Víctor ‘Chiche’ Quintero recibió las fórmulas de la difunta Julia Mieles. Tenía 15 años y, desde entonces, se convirtió en su principal actividad comercial.
La tradición almojabanera en el municipio de La Paz, Cesar, es un legado transmitido a decenas de generaciones. Desde la primera mitad del siglo XX, la historia, la cultura y la economía del territorio se halla atravesada por el exquisito producto que deleita a propios y a foráneos. Como pioneras de esta actividad se destacan Alicia y Dalinda Sierra, Gertrudis Mieles y Magola Zequeira.
Víctor ‘Chiche’ Quintero recibió las fórmulas de la difunta Julia Mieles. Tenía 15 años y, desde entonces, se convirtió en su principal actividad comercial. Es oriundo de Manaure, Cesar; no obstante, ha vivido gran parte de su existencia en La Paz, el pueblo de ‘las calles raras’. Para él, no es menos aplicable el adagio de la tradición popular: <<uno no es de dónde nace sino de dónde se cría>>.
ALEXANDER GUTIÉRREZ/ EL PILÓN
Víctor ‘Chiche’ Quintero recibió las fórmulas de la difunta Julia Mieles. Tenía 15 años y, desde entonces, se convirtió en su principal actividad comercial.
La tradición almojabanera en el municipio de La Paz, Cesar, es un legado transmitido a decenas de generaciones. Desde la primera mitad del siglo XX, la historia, la cultura y la economía del territorio se halla atravesada por el exquisito producto que deleita a propios y a foráneos. Como pioneras de esta actividad se destacan Alicia y Dalinda Sierra, Gertrudis Mieles y Magola Zequeira.
Víctor ‘Chiche’ Quintero recibió las fórmulas de la difunta Julia Mieles. Tenía 15 años y, desde entonces, se convirtió en su principal actividad comercial. Es oriundo de Manaure, Cesar; no obstante, ha vivido gran parte de su existencia en La Paz, el pueblo de ‘las calles raras’. Para él, no es menos aplicable el adagio de la tradición popular: <<uno no es de dónde nace sino de dónde se cría>>.
ALEXANDER GUTIÉRREZ/ EL PILÓN