Para el Jefe Negociador del Gobierno Nacional en los diálogos de paz con el Eln, el cese al fuego que inicia el 1 de octubre tiene un valor simbólico muy importante pero además real.
Con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, se pactó un cese al fuego bilateral que inicia el 1 de octubre y se extiende hasta enero de 2018.
Para el jefe negociador del gobierno, Juan Camilo Restrepo, esto significa que en este proceso de negociaciones se ha dado un primer paso concreto. “No es el final, no es el cese al fuego el fin del conflicto, pero si el inicio de estas conversaciones de paz y ojalá sea promisorio”, acotó.
En el Cesar hay dos estructuras del Eln: el frente José Manuel Martínez Quiroz cuyo epicentro es Becerril, extendiéndose un poco hasta La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, y el frente Camilo Torres Restrepo, establecido en las poblaciones al sur del departamento.
EL PILÓN habló con Restrepo quien explicó lo que significa e implica este nuevo paso en el proceso con la segunda guerrilla más grande del país.
¿Qué significa este cese al fuego y qué se logrará firmar el fin del conflicto con el Eln?
Yo confío en que así sea. No va a ser inmediato, va a tomar un tiempo. Apenas llevamos seis meses de conversaciones públicas, las conversaciones con las Farc tomaron cinco años pero esto es un buen paso y marca un estilo y un derrotero que se irá acrecentando en las conversaciones venideras con hechos concretos con el desarrollo de la agenda. Esperamos que sea el pórtico de entrada a una paz seria con el Eln.
¿Cree que esta guerrilla ya esté preparada para iniciar el recorrido de un proceso de paz y lo que implica el posconflicto en Colombia?
El hecho de que se hayan sentado en una mesa formal para iniciar conversaciones públicas en Quito, es un indicio de que así es. Naturalmente este es un grupo muy concreto, tiene una historia de violencia muy arraigada y esto no va a ser una cosa inmediata llegar a la paz con ellos, pero se ha dado el primer paso.
Teniendo en cuenta el proceso de paz que recientemente se firmó en Colombia con las Farc, ¿Qué estrategias no tomaron para aplicarlo con el Eln?
El Eln es un grupo si bien numéricamente menor que las Farc, tiene un contenido ideológico muy arraigado, muy celoso de que no se les trate como un mero apéndice de las Farc, y tienen sus maneras de negociar, que de ninguna manera aceptan que son homologables todo lo que se hizo en dicho proceso para con ellos. Por ejemplo le cito dos casos:
Las Farc unilateral y voluntariamente renunciaron al secuestro, aun antes de que comenzaran las negociaciones de La Habana, tal no ha sido el caso con el Eln. Solo en el marco de una negociación bilateral se logró ahora que hicieran una renuncia transitoria. Igualmente las Farc cuando comenzaron las negociaciones hicieron una declaración unilateral de cese al fuego, que fue permitiendo el desescalamiento del conflicto muy provechoso, y dos o tres años después condujo al cese al fuego definitivo. El Eln no hace declaraciones unilaterales de cese al fuego sino que las enmarca dentro de una negociación que es lo que se ha concretado esta semana en Quito.
Ustedes han anunciado que serán 15 los protocolos a establecer en este proceso. ¿Cuándo estarán listos?
Estos protocolos tienen que estar listos antes del 1 de octubre, por eso es que se dispuso que el inicio del cese al fuego fuera para esta fecha para dar dos semanas a elaborar esos protocolos que son bastante complejos, desde el punto de vista técnico, que hay que concertarlos con el Eln para que haya la obligación de cumplimiento y en eso ya se está trabajando. Esos protocolos entrarán en vigencia el 1 de octubre junto con el cese al fuego.
Paralelamente a esos protocolos que regulan el desarrollo militar del cese, el Eln contrajo obligaciones de carácter humanitario y el gobierno también. Los compromisos que adquirió el Eln fueron no secuestrar durante el cese al fuego, no atentar contra la infraestructura del país, no sembrar minas antipersonales, no reclutar menores.
De parte del gobierno se adquirió el compromiso de reforzar el estatuto de las alertas tempranas, que es un mecanismo para proteger de mejor manera a los líderes sociales. Así mismo se comprometió a hacer un programa de carácter humanitario para mejorar la condición de la población carcelaria del Eln, que se calcula son unos 450; también velar por que la ley que recientemente judicializó algunos tipos penales de protesta social, se le dé total aplicación y también que ya habiéndose la renuncia del secuestro durante el cese al fuego vamos a iniciar entonces el punto número uno de la agenda, que contiene lo concerniente a la consulta de la ciudadanía como instrumento de nutrir la agenda de negociaciones.
Esos son los compromisos de lado y lado porque el cese al fuego no debe entenderse como un silenciamiento de fusiles durante cuatro meses, sino también como unos primeros pasos para ir desescalando el conflicto y dándole una raigambre más humanitaria y en beneficio de la sociedad civil.
Teniendo en cuenta la marcada presencia del Eln en algunas zonas del Cesar, ¿Este departamento contará con veedores de la ONU en la región?
En estos 15 días que vienen se van a reunir en Quito representantes del Eln y del gobierno nacional para establecer los lugares donde debe haber veedores de la ONU, acompañados de la Iglesia Católica para cuidar la buena marcha del cese al fuego. Los lugares se van a escogen en función de donde haya más conflictividad con este grupo guerrillero, porque el propósito de estos veedores es ver y prevenir todo posible incidente que pueda estropear el cese al fuego.
El centro y sur del Cesar han sido zonas marcadas por esta guerrilla. Sus habitantes han sido testigo de ataques a las fuerzas militares y el último hecho es el robo a un carro de valores por presuntos miembros de esta guerrilla. ¿Esto contradice lo dicho en Quito?
El cese al fuego es para que durante un periodo de tiempo determinado, las hostilidades militares se suspendan entre el Eln y el Ejército, pero no para sanear ni autorizar ningún comportamiento criminal de esta guerrilla. Si algún comportamiento criminal se diera como lo ocurrido en Aguachica esta semana, no está autorizado por el cese al fuego y de darse será reprimido por toda la fuerza de la ley y la justicia, porque ningún metro cuadrado del territorio colombiano está vedado a las fuerzas militares para actuar en función de sus responsabilidades. Esto es un esquema diferente al del Caguán, ningún centímetro le está vedado a las fuerzas de seguridad y orden del país.
Otra cosa que ocurre en el Cesar es que los campesinos de la zona de la serranía de Perijá, constantemente denuncian que el Ejército Nacional captura personas haciéndolas pasar como miembros del Eln. ¿Cómo atender las protestas de estos campesinos que están estigmatizadas como guerrilleros?
Habría que ver los casos concretos, pero si hubiere queja de lado y lado o de la sociedad civil, para eso son los mecanismos de veeduría y que serán puesto en un mecanismo tripartito a nivel nacional para que ese tipo de quejas se tomen en cuenta y se eviten y no generen incidentes que puedan poner en peligro la credibilidad y estabilidad del cese al fuego.
Andreina Bandera/ EL PILÓN
[email protected]
Para el Jefe Negociador del Gobierno Nacional en los diálogos de paz con el Eln, el cese al fuego que inicia el 1 de octubre tiene un valor simbólico muy importante pero además real.
Con el fin de suscribir un acuerdo final para terminar el conflicto armado y acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln, se pactó un cese al fuego bilateral que inicia el 1 de octubre y se extiende hasta enero de 2018.
Para el jefe negociador del gobierno, Juan Camilo Restrepo, esto significa que en este proceso de negociaciones se ha dado un primer paso concreto. “No es el final, no es el cese al fuego el fin del conflicto, pero si el inicio de estas conversaciones de paz y ojalá sea promisorio”, acotó.
En el Cesar hay dos estructuras del Eln: el frente José Manuel Martínez Quiroz cuyo epicentro es Becerril, extendiéndose un poco hasta La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, y el frente Camilo Torres Restrepo, establecido en las poblaciones al sur del departamento.
EL PILÓN habló con Restrepo quien explicó lo que significa e implica este nuevo paso en el proceso con la segunda guerrilla más grande del país.
¿Qué significa este cese al fuego y qué se logrará firmar el fin del conflicto con el Eln?
Yo confío en que así sea. No va a ser inmediato, va a tomar un tiempo. Apenas llevamos seis meses de conversaciones públicas, las conversaciones con las Farc tomaron cinco años pero esto es un buen paso y marca un estilo y un derrotero que se irá acrecentando en las conversaciones venideras con hechos concretos con el desarrollo de la agenda. Esperamos que sea el pórtico de entrada a una paz seria con el Eln.
¿Cree que esta guerrilla ya esté preparada para iniciar el recorrido de un proceso de paz y lo que implica el posconflicto en Colombia?
El hecho de que se hayan sentado en una mesa formal para iniciar conversaciones públicas en Quito, es un indicio de que así es. Naturalmente este es un grupo muy concreto, tiene una historia de violencia muy arraigada y esto no va a ser una cosa inmediata llegar a la paz con ellos, pero se ha dado el primer paso.
Teniendo en cuenta el proceso de paz que recientemente se firmó en Colombia con las Farc, ¿Qué estrategias no tomaron para aplicarlo con el Eln?
El Eln es un grupo si bien numéricamente menor que las Farc, tiene un contenido ideológico muy arraigado, muy celoso de que no se les trate como un mero apéndice de las Farc, y tienen sus maneras de negociar, que de ninguna manera aceptan que son homologables todo lo que se hizo en dicho proceso para con ellos. Por ejemplo le cito dos casos:
Las Farc unilateral y voluntariamente renunciaron al secuestro, aun antes de que comenzaran las negociaciones de La Habana, tal no ha sido el caso con el Eln. Solo en el marco de una negociación bilateral se logró ahora que hicieran una renuncia transitoria. Igualmente las Farc cuando comenzaron las negociaciones hicieron una declaración unilateral de cese al fuego, que fue permitiendo el desescalamiento del conflicto muy provechoso, y dos o tres años después condujo al cese al fuego definitivo. El Eln no hace declaraciones unilaterales de cese al fuego sino que las enmarca dentro de una negociación que es lo que se ha concretado esta semana en Quito.
Ustedes han anunciado que serán 15 los protocolos a establecer en este proceso. ¿Cuándo estarán listos?
Estos protocolos tienen que estar listos antes del 1 de octubre, por eso es que se dispuso que el inicio del cese al fuego fuera para esta fecha para dar dos semanas a elaborar esos protocolos que son bastante complejos, desde el punto de vista técnico, que hay que concertarlos con el Eln para que haya la obligación de cumplimiento y en eso ya se está trabajando. Esos protocolos entrarán en vigencia el 1 de octubre junto con el cese al fuego.
Paralelamente a esos protocolos que regulan el desarrollo militar del cese, el Eln contrajo obligaciones de carácter humanitario y el gobierno también. Los compromisos que adquirió el Eln fueron no secuestrar durante el cese al fuego, no atentar contra la infraestructura del país, no sembrar minas antipersonales, no reclutar menores.
De parte del gobierno se adquirió el compromiso de reforzar el estatuto de las alertas tempranas, que es un mecanismo para proteger de mejor manera a los líderes sociales. Así mismo se comprometió a hacer un programa de carácter humanitario para mejorar la condición de la población carcelaria del Eln, que se calcula son unos 450; también velar por que la ley que recientemente judicializó algunos tipos penales de protesta social, se le dé total aplicación y también que ya habiéndose la renuncia del secuestro durante el cese al fuego vamos a iniciar entonces el punto número uno de la agenda, que contiene lo concerniente a la consulta de la ciudadanía como instrumento de nutrir la agenda de negociaciones.
Esos son los compromisos de lado y lado porque el cese al fuego no debe entenderse como un silenciamiento de fusiles durante cuatro meses, sino también como unos primeros pasos para ir desescalando el conflicto y dándole una raigambre más humanitaria y en beneficio de la sociedad civil.
Teniendo en cuenta la marcada presencia del Eln en algunas zonas del Cesar, ¿Este departamento contará con veedores de la ONU en la región?
En estos 15 días que vienen se van a reunir en Quito representantes del Eln y del gobierno nacional para establecer los lugares donde debe haber veedores de la ONU, acompañados de la Iglesia Católica para cuidar la buena marcha del cese al fuego. Los lugares se van a escogen en función de donde haya más conflictividad con este grupo guerrillero, porque el propósito de estos veedores es ver y prevenir todo posible incidente que pueda estropear el cese al fuego.
El centro y sur del Cesar han sido zonas marcadas por esta guerrilla. Sus habitantes han sido testigo de ataques a las fuerzas militares y el último hecho es el robo a un carro de valores por presuntos miembros de esta guerrilla. ¿Esto contradice lo dicho en Quito?
El cese al fuego es para que durante un periodo de tiempo determinado, las hostilidades militares se suspendan entre el Eln y el Ejército, pero no para sanear ni autorizar ningún comportamiento criminal de esta guerrilla. Si algún comportamiento criminal se diera como lo ocurrido en Aguachica esta semana, no está autorizado por el cese al fuego y de darse será reprimido por toda la fuerza de la ley y la justicia, porque ningún metro cuadrado del territorio colombiano está vedado a las fuerzas militares para actuar en función de sus responsabilidades. Esto es un esquema diferente al del Caguán, ningún centímetro le está vedado a las fuerzas de seguridad y orden del país.
Otra cosa que ocurre en el Cesar es que los campesinos de la zona de la serranía de Perijá, constantemente denuncian que el Ejército Nacional captura personas haciéndolas pasar como miembros del Eln. ¿Cómo atender las protestas de estos campesinos que están estigmatizadas como guerrilleros?
Habría que ver los casos concretos, pero si hubiere queja de lado y lado o de la sociedad civil, para eso son los mecanismos de veeduría y que serán puesto en un mecanismo tripartito a nivel nacional para que ese tipo de quejas se tomen en cuenta y se eviten y no generen incidentes que puedan poner en peligro la credibilidad y estabilidad del cese al fuego.
Andreina Bandera/ EL PILÓN
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