Figueredo aún no ha sido enviado a la cárcel porque se está a la espera de la respuesta de apelación.
El cirujano Antonio Figueredo, condenado el pasado 20 de febrero a 16 años de cárcel por maltratar física, verbal y psicológicamente a su colega María Paula Pizarro en Bucaramanga, fue autorizado para trabajar en la Clínica de Alta Complejidad del Caribe en Valledupar.
De acuerdo al diario El Tiempo, a pesar de la condena por delitos graves, Figueredo apeló la decisión y actualmente se desempeña como gerente médico y científico en la clínica. Este hecho ha suscitado críticas y ha puesto en el centro del debate la protección de las víctimas y la responsabilidad de las instituciones de salud al contratar a profesionales con antecedentes de violencia y abuso.
Según El Tiempo, la detención domiciliaria de Figueredo se cumplirá directamente en la clínica donde trabaja de lunes a sábado, lo cual ha generado preocupación por la seguridad de otros empleados y pacientes. Además, este caso ha revelado otros incidentes de abuso por parte de Figueredo hacia colegas.
María Paula Pizarro, la víctima principal, se vio obligada a abandonar el país por motivos de seguridad. En declaraciones a El Tiempo, Pizarro describió cómo su relación con Figueredo se tornó abusiva y violenta, especialmente después de la muerte de su abuelo.
“Él me comenzó a llamar la atención a finales de abril del 2021, me involucré con él. La vida de mi abuelo dependía de una cirugía de corazón: esa fue la puerta para una violencia física, verbal y de todas las maneras posibles. Antonio me atendía, me llevaba cosas, me daba regalos; cumplí años, me regalaba cosas. Yo estaba frágil porque en julio murió mi abuelo; él me decía que mi abuelo me lo había enviado para salvarme”, señaló Pizarro.
La decisión del Juzgado 11 Penal del Circuito de Bucaramanga de permitir que Figueredo continúe trabajando ha sido ampliamente criticada por activistas y la comunidad en general.
Figueredo aún no ha sido enviado a la cárcel porque se está a la espera de la respuesta de apelación.
El cirujano Antonio Figueredo, condenado el pasado 20 de febrero a 16 años de cárcel por maltratar física, verbal y psicológicamente a su colega María Paula Pizarro en Bucaramanga, fue autorizado para trabajar en la Clínica de Alta Complejidad del Caribe en Valledupar.
De acuerdo al diario El Tiempo, a pesar de la condena por delitos graves, Figueredo apeló la decisión y actualmente se desempeña como gerente médico y científico en la clínica. Este hecho ha suscitado críticas y ha puesto en el centro del debate la protección de las víctimas y la responsabilidad de las instituciones de salud al contratar a profesionales con antecedentes de violencia y abuso.
Según El Tiempo, la detención domiciliaria de Figueredo se cumplirá directamente en la clínica donde trabaja de lunes a sábado, lo cual ha generado preocupación por la seguridad de otros empleados y pacientes. Además, este caso ha revelado otros incidentes de abuso por parte de Figueredo hacia colegas.
María Paula Pizarro, la víctima principal, se vio obligada a abandonar el país por motivos de seguridad. En declaraciones a El Tiempo, Pizarro describió cómo su relación con Figueredo se tornó abusiva y violenta, especialmente después de la muerte de su abuelo.
“Él me comenzó a llamar la atención a finales de abril del 2021, me involucré con él. La vida de mi abuelo dependía de una cirugía de corazón: esa fue la puerta para una violencia física, verbal y de todas las maneras posibles. Antonio me atendía, me llevaba cosas, me daba regalos; cumplí años, me regalaba cosas. Yo estaba frágil porque en julio murió mi abuelo; él me decía que mi abuelo me lo había enviado para salvarme”, señaló Pizarro.
La decisión del Juzgado 11 Penal del Circuito de Bucaramanga de permitir que Figueredo continúe trabajando ha sido ampliamente criticada por activistas y la comunidad en general.