Decisiones políticas han restado importancia a los centros de manzana que históricamente han servido a la comunidad residente del viejo Valledupar. Hoy las disputas y acciones legales son comunes y pretenden buscar la solución a este tema.
Pocos días después de haber publicado en este diario la polémica generada por la construcción de un inmueble en el centro de manzana del barrio Cañaguate, la discusión continúa.
Aunque según lo señalado por Jorge Leonel Rodríguez Cabrales, asesor jurídico del Curador Urbano número dos de Valledupar, “la señora Astrit Romero presentó la documentación requerida conforme a la ley para la expedición de licencia de construcción, la cual fue aprobada en agosto de 2014”. Para los vecinos del predio en cuestión, esta decisión tiene inconsistencias e insisten que el lugar donde está ubicado el lote es un centro de manzana y no debe tener un dueño privado.
Para Dickson Quiroz, propietario de uno de los edificios que limitan con uno de esos patios comunales, “ese lugar para nosotros es un centro de manzana que tiene más de 200 años de uso comunal, e históricamente han sido áreas públicas que están al servicio de los habitantes de la manzana, el municipio no podía vender, ya que hacen parte de la red de callejones del viejo Valledupar”.
Desafortunadamente, este espacio no se respetó y después de la administración de Rodolfo Campo Soto, una decisión política le cambió el uso a los centros de manzana que fueron loteados y vendidos a privados.
El caso del barrio Cañaguate no es el único en la capital cesarense; sin embargo sus vecinos no dejarán pasar por alto esta arbitrariedad, como ellos lo consideran, pues la construcción de la señora Romero está en la mitad del patio comunal, impidiendo la entrada a muchas de las viviendas allí ubicadas.
De acuerdo a lo señalado por Carmenza de Páez, vecina afectada “yo tuve una disputa hace 20 años por la misma razón y en una acción legal una Juez de la República declaró que este centro de manzana es parte de una servidumbre”.
Sin embargo, este documento del que habla Paéz fue presentado por la dueña del lote, Astrit Romero a la Curaduría y ellos no lo consideraron importante pues como afirmó Rodríguez Cabrales, “no era una copia original y es de mucho tiempo atrás, además fue presentado por la dueña del lote y no como reclamación”.
Aunque la Curaduría Urbana 2 considera que los términos para reclamaciones se han vencido, los vecinos del sector presentarán acciones legales para impedir que se siga construyendo, se expropie o se tomen las acciones correspondientes.
Mientras sigue el lío jurídico por esta zona de centro de manzana, los vecinos continuarán con su lucha porque según indicaron este es un bien que le pertenece a toda la comunidad y como tal la defenderán.
María Paula Arango Zambrano / EL PILÓN
Decisiones políticas han restado importancia a los centros de manzana que históricamente han servido a la comunidad residente del viejo Valledupar. Hoy las disputas y acciones legales son comunes y pretenden buscar la solución a este tema.
Pocos días después de haber publicado en este diario la polémica generada por la construcción de un inmueble en el centro de manzana del barrio Cañaguate, la discusión continúa.
Aunque según lo señalado por Jorge Leonel Rodríguez Cabrales, asesor jurídico del Curador Urbano número dos de Valledupar, “la señora Astrit Romero presentó la documentación requerida conforme a la ley para la expedición de licencia de construcción, la cual fue aprobada en agosto de 2014”. Para los vecinos del predio en cuestión, esta decisión tiene inconsistencias e insisten que el lugar donde está ubicado el lote es un centro de manzana y no debe tener un dueño privado.
Para Dickson Quiroz, propietario de uno de los edificios que limitan con uno de esos patios comunales, “ese lugar para nosotros es un centro de manzana que tiene más de 200 años de uso comunal, e históricamente han sido áreas públicas que están al servicio de los habitantes de la manzana, el municipio no podía vender, ya que hacen parte de la red de callejones del viejo Valledupar”.
Desafortunadamente, este espacio no se respetó y después de la administración de Rodolfo Campo Soto, una decisión política le cambió el uso a los centros de manzana que fueron loteados y vendidos a privados.
El caso del barrio Cañaguate no es el único en la capital cesarense; sin embargo sus vecinos no dejarán pasar por alto esta arbitrariedad, como ellos lo consideran, pues la construcción de la señora Romero está en la mitad del patio comunal, impidiendo la entrada a muchas de las viviendas allí ubicadas.
De acuerdo a lo señalado por Carmenza de Páez, vecina afectada “yo tuve una disputa hace 20 años por la misma razón y en una acción legal una Juez de la República declaró que este centro de manzana es parte de una servidumbre”.
Sin embargo, este documento del que habla Paéz fue presentado por la dueña del lote, Astrit Romero a la Curaduría y ellos no lo consideraron importante pues como afirmó Rodríguez Cabrales, “no era una copia original y es de mucho tiempo atrás, además fue presentado por la dueña del lote y no como reclamación”.
Aunque la Curaduría Urbana 2 considera que los términos para reclamaciones se han vencido, los vecinos del sector presentarán acciones legales para impedir que se siga construyendo, se expropie o se tomen las acciones correspondientes.
Mientras sigue el lío jurídico por esta zona de centro de manzana, los vecinos continuarán con su lucha porque según indicaron este es un bien que le pertenece a toda la comunidad y como tal la defenderán.
María Paula Arango Zambrano / EL PILÓN