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El Vallenato - 25 abril, 2018

Clasificación de las voces en el canto vallenato

El analista y experto en el folclor vallenato Julio Oñate Martínez, compositor además, hacer un recorrido por el firmamento vallenato para clasificar las voces de los cantantes de este ritmo, a propósito del Foro ‘La voz en el vallenato’, que organiza para hoy el diario EL PILÓN.

Las voces humanas poseen un timbre que permite distinguirlas entre sí, y además, identificar a la persona que la emite, ya sea al cantar o al hablar.

Son muchos y muy variados los registros de voz que se pueden apreciar en las manifestaciones artísticas. Vamos a referirnos a las más escuchadas, aunque cada una de ellas tiene varias categorías, sin olvidar que así como hay cantantes, dueños de voces de gran calidad, cultivadas con técnicas especiales, con exquisita formación académica, que les permite expresarse en el campo del bello canto, encontramos también cantantes populares, que a diferencia de los anteriores, no han recibido ningún tipo de formación en conservatorio y, sencillamente, cantan en una forma espontánea y natural, como es el caso de los cantantes vallenatos.

Un tenor clásico se diferencia de uno popular, aunque tenga el mismo timbre, por el color de la voz. Para mayor claridad del lector, voy a hacer una breve definición de los términos empleados en este capítulo:

Tesitura: palabra que designa la extensión de una voz o instrumento desde la nota más grave, hasta la más aguda.

Color: Según el color una voz puede ser oscura, cálida, romántica, sensual, clara, etc. Así un cantante puede ser barítono y tener un color de voz claro u oscuro, que lo diferenciará de otro.

A continuación definiré la característica principal de cada voz:

Bajo: voz masculina de registro más grave, sonido profundo, resonante y oscuro.

Barítono: Voz masculina situada entre la del tenor y la del bajo.

Barítono Bajo: Voz con facilidad para abarcar roles de Barítono y de Bajo.

Tenor: Voz masculina más aguda; es decir: de tesitura más alta. Admite una subclasificación en Tenor Primero y Tenor Segundo.

Contra Tenor: Cantante varón que utiliza una técnica especial para elevar su voz a nivel de contralto.

Contralto: Voz femenina de registro más grave.

Mezzosoprano: Voz femenina entre soprano y contralto.

Soprano: Voz femenina de tesitura más aguda (alta). En el ambiente operístico esta categoría tiene subclasificaciones: soprano dramática, lírica y coloratura. Esta última, suele usarse para el lucimiento vocal, aunque también sirve como medio de expresión del personaje.

Para la correspondiente clasificación de los cantantes que en este momento tienen figuración en el panorama vallenato, conté con la asesoría de la soprano dramática doña Miryam Pantoja, distinguida dama de la sociedad barranquillera, profesora de la Escuela de Bellas Artes, quien ha tenido una brillante carrera en el mundo de la ópera. Hay que hacer la salvedad que en el vallenato se canta “de garganta”, sin ninguna técnica vocal, y además, la mayoría de los vocalistas de este género cantan parecido porque casi siempre lo hacen en la misma tesitura y con acordeones similares, limitándose al registro del instrumento.

El manejo y la colocación que se le da a la voz dentro del órgano vocal, confiere la calidad, la cual depende de la técnica para colocar el sonido.

En la siguiente clasificación ubicaremos dos grupos: inicialmente los que aparecen a partir del 70 cuando el vocalista se impone independientemente como un miembro más de la agrupación. En el otro grupo registraremos los que aparecieron antes del 70, cuando casi siempre los mismos acordeoneros cumplían las funciones de vocalistas.

La voz más común en el canto vallenato es la de barítono, y en esta categoría ubicamos a Armando Moscote, Adalberto Ariño, Gustavo Bula, Lucho Cuadros, Ricardo Maestre, Pablo Atuesta, Luis Carlos ‘El Papi’ Daza, Toby Murgas, Ernesto Mendoza, Lucho Vega, ‘Uchi’ Escobar, Silvio Brito, Rafael Orozco, ‘Gabi’ García, Beto Zabaleta, Iván Villazón, Silvestre Dangond, Carlos Vives, Poncho Pérez, Freddy Peralta, Miguel Morales, Farid Ortiz, Enaldo Barrera, Miguel Herrera, Marcos Díaz, Santander Durán Escalona, Jean Carlos Centeno, Luis Vence, Armando Mendoza, Edward Morelos, Poncho Cotes Jr., Rafael ‘El Cachaco’ Jiménez, Adaníes Díaz, Carlos Lleras Araújo y Beto Martínez. Barítonos con visos de tenor segundo son Otto Serge, Jairo Serrano, Elías Rosado, Jorgito Celedón.

En la anterior categoría hay algunos cantantes que sobresalen porque colocan la voz de diferente manera y pueden alcanzar registros de tenor segundo, como es el caso de Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Diomedes Díaz.

Como tenores segundos figuran Juan Piña, Lizardo Bustillo, Jorge Quiroz, José Atuesta Mindiola e Ivo Díaz (tenor lírico completo).

Mención especial merece Daniel Celedón Orsini, un tenor lírico que podría estar en el campo operístico, puesto que ha recibido estudios sobre técnica vocal y a quien hemos visto interpretar a través de la televisión, canciones de gran corte como ‘Amapola’, del maestro José Lacalle, pieza que es como una prueba para tenores líricos, y que ha sido interpretada por grandes figuras de ese género, tales como: Tito Schippa, el doctor Alfonso Ortiz Tirado, José Mojica, Néstor Chayres y recientemente Plácido Domingo. A lo mejor su condición de compositor vallenato explica el hecho de que Celedón se dedique al canto popular, puesto que sus condiciones podrían situarlo perfectamente en el campo de la música culta.

Se registra solamente el caso de un tenor primero: el de Plinio Rico; y en la categoría de bajo únicamente Enrique Díaz tiene registros sonoros que lo califican como tal.

En el grupo de cantantes de antes del 70, o sea los juglares tradicionales, figuran como barítonos: Andrés Landero, Calixto Ochoa, Abel Antonio Villa, César Castro, Náfer Durán, Alberto Fernández. Miguel Janeth, Isaac Carrillo, Pedro García, Alberto Rada, Pachito Rada, Adolfo Pacheco, Gustavo Gutiérrez, Aniceto Molina, Armando Hernández, Pascual Bánquez, Lucho Campillo, Gilberto Torres y Jesús Torres.

Juancho Polo Valencia está en el registro medio del barítono, al igual que Lisandro Meza y Alberto Pacheco. Alfredo Gutiérrez es barítono con visos de tenor segundo en sus falsetes. Alejandro Durán es barítono bajo.

Tenores segundos son Luis Enrique Martínez, Hildemaro Bolaño, Manuel Caraballo, Miguel Durán, y Julio de la Ossa, aunque la de este último es una voz metálica no muy definida.

Es imposible clasificarlos a todos porque a diario están apareciendo nuevas agrupaciones con sus correspondientes vocalistas. Ya un trabajo futuro se encargará de ubicarlos.

Hay una figura legendaria que he dejado para este punto específico y es Guillermo Buitrago, un tenor segundo, cuya característica era la de cantar falseteado, estilo que fue muy imitado en su época.

El vallenato por ser una música folclórica se muestra muy libre, informal, diríamos, en el canto: es algo que se improvisa y se canta espontáneamente, lo que dificulta la clasificación de sus intérpretes dentro de las voces clásicas. Finalmente las voces en esta modalidad, independientemente de lo clásico o de lo culto, todas poseen un mérito muy especial: han tenido el sentimiento preciso para lograr calar en las masas.

Por Julio Oñate Martínez

El Vallenato
25 abril, 2018

Clasificación de las voces en el canto vallenato

El analista y experto en el folclor vallenato Julio Oñate Martínez, compositor además, hacer un recorrido por el firmamento vallenato para clasificar las voces de los cantantes de este ritmo, a propósito del Foro ‘La voz en el vallenato’, que organiza para hoy el diario EL PILÓN.


Las voces humanas poseen un timbre que permite distinguirlas entre sí, y además, identificar a la persona que la emite, ya sea al cantar o al hablar.

Son muchos y muy variados los registros de voz que se pueden apreciar en las manifestaciones artísticas. Vamos a referirnos a las más escuchadas, aunque cada una de ellas tiene varias categorías, sin olvidar que así como hay cantantes, dueños de voces de gran calidad, cultivadas con técnicas especiales, con exquisita formación académica, que les permite expresarse en el campo del bello canto, encontramos también cantantes populares, que a diferencia de los anteriores, no han recibido ningún tipo de formación en conservatorio y, sencillamente, cantan en una forma espontánea y natural, como es el caso de los cantantes vallenatos.

Un tenor clásico se diferencia de uno popular, aunque tenga el mismo timbre, por el color de la voz. Para mayor claridad del lector, voy a hacer una breve definición de los términos empleados en este capítulo:

Tesitura: palabra que designa la extensión de una voz o instrumento desde la nota más grave, hasta la más aguda.

Color: Según el color una voz puede ser oscura, cálida, romántica, sensual, clara, etc. Así un cantante puede ser barítono y tener un color de voz claro u oscuro, que lo diferenciará de otro.

A continuación definiré la característica principal de cada voz:

Bajo: voz masculina de registro más grave, sonido profundo, resonante y oscuro.

Barítono: Voz masculina situada entre la del tenor y la del bajo.

Barítono Bajo: Voz con facilidad para abarcar roles de Barítono y de Bajo.

Tenor: Voz masculina más aguda; es decir: de tesitura más alta. Admite una subclasificación en Tenor Primero y Tenor Segundo.

Contra Tenor: Cantante varón que utiliza una técnica especial para elevar su voz a nivel de contralto.

Contralto: Voz femenina de registro más grave.

Mezzosoprano: Voz femenina entre soprano y contralto.

Soprano: Voz femenina de tesitura más aguda (alta). En el ambiente operístico esta categoría tiene subclasificaciones: soprano dramática, lírica y coloratura. Esta última, suele usarse para el lucimiento vocal, aunque también sirve como medio de expresión del personaje.

Para la correspondiente clasificación de los cantantes que en este momento tienen figuración en el panorama vallenato, conté con la asesoría de la soprano dramática doña Miryam Pantoja, distinguida dama de la sociedad barranquillera, profesora de la Escuela de Bellas Artes, quien ha tenido una brillante carrera en el mundo de la ópera. Hay que hacer la salvedad que en el vallenato se canta “de garganta”, sin ninguna técnica vocal, y además, la mayoría de los vocalistas de este género cantan parecido porque casi siempre lo hacen en la misma tesitura y con acordeones similares, limitándose al registro del instrumento.

El manejo y la colocación que se le da a la voz dentro del órgano vocal, confiere la calidad, la cual depende de la técnica para colocar el sonido.

En la siguiente clasificación ubicaremos dos grupos: inicialmente los que aparecen a partir del 70 cuando el vocalista se impone independientemente como un miembro más de la agrupación. En el otro grupo registraremos los que aparecieron antes del 70, cuando casi siempre los mismos acordeoneros cumplían las funciones de vocalistas.

La voz más común en el canto vallenato es la de barítono, y en esta categoría ubicamos a Armando Moscote, Adalberto Ariño, Gustavo Bula, Lucho Cuadros, Ricardo Maestre, Pablo Atuesta, Luis Carlos ‘El Papi’ Daza, Toby Murgas, Ernesto Mendoza, Lucho Vega, ‘Uchi’ Escobar, Silvio Brito, Rafael Orozco, ‘Gabi’ García, Beto Zabaleta, Iván Villazón, Silvestre Dangond, Carlos Vives, Poncho Pérez, Freddy Peralta, Miguel Morales, Farid Ortiz, Enaldo Barrera, Miguel Herrera, Marcos Díaz, Santander Durán Escalona, Jean Carlos Centeno, Luis Vence, Armando Mendoza, Edward Morelos, Poncho Cotes Jr., Rafael ‘El Cachaco’ Jiménez, Adaníes Díaz, Carlos Lleras Araújo y Beto Martínez. Barítonos con visos de tenor segundo son Otto Serge, Jairo Serrano, Elías Rosado, Jorgito Celedón.

En la anterior categoría hay algunos cantantes que sobresalen porque colocan la voz de diferente manera y pueden alcanzar registros de tenor segundo, como es el caso de Jorge Oñate, Poncho Zuleta y Diomedes Díaz.

Como tenores segundos figuran Juan Piña, Lizardo Bustillo, Jorge Quiroz, José Atuesta Mindiola e Ivo Díaz (tenor lírico completo).

Mención especial merece Daniel Celedón Orsini, un tenor lírico que podría estar en el campo operístico, puesto que ha recibido estudios sobre técnica vocal y a quien hemos visto interpretar a través de la televisión, canciones de gran corte como ‘Amapola’, del maestro José Lacalle, pieza que es como una prueba para tenores líricos, y que ha sido interpretada por grandes figuras de ese género, tales como: Tito Schippa, el doctor Alfonso Ortiz Tirado, José Mojica, Néstor Chayres y recientemente Plácido Domingo. A lo mejor su condición de compositor vallenato explica el hecho de que Celedón se dedique al canto popular, puesto que sus condiciones podrían situarlo perfectamente en el campo de la música culta.

Se registra solamente el caso de un tenor primero: el de Plinio Rico; y en la categoría de bajo únicamente Enrique Díaz tiene registros sonoros que lo califican como tal.

En el grupo de cantantes de antes del 70, o sea los juglares tradicionales, figuran como barítonos: Andrés Landero, Calixto Ochoa, Abel Antonio Villa, César Castro, Náfer Durán, Alberto Fernández. Miguel Janeth, Isaac Carrillo, Pedro García, Alberto Rada, Pachito Rada, Adolfo Pacheco, Gustavo Gutiérrez, Aniceto Molina, Armando Hernández, Pascual Bánquez, Lucho Campillo, Gilberto Torres y Jesús Torres.

Juancho Polo Valencia está en el registro medio del barítono, al igual que Lisandro Meza y Alberto Pacheco. Alfredo Gutiérrez es barítono con visos de tenor segundo en sus falsetes. Alejandro Durán es barítono bajo.

Tenores segundos son Luis Enrique Martínez, Hildemaro Bolaño, Manuel Caraballo, Miguel Durán, y Julio de la Ossa, aunque la de este último es una voz metálica no muy definida.

Es imposible clasificarlos a todos porque a diario están apareciendo nuevas agrupaciones con sus correspondientes vocalistas. Ya un trabajo futuro se encargará de ubicarlos.

Hay una figura legendaria que he dejado para este punto específico y es Guillermo Buitrago, un tenor segundo, cuya característica era la de cantar falseteado, estilo que fue muy imitado en su época.

El vallenato por ser una música folclórica se muestra muy libre, informal, diríamos, en el canto: es algo que se improvisa y se canta espontáneamente, lo que dificulta la clasificación de sus intérpretes dentro de las voces clásicas. Finalmente las voces en esta modalidad, independientemente de lo clásico o de lo culto, todas poseen un mérito muy especial: han tenido el sentimiento preciso para lograr calar en las masas.

Por Julio Oñate Martínez