo Parodi Toncel, a la educación de Colombia a través del Colegio Santa Fe.

En este prestigioso plantel educativo, mi esposa, Marta Orozco Bernier, ha ejercido toda su profesión de educadora y en los últimos años ha sido su coordinadora académica; todos mis hijos con, mucho honor, son santafereños, y la menor es bachiller de sus bodas de oro, a ella le correspondió el discurso de despedida, cuyo texto transcribo: “Hoy celebramos la conquista de una victoria lograda con gran esfuerzo en nuestra novel etapa: el diploma de bachiller.  Es para mí un honor pronunciar este discurso de graduación que no es más que una sincera manifestación de agradecimiento a nuestra gran institución el Colegio Santa Fe y hacia  todos aquellos que en ella laboran y de aliento para todos mis compañeros y compañeras y para mí misma, porque hoy después de  separarnos, ojalá todos emprendamos el camino en busca del triunfo  de otra batalla mucho más dura: el título de profesional universitario, con el que  obtendremos la oportunidad de  trascender durante nuestra existencia.

Gracias, primeramente, a Dios, por permitir que disfrutemos este momento de tanto regocijo, gracias por habernos traído a este lugar tan especial para que iniciáramos nuestra formación de la mano de los mejores guías y también porque su magnificencia continúe a nuestro lado en las siguientes etapas de nuestras vidas, sin alejarse en ningún momento, aunque así lo parezca. Gracias, además, por concedernos la dicha de pertenecer a la Promoción de Oro del Colegio Santa Fe y de poder recoger los frutos y beneficios de la experiencia adquirida durante 50 años en búsqueda de la Excelencia Educativa.

Gracias muchas gracias al Colegio Santa Fe, nuestro colegio, mi colegio, a su directora doña Amparo Parodi, nuestra directora, mi directora, a sus profesores, nuestros profesores, mis profesores.  Resalto este sentido de pertenencia porque precisamente, ha sido una de las enseñanzas más importante que en él hemos aprendido: el amor, la lealtad y el agradecimiento a todo lo que nos ayuda a seguir adelante. Principios y valores fundamentales, que son las bases con las que se vencen los obstáculos que se presentan en el transcurso de la vida y a través de las cuales se logra lo soñado.

Gracias de igual forma a mis compañeros y compañeras de promoción, por las muchas cosas compartidas y los invito a que nunca olvidemos que somos unos privilegiados por haber culminado como santafereños esta etapa académica que apenas es el principio de nuestros estudios, y que tengamos siempre presente que la vida es una sucesión de eventos, de aventuras, de sueños que debemos disfrutarlos al máximo de manera sana, teniendo en cuenta que a veces la vida no es lo que se planea sino lo que sucede mientras se está realizando lo planeado, si no fuera así la vida carecería de sentido. 

Padres y madres de todos nosotros, gracias infinitas por permanecer a nuestro lado, por no dejarnos desfallecer, por brindarnos el apoyo incondicional, el consejo oportuno, el regaño merecido, el abrazo alentador, las palabras precisas que hicieron posible el alcance de esta meta que hoy con gran regocijo les brindamos y disfrutamos con ustedes.

Señora Amparo, profesores, profesoras, padres y madres, pueden estar tranquilos y seguros que están legando a la sociedad una promoción de bachilleres que no le teme al cambio y que por el contrario están dispuestos a enfrentarlo en cada ámbito, con el ánimo de generar progreso, en busca de alternativas donde el bienestar individual no prevalezca sobre el bienestar colectivo y que, sin duda, en un futuro no muy lejano, entre nosotros ustedes encontrarán profesionales de las diferentes ramas del saber y se sentirán honrados al verlos trabajar en procura del bien social.

Compañeros y compañeras, de ahora en adelante nuestros compromisos y esfuerzos serán mayores, pues nuestras preocupaciones ya no serán el examen sorpresa, ni la tarea de mañana, tampoco las evaluaciones de mitad y fin de año, nuestras inquietudes debe estar encaminadas al trabajo constante para aprender  de la vida y para la vida, así como nos los han enseñado en nuestro colegio Santa Fe y que hoy estamos plenamente convencidos de ello, puesto que ya hemos obtenido el fruto de lo aprendido con tanta dedicación en sus aulas.

Por último, quiero manifestarles, que hoy, aunque muy complacidos, con mucha nostalgia dejamos nuestro querido colegio, pero como egresados santafereños, con convicción y tradición procuraremos mantener en alto su prestigio”.

Por José Romero Churio.