El vil asesinato de dos policías en Río de Oro, Cesar, es solo uno de tantos hechos violentos perpetrados en el departamento del Cesar en el último tiempo.
El más reciente se registró en la vía González-Ocaña, donde hombres armados intentaron secuestrar a la alcaldesa Katherine Mora; sin embargo, terminaron reteniendo por unas horas a su hermano, una empleada y dos escoltas.
Anteriormente, en este mismo municipio de González, un policía que se encontraba participando en una reunión administrativa dentro de la Alcaldía resultó herido, aparentemente por un francotirador que disparó desde un sector montañoso cercano a la sede de la administración municipal.
Asimismo, en el mes de mayo, el Ejército Nacional informó sobre la muerte de dos de sus hombres: uno de ellos, el cabo tercero Esneider Romero, quien fue víctima de la activación de un artefacto explosivo que habría sido instalado, al parecer, por integrantes del ELN, en la vía que conduce de Río de Oro a Aguachica; el otro soldado fallecido fue Diego Rubio, quien murió en medio de un combate con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, en zona rural del municipio de San Martín.
Además, el asesinato del expersonero Jorge Eliécer Rangel Quintero, quien fue asesinado mientras se encontraba en un establecimiento en el municipio de La Gloria, y el secuestro de la expersonera de Tamalameque, Yennis Salazar, ocurrido cuando se movilizaba junto a otras personas en cercanías del corregimiento de Saloa, jurisdicción de Chimichagua.
Sin olvidar el ataque a tiros contra la Subestación de Policía de La Mesa, en el corregimiento de Azúcar Buena, zona rural de Valledupar, y el campo minado hallado en San José de Oriente (La Paz). Estos y otros actos han cobrado vidas y puesto en riesgo a la población cesarense en los últimos meses, despertando el pronunciamiento de los mandatarios.
“Tenemos que entrar a decir que primero nos respondieron los violentos. Esta madrugada, dos policías de mi departamento han sido asesinados. El llamado es oportuno, es urgente, es un SOS desde el Cesar para que el Gobierno nacional y la cúpula militar vengan a acompañarnos, para poder, de alguna manera, evitar que el ataque del día de mañana sea aún más lamentable”, expresó la gobernadora del departamento del Cesar, Elvia Milena Sanjuán.
El alcalde de Río de Oro, Arnoldo Osorio, también rechazó de manera categórica cualquier acto de violencia que atente contra la integridad de los hombres y mujeres de la fuerza pública.
“No podemos permitir que la violencia nos robe lo más hermoso que tenemos: la esperanza, la alegría de un pueblo, el encanto del sur. A quienes hoy están alzados en armas contra el pueblo, les hablo desde el corazón: Río de Oro no quiere más guerra, Río de Oro hoy clama por la paz. Los invito a la conciencia, a bajar las armas, a escuchar el llamado de las madres de esos niños y jóvenes que solo quieren vivir en tranquilidad”, expresó Osorio.
Por Redacción Judicial











