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Editorial - 3 junio, 2019

Colapso. ¿Quién lo creyera? La gasolina va para Venezuela

Se mencionaban con imprecisión los datos de la economía venezolana en todos los ámbitos, de los organismos internacionales, de analistas en el exterior y algunos internos como la independiente firma Datanálisis y los de la acorralada opositora Asamblea Nacional. Pero lo que no se conocía eran los del propio Estado, del propio Gobierno. Es lo […]

Se mencionaban con imprecisión los datos de la economía venezolana en todos los ámbitos, de los organismos internacionales, de analistas en el exterior y algunos internos como la independiente firma Datanálisis y los de la acorralada opositora Asamblea Nacional. Pero lo que no se conocía eran los del propio Estado, del propio Gobierno. Es lo que aconteció cuando el Banco Central de Venezuela (equivalente a nuestro Banco de La República), dijo hace unos días que en los últimos 5 años, coincidentes con el gobierno de Maduro, la economía (la producción del país, el PIB) había decrecido en la mitad, que la inflación era el año pasado de % 130 mil anual y no del % 1.700.000 que decían los opositores, pero que sigue siendo con el primer indicador la inflación mas alta en todo el orbe.

Un elemento adicional que indica la gravedad es que Venezuela, reconocida siempre como un gran importador de todo- de whiskies, lujos, insumos, granos y comida de todo tipo- eso hacen los ricos, comprar de todo – vio caer sus importaciones de niveles de ¡US 60 mil millones en el 2015 a los de US 15 mil millones del 2018! Las exportaciones en el periodo cayeron de US 85 mil millones a 30 mil millones.

Podrían darse razón de esa debacle, que no presentaron países latinoamericanos con gobiernos de izquierda como Ecuador y Bolivia, e incluso Nicaragua que venía con unos crecimientos sorprendentes hasta hace dos años cuando se rompió la luna de miel entre Daniel Ortega y el empresariado, en la alta dependencia de Venezuela del precio del petróleo, que en 2014-2015 tuvo una escalofriante caída. Los expertos coinciden en que el pésimo manejo macroeconómico, el desestímulo del sector privado, los controles de precios, la existencia paralela de varias tasas de cambio, el gasto desaforado sin techo ni respaldo, cohonestado por la banca que hoy para sorpresa mundial ha dado esas estadísticas, los niveles de corrupción, la politización del manejo de la economía, el mal manejo de empresas estatizadas, son fenómenos no vistos en otras latitudes.
No es sorpresa la inmensa migración hacia Colombia y a todos los países y las historias que se cuentan del desespero de vida en la hermana nación.

Lo que queremos advertir es que esa situación se agravará en los próximos meses y los esfuerzos del gobierno nacional y de los territoriales (Gobernación y Alcaldía ) que son insuficientes lo serán a niveles descomunales. Eso lo afirmamos como resultado de la suspensión sin acuerdo, esta pasada semana, de la mediación que hacía Noruega entre los delegados de Maduro y Guaidó. Se aumentará el desespero por salir del territorio venezolano.

Ha llegado al punto la cosa, que con todo y las carencias de dinero detrás de la frontera, los venezolanos gastan los restos en los pocos productos que pueden adquirir, se consiguen a mucho menor costo en territorio de Colombia. Hasta se está comprando gasolina colombiana para llevar a Venezuela y se habilitan las trochas necesarias para pasar el combustible, hoy allá escaso. Quién lo creyera.

Editorial
3 junio, 2019

Colapso. ¿Quién lo creyera? La gasolina va para Venezuela

Se mencionaban con imprecisión los datos de la economía venezolana en todos los ámbitos, de los organismos internacionales, de analistas en el exterior y algunos internos como la independiente firma Datanálisis y los de la acorralada opositora Asamblea Nacional. Pero lo que no se conocía eran los del propio Estado, del propio Gobierno. Es lo […]


Se mencionaban con imprecisión los datos de la economía venezolana en todos los ámbitos, de los organismos internacionales, de analistas en el exterior y algunos internos como la independiente firma Datanálisis y los de la acorralada opositora Asamblea Nacional. Pero lo que no se conocía eran los del propio Estado, del propio Gobierno. Es lo que aconteció cuando el Banco Central de Venezuela (equivalente a nuestro Banco de La República), dijo hace unos días que en los últimos 5 años, coincidentes con el gobierno de Maduro, la economía (la producción del país, el PIB) había decrecido en la mitad, que la inflación era el año pasado de % 130 mil anual y no del % 1.700.000 que decían los opositores, pero que sigue siendo con el primer indicador la inflación mas alta en todo el orbe.

Un elemento adicional que indica la gravedad es que Venezuela, reconocida siempre como un gran importador de todo- de whiskies, lujos, insumos, granos y comida de todo tipo- eso hacen los ricos, comprar de todo – vio caer sus importaciones de niveles de ¡US 60 mil millones en el 2015 a los de US 15 mil millones del 2018! Las exportaciones en el periodo cayeron de US 85 mil millones a 30 mil millones.

Podrían darse razón de esa debacle, que no presentaron países latinoamericanos con gobiernos de izquierda como Ecuador y Bolivia, e incluso Nicaragua que venía con unos crecimientos sorprendentes hasta hace dos años cuando se rompió la luna de miel entre Daniel Ortega y el empresariado, en la alta dependencia de Venezuela del precio del petróleo, que en 2014-2015 tuvo una escalofriante caída. Los expertos coinciden en que el pésimo manejo macroeconómico, el desestímulo del sector privado, los controles de precios, la existencia paralela de varias tasas de cambio, el gasto desaforado sin techo ni respaldo, cohonestado por la banca que hoy para sorpresa mundial ha dado esas estadísticas, los niveles de corrupción, la politización del manejo de la economía, el mal manejo de empresas estatizadas, son fenómenos no vistos en otras latitudes.
No es sorpresa la inmensa migración hacia Colombia y a todos los países y las historias que se cuentan del desespero de vida en la hermana nación.

Lo que queremos advertir es que esa situación se agravará en los próximos meses y los esfuerzos del gobierno nacional y de los territoriales (Gobernación y Alcaldía ) que son insuficientes lo serán a niveles descomunales. Eso lo afirmamos como resultado de la suspensión sin acuerdo, esta pasada semana, de la mediación que hacía Noruega entre los delegados de Maduro y Guaidó. Se aumentará el desespero por salir del territorio venezolano.

Ha llegado al punto la cosa, que con todo y las carencias de dinero detrás de la frontera, los venezolanos gastan los restos en los pocos productos que pueden adquirir, se consiguen a mucho menor costo en territorio de Colombia. Hasta se está comprando gasolina colombiana para llevar a Venezuela y se habilitan las trochas necesarias para pasar el combustible, hoy allá escaso. Quién lo creyera.