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Columnista - 16 diciembre, 2022

Cerrando y abriendo páginas

Cerrar la página es una frase para culminar cualquier inconveniente, desde temas laborales, familiares y hasta de amoríos. Abrir páginas, puertas y otras cosas, siempre será una mejor noticia, por eso es que ir despidiendo el año, tiene sus cerraduras y aperturas distintas.

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Por Edgardo Mendoza Guerra-Tiro de Chorro

Cerrar la página es una frase para culminar cualquier inconveniente, desde temas laborales, familiares y hasta de amoríos. Abrir páginas, puertas y otras cosas, siempre será una mejor noticia, por eso es que ir despidiendo el año, tiene sus cerraduras y aperturas distintas.

Antes de notícias, obras, convenios, fiestas, tristezas e instantes felices, es bueno reconocer algunos libros leídos de este año para compartir las buenas cosas que siempre nos trae la cultura, sin importar el gusto, la profesión y el interés de lectores, que en nuestro caso tienen variedad de opiniones. Entonces una pequeña muestra para los interesados en cultivar variedad temática con autores también diversos.

Inicio con ‘Delirio Americano’, de Carlos Granés, una investigación histórica y política de América latina con personajes y conexiones reveladoras y contradictorias como José Martí, García Márquez, Juan Domingo Perón, Doris Salcedo y Caetano Veloso, entre otros. Son 517 páginas donde política y cultura se funden, entre lo global y lo local, son miles de versos, anécdotas, situaciones, momentos, traiciones, conveniencias de cómo  ha sido el cruce cultural de pintores, escritores, poetas, religiosos, populistas, libros, y gobiernos de esta parte del patio terrenal.

Bitácora del naufragio, de Mario Mendoza, escrito entre el encierro que dejó el virus letal de nombre inolvidable, páginas sencillas, dicientes de cómo la esperanza jugaba con el miedo y el miedo con toda la humanidad, todas las distorsiones atrapadas en la pesadilla que tantas tristezas nos dejó pero siempre una voz y una pluma para contarlas a su manera. ‘El Infinito en un junco’, desde la invención de los libros  en el mundo antiguo, hasta ‘La aventura de la actualidad’, su autora Irene Vallejo hace un recorrido por la historia de los libros, el alfabeto, las bibliotecas, contadas con humor, erudición y amenidad, y elegancia al decir de Laura Freixas.

‘Los amantes del cuento’, la colección completa en dos tomas de Rubén Fonseca, que incluyen clásicos como ‘Los prisioneros’, Lúcia McCartney, ‘Feliz año nuevo’, ‘El collar del pero’ y ‘El Cobrador’ siguen vigentes. Fonseca, es uno de los escritores brasileños de los últimos cincuenta años, su obra, nunca sabemos a dónde nos va llevar, pasear por sus páginas es recorrer su país y su idioma, pero al igual es la misma América quien pasea. En la misma dimensión, Jorge Luis Borges, sus sucesores incluyen sus cuentos completos en 544 páginas, donde el ciego intelectual argentino y del mundo absorbe el momento de sus infancias e influencias que como siempre son universales.

Cierro, por ahora,  con ‘Sobre la alegría de leer’, de Jorge Orlando Melo, un ensayo sobre la lecturabilidad en Colombia, sus realidades y fantasmas, sus primeros momentos y su futuro, pero señala el papel del texto escolar en la educación del país. ‘La Pluralidad del mudo’, una antología de Hannah Arent, la gran pensadora del siglo XX, que sigue vigente entre intelectuales para afrontar las cuestiones de nuestro tiempo, desde el totalitarismo, ‘Origen de la democracia’, ‘Los fundamentos de la educación’ y ‘El problema del mal en la modernidad’. Al final una novelita de Haruki Murakami, Sputnik, ‘Mi amor’, donde el japonés deja  huellas de dos mujeres enamoradas, con sus secretos en una isla griega,  el recuerdo de su país en cada sorbo.

P.D. Valledupar está vestida de verde, relucientes buses nuevos recorren sus viejas calles, con algo de cultura ciudadana ganamos todos. Concha Baracaldo la directora del ICBF que presenta, según los críticos inexperiencia, lástima porque ese nombre en traducción costeña significa muchas vainas. ¿Te imaginas una amiga de Concha Grande, con Vara alta en el poder, además por edad como las gallinas viejas donde hay buenos caldos? ¡Esa vaina es para alquilar la terraza completa!

Columnista
16 diciembre, 2022

Cerrando y abriendo páginas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Edgardo Mendoza Guerra

Cerrar la página es una frase para culminar cualquier inconveniente, desde temas laborales, familiares y hasta de amoríos. Abrir páginas, puertas y otras cosas, siempre será una mejor noticia, por eso es que ir despidiendo el año, tiene sus cerraduras y aperturas distintas.


Por Edgardo Mendoza Guerra-Tiro de Chorro

Cerrar la página es una frase para culminar cualquier inconveniente, desde temas laborales, familiares y hasta de amoríos. Abrir páginas, puertas y otras cosas, siempre será una mejor noticia, por eso es que ir despidiendo el año, tiene sus cerraduras y aperturas distintas.

Antes de notícias, obras, convenios, fiestas, tristezas e instantes felices, es bueno reconocer algunos libros leídos de este año para compartir las buenas cosas que siempre nos trae la cultura, sin importar el gusto, la profesión y el interés de lectores, que en nuestro caso tienen variedad de opiniones. Entonces una pequeña muestra para los interesados en cultivar variedad temática con autores también diversos.

Inicio con ‘Delirio Americano’, de Carlos Granés, una investigación histórica y política de América latina con personajes y conexiones reveladoras y contradictorias como José Martí, García Márquez, Juan Domingo Perón, Doris Salcedo y Caetano Veloso, entre otros. Son 517 páginas donde política y cultura se funden, entre lo global y lo local, son miles de versos, anécdotas, situaciones, momentos, traiciones, conveniencias de cómo  ha sido el cruce cultural de pintores, escritores, poetas, religiosos, populistas, libros, y gobiernos de esta parte del patio terrenal.

Bitácora del naufragio, de Mario Mendoza, escrito entre el encierro que dejó el virus letal de nombre inolvidable, páginas sencillas, dicientes de cómo la esperanza jugaba con el miedo y el miedo con toda la humanidad, todas las distorsiones atrapadas en la pesadilla que tantas tristezas nos dejó pero siempre una voz y una pluma para contarlas a su manera. ‘El Infinito en un junco’, desde la invención de los libros  en el mundo antiguo, hasta ‘La aventura de la actualidad’, su autora Irene Vallejo hace un recorrido por la historia de los libros, el alfabeto, las bibliotecas, contadas con humor, erudición y amenidad, y elegancia al decir de Laura Freixas.

‘Los amantes del cuento’, la colección completa en dos tomas de Rubén Fonseca, que incluyen clásicos como ‘Los prisioneros’, Lúcia McCartney, ‘Feliz año nuevo’, ‘El collar del pero’ y ‘El Cobrador’ siguen vigentes. Fonseca, es uno de los escritores brasileños de los últimos cincuenta años, su obra, nunca sabemos a dónde nos va llevar, pasear por sus páginas es recorrer su país y su idioma, pero al igual es la misma América quien pasea. En la misma dimensión, Jorge Luis Borges, sus sucesores incluyen sus cuentos completos en 544 páginas, donde el ciego intelectual argentino y del mundo absorbe el momento de sus infancias e influencias que como siempre son universales.

Cierro, por ahora,  con ‘Sobre la alegría de leer’, de Jorge Orlando Melo, un ensayo sobre la lecturabilidad en Colombia, sus realidades y fantasmas, sus primeros momentos y su futuro, pero señala el papel del texto escolar en la educación del país. ‘La Pluralidad del mudo’, una antología de Hannah Arent, la gran pensadora del siglo XX, que sigue vigente entre intelectuales para afrontar las cuestiones de nuestro tiempo, desde el totalitarismo, ‘Origen de la democracia’, ‘Los fundamentos de la educación’ y ‘El problema del mal en la modernidad’. Al final una novelita de Haruki Murakami, Sputnik, ‘Mi amor’, donde el japonés deja  huellas de dos mujeres enamoradas, con sus secretos en una isla griega,  el recuerdo de su país en cada sorbo.

P.D. Valledupar está vestida de verde, relucientes buses nuevos recorren sus viejas calles, con algo de cultura ciudadana ganamos todos. Concha Baracaldo la directora del ICBF que presenta, según los críticos inexperiencia, lástima porque ese nombre en traducción costeña significa muchas vainas. ¿Te imaginas una amiga de Concha Grande, con Vara alta en el poder, además por edad como las gallinas viejas donde hay buenos caldos? ¡Esa vaina es para alquilar la terraza completa!