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Análisis - 22 octubre, 2023

Katia Ospino, Claudia Margarita y Elvia Milena

No hay duda, una mujer será la próxima gobernadora del Cesar, entre Claudia Margarita Zuleta, Elvia Milena Sanjuán y Katia Ospino está la ganadora, algo que ya de por sí es un triunfo, sumamente significativo, en un departamento ampliamente dominado por hombres, donde las oportunidades para las mujeres son escasas y casi nulas en el ámbito político.

Katia Ospino/ Claudia Margarita / Elvia Milena
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No hay duda, una mujer será la próxima gobernadora del Cesar, entre Claudia Margarita Zuleta, Elvia Milena Sanjuán y Katia Ospino está la ganadora, algo que ya de por sí es un triunfo, sumamente significativo, en un departamento ampliamente dominado por hombres, donde las oportunidades para las mujeres son escasas y casi nulas en el ámbito político.

Pero veamos cómo están las apuestas: Claudia Margarita, luego de muchos errores y dudas iniciales, logró direccionar su campaña y ha crecido mucho, generando emociones, hasta llenar plazas en sus giras; es notorio el ascenso de su candidatura y por supuesto la intención de voto, lo que le da una gran opción de llegar; su preparación es indudable, de las tres, es quien mejor conoce el departamento, tiene un buen programa de gobierno y, además, cuenta con su padre Poncho Zuleta, que por fin entendió que a los hijos hay que apoyarlos, y puede atraer algunos votos. Pero se equivocó al buscar ’la bendición’ de Álvaro Uribe, quien ya no suma votos como antes, por el contrario, desgasta. Desperdició una oportunidad de oro, con la reciente tormenta que viven sus oponentes, pudo endurecer su discurso anticorrupción, pero ha preferido dejar las aguas quietas.

Elvia Milena Sanjuán inició muy débil por su falta de carisma y contundencia en el discurso, sin embargo, poco a poco se fue afianzando, con base en la estructura representada en el aparato político del departamento, que está jugado con ella y la ha llevado de reunión en reunión para dar a conocer sus propuestas y su publicidad es muy buena; pero, desde la orden de captura a su jefa, Cielo Gnecco, se le ha notado dispersa y desorientada, como si le faltara algo; es evidente que la campaña perdió el impulso que traía, incluso se han generado fricciones muy fuertes al interior, porque ahora hay varias voces de mando, todos ordenan y quieren ser jefe. Además, cuando la gata se pierde, los ratones hacen fiesta, los líderes de barrio y de los pueblos no tendrán escrúpulos para embolsillarse el dinero destinado para mover a la gente a votar, porque no tendrán a quien responderle por los votos. Aún así, Elvia se mantiene fuerte y es la que tiene la mayor opción, pero si la estructura falla el día del debate, se derrumba.

Katia Ospino es la gran incógnita y no la descarto, puede dar una sorpresa, ha hecho una campaña con entereza, gallardía y coraje, sin tanta plaza pública porque no tiene los recursos, no es política, pero es directa y decisiva, ha enfocado su fortaleza en lo digital, es la que mejor posicionamiento tiene, manda en ‘likes’ y vistas y para la sociedad actual, las redes sociales son mucho más que un simple medio de comunicación, es el canal por donde más fluye la información, han revolucionado la forma de llegar a los demás; además es la candidata con el discurso más fuerte anticlan Gnecco; le faltó profundizar en propuestas y sus críticos la atacan por ser la candidata de Carlos Caicedo, quien no ha dedicado tiempo para acompañarla, porque tiene problemas de sobra en el Magdalena, donde se quedó sin candidato a la Alcaldía de Santa Marta y le tocó hasta renunciar para salvar el barco de Fuerza Ciudadana que está haciendo agua.

Estas elecciones en el Cesar serán diferentes y las más convulsionadas de la historia reciente, cada voto contará, no hay nada definido para ninguna de las tres opcionadas; a pesar de que cada una representa algo diferente, todas tienen reconocimiento y opción, además hay otros tres candidatos, Sanguino, Pineda y Mallorca que pescarán una mínima porción de votos para terminar de descontrolar el tablero. Lo que sí está claro es que no podemos guiarnos por las encuestas, no son confiables, porque no han cubierto todo el territorio departamental y así es muy difícil aventurarse a interpretar datos y a lanzar algún ganador, la votación no estará tan polarizada, por lo tanto, la tendencia de los votos estará tan dividida, que cualquier cosa puede pasar. Lo que es realmente importante, es que los cesarenses, en este momento de crisis política e institucional, salgan a votar con muchas ganas y a conciencia, para fortalecer nuestra democracia. El clan tambalea, pero no está acabado.

Por: JACOBO SOLANO C.* / @JACOBOSOLANOC

Análisis
22 octubre, 2023

Katia Ospino, Claudia Margarita y Elvia Milena

No hay duda, una mujer será la próxima gobernadora del Cesar, entre Claudia Margarita Zuleta, Elvia Milena Sanjuán y Katia Ospino está la ganadora, algo que ya de por sí es un triunfo, sumamente significativo, en un departamento ampliamente dominado por hombres, donde las oportunidades para las mujeres son escasas y casi nulas en el ámbito político.


Katia Ospino/ Claudia Margarita / Elvia Milena
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No hay duda, una mujer será la próxima gobernadora del Cesar, entre Claudia Margarita Zuleta, Elvia Milena Sanjuán y Katia Ospino está la ganadora, algo que ya de por sí es un triunfo, sumamente significativo, en un departamento ampliamente dominado por hombres, donde las oportunidades para las mujeres son escasas y casi nulas en el ámbito político.

Pero veamos cómo están las apuestas: Claudia Margarita, luego de muchos errores y dudas iniciales, logró direccionar su campaña y ha crecido mucho, generando emociones, hasta llenar plazas en sus giras; es notorio el ascenso de su candidatura y por supuesto la intención de voto, lo que le da una gran opción de llegar; su preparación es indudable, de las tres, es quien mejor conoce el departamento, tiene un buen programa de gobierno y, además, cuenta con su padre Poncho Zuleta, que por fin entendió que a los hijos hay que apoyarlos, y puede atraer algunos votos. Pero se equivocó al buscar ’la bendición’ de Álvaro Uribe, quien ya no suma votos como antes, por el contrario, desgasta. Desperdició una oportunidad de oro, con la reciente tormenta que viven sus oponentes, pudo endurecer su discurso anticorrupción, pero ha preferido dejar las aguas quietas.

Elvia Milena Sanjuán inició muy débil por su falta de carisma y contundencia en el discurso, sin embargo, poco a poco se fue afianzando, con base en la estructura representada en el aparato político del departamento, que está jugado con ella y la ha llevado de reunión en reunión para dar a conocer sus propuestas y su publicidad es muy buena; pero, desde la orden de captura a su jefa, Cielo Gnecco, se le ha notado dispersa y desorientada, como si le faltara algo; es evidente que la campaña perdió el impulso que traía, incluso se han generado fricciones muy fuertes al interior, porque ahora hay varias voces de mando, todos ordenan y quieren ser jefe. Además, cuando la gata se pierde, los ratones hacen fiesta, los líderes de barrio y de los pueblos no tendrán escrúpulos para embolsillarse el dinero destinado para mover a la gente a votar, porque no tendrán a quien responderle por los votos. Aún así, Elvia se mantiene fuerte y es la que tiene la mayor opción, pero si la estructura falla el día del debate, se derrumba.

Katia Ospino es la gran incógnita y no la descarto, puede dar una sorpresa, ha hecho una campaña con entereza, gallardía y coraje, sin tanta plaza pública porque no tiene los recursos, no es política, pero es directa y decisiva, ha enfocado su fortaleza en lo digital, es la que mejor posicionamiento tiene, manda en ‘likes’ y vistas y para la sociedad actual, las redes sociales son mucho más que un simple medio de comunicación, es el canal por donde más fluye la información, han revolucionado la forma de llegar a los demás; además es la candidata con el discurso más fuerte anticlan Gnecco; le faltó profundizar en propuestas y sus críticos la atacan por ser la candidata de Carlos Caicedo, quien no ha dedicado tiempo para acompañarla, porque tiene problemas de sobra en el Magdalena, donde se quedó sin candidato a la Alcaldía de Santa Marta y le tocó hasta renunciar para salvar el barco de Fuerza Ciudadana que está haciendo agua.

Estas elecciones en el Cesar serán diferentes y las más convulsionadas de la historia reciente, cada voto contará, no hay nada definido para ninguna de las tres opcionadas; a pesar de que cada una representa algo diferente, todas tienen reconocimiento y opción, además hay otros tres candidatos, Sanguino, Pineda y Mallorca que pescarán una mínima porción de votos para terminar de descontrolar el tablero. Lo que sí está claro es que no podemos guiarnos por las encuestas, no son confiables, porque no han cubierto todo el territorio departamental y así es muy difícil aventurarse a interpretar datos y a lanzar algún ganador, la votación no estará tan polarizada, por lo tanto, la tendencia de los votos estará tan dividida, que cualquier cosa puede pasar. Lo que es realmente importante, es que los cesarenses, en este momento de crisis política e institucional, salgan a votar con muchas ganas y a conciencia, para fortalecer nuestra democracia. El clan tambalea, pero no está acabado.

Por: JACOBO SOLANO C.* / @JACOBOSOLANOC