Lo que faltaba en Valledupar. La delincuencia llegó a los colegios de la ciudad. En menos de diez días tres instituciones han sido víctimas de los ladrones y lo peor, un profesor fue atracado delante de sus alumnos, mientras que en otras sedes se robaron elementos importantes para la actividad educativa. La inseguridad en la […]
Lo que faltaba en Valledupar. La delincuencia llegó a los colegios de la ciudad. En menos de diez días tres instituciones han sido víctimas de los ladrones y lo peor, un profesor fue atracado delante de sus alumnos, mientras que en otras sedes se robaron elementos importantes para la actividad educativa.
La inseguridad en la ciudad es evidente y paradójicamente mientras los índices nacionales bajan, en Valledupar se mantienen y aumentan. Pero lo más preocupante es que se presuma que los hechos delictivos sean cometidos por bandas delincuenciales que tienen entre sus integrantes a estudiantes. La seguridad del alumnado, de los profesores y directivos está en riesgo, y lo más lamentable es que los delincuentes tienen información de primera mano de la ubicación de los equipos tecnológicos y material pedagógico valioso, que en los últimos años ha sido fortalecido con los programas nacionales, departamental y municipal. ¿Cuál será el futuro de los computadores y tabletas que han regalado los gobiernos?
Los celadores que designan para cada colegio no son suficientes para cuidar los bienes de los colegios y mucho menos la integridad de los estudiantes y profesores. Se hace necesario que la Policía Nacional haga un gran esfuerzo para velar por la seguridad de la educación, que está acorralada, especialmente la de los colegios públicos ubicados en comunas con mayores índices de delincuencia, que tanto las autoridades como la ciudadanía saben cuáles son.
Del 2011 al 2013, los casos de hurto han aumentado en Valledupar. El Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’ lo demostró en su Índice de Calidad de Vida –ICV- presentado recientemente, en el que evidenció que de 820 hurtos en el 2011 se pasó a 984 en el 2013. Por cada mil habitantes, 227 fueron víctimas de hurtos en la ciudad.
Estas cifras deben poner a pensar a las autoridades en la efectividad y la eficacia de las estrategias que adelantan, porque no son las más efectivas. No podemos permitir que los colegios, donde se educan a los hombres y mujeres que conducirán los destinos de la ciudad en el futuro, se conviertan en lugares inseguros, a los que los docentes van con miedo y sin garantías para enseñar. Y mucho menos, que los estudiantes que de verdad quieren salir adelante, sean contagiados por las malas costumbres de algunos de sus compañeros que no ven otra salida, que la delincuencia. Señor coronel Librero, esto no se soluciona con policías bachilleres en las puertas de los colegios, que son otros jóvenes indefensos, sino con agentes que velen por la seguridad de los colegios.
Lo que faltaba en Valledupar. La delincuencia llegó a los colegios de la ciudad. En menos de diez días tres instituciones han sido víctimas de los ladrones y lo peor, un profesor fue atracado delante de sus alumnos, mientras que en otras sedes se robaron elementos importantes para la actividad educativa. La inseguridad en la […]
Lo que faltaba en Valledupar. La delincuencia llegó a los colegios de la ciudad. En menos de diez días tres instituciones han sido víctimas de los ladrones y lo peor, un profesor fue atracado delante de sus alumnos, mientras que en otras sedes se robaron elementos importantes para la actividad educativa.
La inseguridad en la ciudad es evidente y paradójicamente mientras los índices nacionales bajan, en Valledupar se mantienen y aumentan. Pero lo más preocupante es que se presuma que los hechos delictivos sean cometidos por bandas delincuenciales que tienen entre sus integrantes a estudiantes. La seguridad del alumnado, de los profesores y directivos está en riesgo, y lo más lamentable es que los delincuentes tienen información de primera mano de la ubicación de los equipos tecnológicos y material pedagógico valioso, que en los últimos años ha sido fortalecido con los programas nacionales, departamental y municipal. ¿Cuál será el futuro de los computadores y tabletas que han regalado los gobiernos?
Los celadores que designan para cada colegio no son suficientes para cuidar los bienes de los colegios y mucho menos la integridad de los estudiantes y profesores. Se hace necesario que la Policía Nacional haga un gran esfuerzo para velar por la seguridad de la educación, que está acorralada, especialmente la de los colegios públicos ubicados en comunas con mayores índices de delincuencia, que tanto las autoridades como la ciudadanía saben cuáles son.
Del 2011 al 2013, los casos de hurto han aumentado en Valledupar. El Programa ‘Valledupar Cómo Vamos’ lo demostró en su Índice de Calidad de Vida –ICV- presentado recientemente, en el que evidenció que de 820 hurtos en el 2011 se pasó a 984 en el 2013. Por cada mil habitantes, 227 fueron víctimas de hurtos en la ciudad.
Estas cifras deben poner a pensar a las autoridades en la efectividad y la eficacia de las estrategias que adelantan, porque no son las más efectivas. No podemos permitir que los colegios, donde se educan a los hombres y mujeres que conducirán los destinos de la ciudad en el futuro, se conviertan en lugares inseguros, a los que los docentes van con miedo y sin garantías para enseñar. Y mucho menos, que los estudiantes que de verdad quieren salir adelante, sean contagiados por las malas costumbres de algunos de sus compañeros que no ven otra salida, que la delincuencia. Señor coronel Librero, esto no se soluciona con policías bachilleres en las puertas de los colegios, que son otros jóvenes indefensos, sino con agentes que velen por la seguridad de los colegios.