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Judicial - 8 septiembre, 2013

Claman justicia por crimen de Luciano Romero

El miembro sindical de Sinaltrainal, Luciano Romero, asesinado brutalmente por paramilitares en el 2005, es recordado por sus familiares y agremiación, quienes aún esperan justicia.

Luciano Romero Molina fue asesinado por miembros de las AUC. El brutal crimen se convirtió en el estandarte de la lucha sindical de Sinaltrainal.
Luciano Romero Molina fue asesinado por miembros de las AUC. El brutal crimen se convirtió en el estandarte de la lucha sindical de Sinaltrainal.

El próximo 10 de septiembre se cumplirán ocho años del asesinato de Luciano Romero Molina, líder sindical y defensor de los derechos humanos, hecho que se convirtió en un caso emblemático de la lucha sindical en Colombia, en el año 2005.

A Luciano lo asesinaron con sevicia  miembros del bloque Mártires del Cesar, de las Autodefensas Unidas de Colombia, lo mataron con armas blancas, le propinaron cerca de 50 heridas en su cuerpo y por este crimen están condenados varios ex paramilitares: José Ustáriz Acuña, alias ‘Cara de niño’ y Jair Domingo Plata Rodríguez, alias ‘Emiliano’, señalados de ser autores materiales del crimen.

También Jorge Armando Turizo Ibáñez, alias ‘Calabazo’, según alias “Emiliano” quien le asestó las casi 50 puñaladas a Luciano Romero.

Este crimen ha llegado a instancias nacionales e internacionales, sin que se haya condenado o vinculado hasta el momento a autores intelectuales, puesto que según el presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos, Sintrainal Valledupar, Alfonso Barón Sánchez, inicialmente quisieron disfrazar con un robo, lo que fue un homicidio, posteriormente intentaron vincular a la víctima con la guerrilla.

“Luciano fue un perseguido político, él tuvo que salir del país, dejar a su familia abandonada por cuidar su vida, pero volvió y siguió el proceso de lucha.

El día que se desapareció me llamaron temprano y de inmediato comenzamos a hacer llamadas para buscarlo y  por lo menos salvarle la vida, que le perdonaran la vida, pero fue imposible, a las 8 de la mañana ya lo habían masacrado”, dijo Alfonso Barón.

El 10 de septiembre de 2005, Luciano Romero Molina, miembro de Sinaltrainal, había sido despedido de Cicolac, Nestle, en Valledupar y entonces, se había dedicado a manejar un taxi de su propiedad, en horas de la noche; no acostumbraba a desaparecer o a amanecer en otros lugares diferentes a su casa del barrio La Esperanza.

Al parecer lo pasearon por varias partes de la ciudad, hasta llegar a un sector rural del occidente de Valledupar, vía al corregimiento de La Mesa.

“Los autores materiales confesaron en la audiencia cómo lo cogieron, lo amarraron, lo torturaron y apuñalaron, a mí me tocó ser testigo en esa audiencia y el Estado los condenó, pero han sido indolentes en buscar a los autores intelectuales, por eso tenemos una lucha jurídica para que esto se esclarezca”.

Tenían esperanzas que solo fuera un secuestro

“Teníamos la esperanza, pero a las ocho  de la mañana empezamos a preguntar si alguien había visto o sabia de algún cadáver, cuando llegamos a una tienda a la entrada del barrio La Nevada, y allá un carromulero nos dijo que había visto un cuerpo maniatado cuando buscaba un caballo; cuando llegamos ya se lo habían llevado, era el cadáver del compañero Luciano”, dijo Alfonso Barón.

Él y la familia de Luciano, temían que fuera un secuestro, pues sabían que podía sucederle debido a su actividad en el sindicato, sin embargo la realidad fue más dura y cruel, cuando se enteraron de que había sido asesinado a puñaladas.

A Luciano Romero Molina de 49 años, lo asesinaron miembros de las AUC, con una crueldad que fue notable en las audiencias en las que lo autores materiales confesaron. Cerca de 50 puñaladas recibió por supuestamente colaborar con la guerrilla, pero la conclusión de Sinaltrainal es que fueron sus actividades en el sindicato las que lo llevaron a la muerte.

Sabían que había amenazas porque cambiaba su número de teléfono fijo constantemente pero no decía por qué, según manifestó su esposa Ledys, pero ella sabía que su trabajo en el comité acerca de los presos políticos y su visita a las cárceles, le ocasionaban problemas. “Hasta el último día me negó que estaba amenazado, pero luego de su muerte muchos me dijeron que lo llamaban y lo perseguían”.
Varios familiares buscaron a Luciano la madrugada del 11 de septiembre de 2005, en hospitales, clínicas, y las salidas de Valledupar. Ledys Mendoza, pese a que estaba recién operada se disponía recorrer la salida de Valledupar hacia Bosconia, cuando les avisaron que regresaran al Hospital Rosario Pumarejo de López, a la morgue específicamente, puesto que el cuerpo había sido encontrado en el único lugar en donde no se les ocurrió buscar. La salida occidental de la ciudad, hacia la vereda los Cominos de Valerio.

El jardinero 

Su esposa, Ledys Mendoza Mejía,  asegura que Luciano era carismático y lo demuestra con decenas de fotos casuales que demuestran el buen sentido del humor de su esposo; asegura que siempre contestaba el teléfono, y cuando desapareció sin contestar las múltiples llamadas, inmediatamente se preocupó.

“Yo no estaba de acuerdo con su actividad en el sindicato, fueron muchos años de controversia, viajaba mucho, era mucha inseguridad, persecución, me tocó aceptarlo y hasta acompañarlo en sus marchas del sindicato”.

Luciano Romero era miembro del comité permanente de los derechos humanos, de Sinaltrainal, pero su otra profesión y placer era atender a sus tres hijas.

“Para donde quiera que iba lo hacía con todas nosotras, lo molestaban porque siempre andaba con su jardín de rosas como él decía”, agregó Ledys y mencionó que él día de su desaparición dijo jocosamente que saldría a trabajar para buscar la merienda de sus hijas.

El juez de la OIT

Según Sinaltranal, el juez segundo penal del circuito especializado OIT, José Nirio Sánchez ordenó abrir investigación contra los gerentes de Cicolac- Nestlé. Seis funcionarios de esta empresa fueron solicitados por el juzgado pero esta instancia judicial fue suspendida según el sindicato, sorpresivamente.

“Al compañero Luciano lo asesinan y la justicia solo ha operado en los autores materiales y a pesar de que un juez de la República, creado por la unidad de descongestión de la OIT, solicitó que se investigaran a unos dirigentes de Nestlé, no ha sido posible”, aseguró Barón.

Su caso fue presentado ante el tribunal al que él debía asistir

El líder sindical era parte del Tribunal de los Pueblos, que viajaría a Berna, Suiza en octubre de 2005, para declarar las presuntas irregularidades de Nestlé con los trabajadores en Colombia, específicamente en Valledupar, sin embargo fue asesinado un mes antes de ese viaje, entonces su caso se convirtió en un ejemplo ampliamente expuesto en ese evento.

Sinaltrainal acudió a cortes de Estados Unidos y Suiza para encontrar respuestas y justicia en el caso Luciano Romero, sin embargo, el primero de mayo de 2013, la Fiscalía del Canton Vaud en Suiza,  decidió no abrir investigación contra Nestlé S.A, argumentando la prescripción por homicidio involuntario por negligencia, decisión que fue apelada por el sindicato. 

Por Andrés Llamas Nova 
[email protected]

 

Judicial
8 septiembre, 2013

Claman justicia por crimen de Luciano Romero

El miembro sindical de Sinaltrainal, Luciano Romero, asesinado brutalmente por paramilitares en el 2005, es recordado por sus familiares y agremiación, quienes aún esperan justicia.


Luciano Romero Molina fue asesinado por miembros de las AUC. El brutal crimen se convirtió en el estandarte de la lucha sindical de Sinaltrainal.
Luciano Romero Molina fue asesinado por miembros de las AUC. El brutal crimen se convirtió en el estandarte de la lucha sindical de Sinaltrainal.

El próximo 10 de septiembre se cumplirán ocho años del asesinato de Luciano Romero Molina, líder sindical y defensor de los derechos humanos, hecho que se convirtió en un caso emblemático de la lucha sindical en Colombia, en el año 2005.

A Luciano lo asesinaron con sevicia  miembros del bloque Mártires del Cesar, de las Autodefensas Unidas de Colombia, lo mataron con armas blancas, le propinaron cerca de 50 heridas en su cuerpo y por este crimen están condenados varios ex paramilitares: José Ustáriz Acuña, alias ‘Cara de niño’ y Jair Domingo Plata Rodríguez, alias ‘Emiliano’, señalados de ser autores materiales del crimen.

También Jorge Armando Turizo Ibáñez, alias ‘Calabazo’, según alias “Emiliano” quien le asestó las casi 50 puñaladas a Luciano Romero.

Este crimen ha llegado a instancias nacionales e internacionales, sin que se haya condenado o vinculado hasta el momento a autores intelectuales, puesto que según el presidente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Alimentos, Sintrainal Valledupar, Alfonso Barón Sánchez, inicialmente quisieron disfrazar con un robo, lo que fue un homicidio, posteriormente intentaron vincular a la víctima con la guerrilla.

“Luciano fue un perseguido político, él tuvo que salir del país, dejar a su familia abandonada por cuidar su vida, pero volvió y siguió el proceso de lucha.

El día que se desapareció me llamaron temprano y de inmediato comenzamos a hacer llamadas para buscarlo y  por lo menos salvarle la vida, que le perdonaran la vida, pero fue imposible, a las 8 de la mañana ya lo habían masacrado”, dijo Alfonso Barón.

El 10 de septiembre de 2005, Luciano Romero Molina, miembro de Sinaltrainal, había sido despedido de Cicolac, Nestle, en Valledupar y entonces, se había dedicado a manejar un taxi de su propiedad, en horas de la noche; no acostumbraba a desaparecer o a amanecer en otros lugares diferentes a su casa del barrio La Esperanza.

Al parecer lo pasearon por varias partes de la ciudad, hasta llegar a un sector rural del occidente de Valledupar, vía al corregimiento de La Mesa.

“Los autores materiales confesaron en la audiencia cómo lo cogieron, lo amarraron, lo torturaron y apuñalaron, a mí me tocó ser testigo en esa audiencia y el Estado los condenó, pero han sido indolentes en buscar a los autores intelectuales, por eso tenemos una lucha jurídica para que esto se esclarezca”.

Tenían esperanzas que solo fuera un secuestro

“Teníamos la esperanza, pero a las ocho  de la mañana empezamos a preguntar si alguien había visto o sabia de algún cadáver, cuando llegamos a una tienda a la entrada del barrio La Nevada, y allá un carromulero nos dijo que había visto un cuerpo maniatado cuando buscaba un caballo; cuando llegamos ya se lo habían llevado, era el cadáver del compañero Luciano”, dijo Alfonso Barón.

Él y la familia de Luciano, temían que fuera un secuestro, pues sabían que podía sucederle debido a su actividad en el sindicato, sin embargo la realidad fue más dura y cruel, cuando se enteraron de que había sido asesinado a puñaladas.

A Luciano Romero Molina de 49 años, lo asesinaron miembros de las AUC, con una crueldad que fue notable en las audiencias en las que lo autores materiales confesaron. Cerca de 50 puñaladas recibió por supuestamente colaborar con la guerrilla, pero la conclusión de Sinaltrainal es que fueron sus actividades en el sindicato las que lo llevaron a la muerte.

Sabían que había amenazas porque cambiaba su número de teléfono fijo constantemente pero no decía por qué, según manifestó su esposa Ledys, pero ella sabía que su trabajo en el comité acerca de los presos políticos y su visita a las cárceles, le ocasionaban problemas. “Hasta el último día me negó que estaba amenazado, pero luego de su muerte muchos me dijeron que lo llamaban y lo perseguían”.
Varios familiares buscaron a Luciano la madrugada del 11 de septiembre de 2005, en hospitales, clínicas, y las salidas de Valledupar. Ledys Mendoza, pese a que estaba recién operada se disponía recorrer la salida de Valledupar hacia Bosconia, cuando les avisaron que regresaran al Hospital Rosario Pumarejo de López, a la morgue específicamente, puesto que el cuerpo había sido encontrado en el único lugar en donde no se les ocurrió buscar. La salida occidental de la ciudad, hacia la vereda los Cominos de Valerio.

El jardinero 

Su esposa, Ledys Mendoza Mejía,  asegura que Luciano era carismático y lo demuestra con decenas de fotos casuales que demuestran el buen sentido del humor de su esposo; asegura que siempre contestaba el teléfono, y cuando desapareció sin contestar las múltiples llamadas, inmediatamente se preocupó.

“Yo no estaba de acuerdo con su actividad en el sindicato, fueron muchos años de controversia, viajaba mucho, era mucha inseguridad, persecución, me tocó aceptarlo y hasta acompañarlo en sus marchas del sindicato”.

Luciano Romero era miembro del comité permanente de los derechos humanos, de Sinaltrainal, pero su otra profesión y placer era atender a sus tres hijas.

“Para donde quiera que iba lo hacía con todas nosotras, lo molestaban porque siempre andaba con su jardín de rosas como él decía”, agregó Ledys y mencionó que él día de su desaparición dijo jocosamente que saldría a trabajar para buscar la merienda de sus hijas.

El juez de la OIT

Según Sinaltranal, el juez segundo penal del circuito especializado OIT, José Nirio Sánchez ordenó abrir investigación contra los gerentes de Cicolac- Nestlé. Seis funcionarios de esta empresa fueron solicitados por el juzgado pero esta instancia judicial fue suspendida según el sindicato, sorpresivamente.

“Al compañero Luciano lo asesinan y la justicia solo ha operado en los autores materiales y a pesar de que un juez de la República, creado por la unidad de descongestión de la OIT, solicitó que se investigaran a unos dirigentes de Nestlé, no ha sido posible”, aseguró Barón.

Su caso fue presentado ante el tribunal al que él debía asistir

El líder sindical era parte del Tribunal de los Pueblos, que viajaría a Berna, Suiza en octubre de 2005, para declarar las presuntas irregularidades de Nestlé con los trabajadores en Colombia, específicamente en Valledupar, sin embargo fue asesinado un mes antes de ese viaje, entonces su caso se convirtió en un ejemplo ampliamente expuesto en ese evento.

Sinaltrainal acudió a cortes de Estados Unidos y Suiza para encontrar respuestas y justicia en el caso Luciano Romero, sin embargo, el primero de mayo de 2013, la Fiscalía del Canton Vaud en Suiza,  decidió no abrir investigación contra Nestlé S.A, argumentando la prescripción por homicidio involuntario por negligencia, decisión que fue apelada por el sindicato. 

Por Andrés Llamas Nova 
[email protected]