A la noticia del cierre del restaurante de hamburguesas Burger King en la capital del Cesar, se le suma otra parecida, porque al parecer también cerrará sus puertas Domino’s Pizza.

A propósito de esta situación, EL PILÓN conversó con el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón, quien manifestó que la comunidad no se puede preocupar por el cierre de estas multinacionales porque la capital cesarense se ha posicionado en los primeros lugares del sector comercial.

¿Se deben preocupar los vallenatos por las empresas que han decidido no ofrecer más sus servicios?

Aquí hay que entender que Valledupar es un núcleo regional, donde converge el departamento de La Guajira, el departamento del Cesar y parte del Magdalena. Valledupar es el boom del desarrollo económico en el Caribe colombiano.

Así como muchas empresas toman la decisión de retirarse del territorio para buscar mejores expectativas y rendimientos económicos en otras regiones del país, hay muchas empresas que quieren establecerse en Valledupar. Yo he dicho en los diferentes escenarios a nivel regional y nacional que debemos preparar a Valledupar para enfrentar toda la migración de empresarios de otras regiones del país y del mundo, así que no es para preocuparnos porque algunas empresas o grandes superficies tomen la decisión de retirarse de la ciudad.

¿Usted como director de la Cámara de Comercio de Valledupar, por qué cree que estás organizaciones se retiran?

A veces no han sabido competir en nuestro territorio, aquí a la gente hay que invitarla a modernizar sus empresas, a mejorar al máximo la calidad del servicio, que el usuario salga deleitado porque van a tener mucha competencia.

A mí me preguntan a diario si las grandes superficies afectan a microempresarios, al granero, al tendero, y yo digo no, aquí lo que hay es saber cómo competir.

¿Para esas empresas que siguen en la ciudad, qué les recomienda hacer para poder mantenerse en el sector comercial?

Deben implementar un servicio personalizado, muchas empresas tendrán que convertirse en autos servicios para llamar la atención del usuario o del consumidor; si va a comprar un cepillo de dientes, también mira la posibilidad de comprar la crema, el jabón, el shampoo, es generar expectativas y facilidades de acceso a los bienes y servicios y a la canasta familiar.

¿La comunidad y el gremio de empresarios deben alarmarse ante estos cierres?

Esto no es para alarmarnos, creemos en que Valledupar cada día se va consolidando como una ciudad de negocios, y no es falso todo esto que se viene promocionando. El estudio Business que hace el Banco Mundial ubica a Valledupar como la octava ciudad más fácil para hacer negocios, para hacer empresas.

En ese caso, ¿cómo actuarían las autoridades para garantizar y aumentar estos reconocimientos?

Tenemos que revisar el Plan de Ordenamiento Territorial, mejorar la movilidad de la ciudad, garantizar seguridad, hemos avanzados, los resultados son positivos, pero también tenemos que buscar cómo garantizar la calidad de los servicios públicos que se prestan en la ciudad.

¿Cuál es su mensaje ante estas decisiones que pueden abrir un hueco en el sector comercial de la capital del Cesar?

El mensaje es de optimismo. Porque se vayan 2 o 3 empresas no hay caos en la ciudad, ni hay recesión. Aquí el comercio se está fortaleciendo y Valledupar sigue siendo un destino empresarial y comercial para el Caribe y para Colombia.

¿Qué actividades tienen contemplada la Cámara de Comercio?

Se viene una temporada en renovación de matrículas mercantiles, que va hasta el 31 de marzo y la renovación de personas jurídicas no comerciantes, sin ánimo de lucro. Y hasta el 6 de abril viene el proceso de renovación del registro de proponentes. Terminada esta jornada nosotros podemos hacer un balance, si el comercio está estable en Valledupar, si hemos crecido, si hay voluntad de cumplir con estas obligaciones mercantiles establecidas en el Código de Comercio y Policía.

¿Cómo cree usted que se debe enfrentar el comercio informal en Valledupar?

La lucha debe ser frontal contra la ilegalidad; la informalidad no paga impuesto, no genera empleo y se prestan para la competencia desleal y sobre todo para el lavado de activos. Aquí necesitamos son empresas legales, que cumplan con la seguridad social de sus empleados, que generen posibilidades de estudios, formación y capacitación a esos empleados. Que paguen impuestos.

¿Cómo ha sido la recepción de los centros comerciales en Valledupar?

Aquí tenemos el centro comercial Guatapurí, dos etapas totalmente vendidas, prestando un servicio, la gente todavía pendiente de cuántos metros cuadrados hay para la venta. El centro comercial Mayales Plaza, sigue creciendo, Mega Mall abre con un Sao. Tenemos Éxito, Falabella, Home Center. ¿Cuál es la preocupación? Si es que las grandes empresas creen que aquí hay posibilidades y van a venir otras, están explorando la posibilidad y haciendo los estudios socioeconómicos.

Lo que se ha dado en Valledupar no se da en otra ciudad, ni siquiera en Bogotá, que en cinco o seis años tengamos cuatros centros comerciales, de las dimensiones que los tenemos, con empresa de marcas que se han establecido en nuestro territorio.

¿Qué otras empresas le están apostando a la ciudad?

¿Sao por qué viene a la ciudad?, ¿por qué Falabella está pendiente de venir a la ciudad?, hoy día usted ve a la Olímpica abriendo mini mercados en cada una de las comunas de Valledupar y Justo & Bueno como entró a competir con todas esas grandes superficies.

¿Qué falta para que Valledupar se convierta en pionera del comercio y grandes negocios?

El día que nosotros le hagamos las dotaciones y el equipamiento que necesita la ciudad, todas las empresas van a querer venir a hacer sus ferias, sus encuentros, asambleas y foros aquí.

Valledupar es un destino turístico amarrado de un gancho que no tiene otra ciudad del país, la música Vallenata, la cultura vallenata y la cultura ancestral de la Sierra Nevada de Santa Marta, la cercanía con la Ciénega de Zapatosa, no hay otra ciudad con los privilegios que hoy tiene Valledupar y que tiene el departamento del Cesar.

Por Eduardo Moscote
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