El imponente nombre del Centro de Convenciones lo propuso en el interior del Consejo Directivo de la Caja de Compensación Familiar del Cesar -Comfacesar- el directivo Miguel Villazón Quintero, idea y propuesta acogida por unanimidad por todos y cada uno de los miembros del Consejo y prontamente ejecutada por el excelente y emprendedor director administrativo […]
El imponente nombre del Centro de Convenciones lo propuso en el interior del Consejo Directivo de la Caja de Compensación Familiar del Cesar -Comfacesar- el directivo Miguel Villazón Quintero, idea y propuesta acogida por unanimidad por todos y cada uno de los miembros del Consejo y prontamente ejecutada por el excelente y emprendedor director administrativo Ernesto Orozco Durán. Y su dinámico grupo de trabajo que lo apoya, como Frank Montero Villegas, coequipero idóneo en la subdirección operativa. Hay ahí, liderazgo institucional y coordinación en el compromiso colectivo.
Para la historia de la Caja y del referente que impone -hacia una mejor ciudad- el modernísimo escenario que se inauguró en la noche del jueves 11 de enero del año que comienza, importa registrar que la obra física fue construida y diseñada por empresas vallenatas: B3D Asociados y Azul Construcciones Minera. Y contó con la interventoría juiciosa a cargo del ingeniero experto ‘Lole’ Maya Martínez.
Acierto destacable la selección del nombre de Centro de Convenciones ‘Crispín Villazón De Armas’ en reconocimiento a un egregio personaje de la ciudad y de la región y de Colombia. Acreditado por sus dotes personales, familiares y sociales. Hombre Intachable. Inteligentísimo y culto.
Ernesto Orozco Durán lo describió con la precisión de lo insuperablemente bien dicho, sin ambages, “…hombre de modales cortesanos y contertulio de altos jerarcas de la política y de la diplomacia, no olvidó nunca sus ancestros campesinos, ni dejó de ser un vallenato de verdad, bohemio, parrandero, sembrador de cafetales, y como nosotros sembrador de sueños. Gloria a su nombre”.
Agradable y funcional infraestructura física, con espacios suficientes y “con una dotación mobiliaria, acústica de servicios de última generación”, cómo refiriera con entonada emoción el director Orozco. Ya no habrá excusas en Valledupar para no propiciar, promover eventos de talla nacional e internacional y la frasecita negativa que “aquí no hay un lugar para hacer un congreso” debe desaparecer por siempre. Desafío para todos a fin de convocar la realización o uso sistemático de actividades de variadas dimensiones y de toda diversidad de público. No solo folklorica o culturales o para artes escénicas, sino científicas y técnicas-tecnologicas.
Comfacesar con este logro e imponente espacio de vista arquitectónica simplemente atrayente, empodera bastante a Valledupar y la dimensiona, en los futuros posibles, esto es, ciudad cuidadosamente culta, académica y también cultural, folclórica y Caribe. De acordeón, caja y guacharaca. Repárese que alrededor de la construcción de escenarios como el que aquí ahora se visibiliza no cabe duda se hace ejercicio para las distintas visiones de la sociedad. Extraordinario que se contribuya a proyecciones de ese jaez.
Por todo lo que viene de decirse, no se puede dejar de mencionar que la sobria ceremonia de inauguración del Centro de Convenciones ‘Crispín Villazón De Armas’ estuvo a la altura de intervenciones hilvanas y coherentes. Adriana Guillen, Presidenta de Asocajas, exhibió perfil de mujer estructurada. El Superintendente de Subsidio Familiar; José Leonardo Rojas, elocuente y convincente. Y el directivo presidente Uriel Navarro, pragmático empresario.
Definitivamente, diligente y pulcro en el actuar y al exponer sus ejecuciones, el exitoso director Ernesto Orozco Durán. Dijo lo que tenía suficientemente que decir, se le escuchó bien y se mostró como ejecutor eficiente y eficaz. Loas para una empresa plural dirigida por hombres con proyección y ejecutorias. ¡Valledupar en el camino de los escenarios posibles!
El imponente nombre del Centro de Convenciones lo propuso en el interior del Consejo Directivo de la Caja de Compensación Familiar del Cesar -Comfacesar- el directivo Miguel Villazón Quintero, idea y propuesta acogida por unanimidad por todos y cada uno de los miembros del Consejo y prontamente ejecutada por el excelente y emprendedor director administrativo […]
El imponente nombre del Centro de Convenciones lo propuso en el interior del Consejo Directivo de la Caja de Compensación Familiar del Cesar -Comfacesar- el directivo Miguel Villazón Quintero, idea y propuesta acogida por unanimidad por todos y cada uno de los miembros del Consejo y prontamente ejecutada por el excelente y emprendedor director administrativo Ernesto Orozco Durán. Y su dinámico grupo de trabajo que lo apoya, como Frank Montero Villegas, coequipero idóneo en la subdirección operativa. Hay ahí, liderazgo institucional y coordinación en el compromiso colectivo.
Para la historia de la Caja y del referente que impone -hacia una mejor ciudad- el modernísimo escenario que se inauguró en la noche del jueves 11 de enero del año que comienza, importa registrar que la obra física fue construida y diseñada por empresas vallenatas: B3D Asociados y Azul Construcciones Minera. Y contó con la interventoría juiciosa a cargo del ingeniero experto ‘Lole’ Maya Martínez.
Acierto destacable la selección del nombre de Centro de Convenciones ‘Crispín Villazón De Armas’ en reconocimiento a un egregio personaje de la ciudad y de la región y de Colombia. Acreditado por sus dotes personales, familiares y sociales. Hombre Intachable. Inteligentísimo y culto.
Ernesto Orozco Durán lo describió con la precisión de lo insuperablemente bien dicho, sin ambages, “…hombre de modales cortesanos y contertulio de altos jerarcas de la política y de la diplomacia, no olvidó nunca sus ancestros campesinos, ni dejó de ser un vallenato de verdad, bohemio, parrandero, sembrador de cafetales, y como nosotros sembrador de sueños. Gloria a su nombre”.
Agradable y funcional infraestructura física, con espacios suficientes y “con una dotación mobiliaria, acústica de servicios de última generación”, cómo refiriera con entonada emoción el director Orozco. Ya no habrá excusas en Valledupar para no propiciar, promover eventos de talla nacional e internacional y la frasecita negativa que “aquí no hay un lugar para hacer un congreso” debe desaparecer por siempre. Desafío para todos a fin de convocar la realización o uso sistemático de actividades de variadas dimensiones y de toda diversidad de público. No solo folklorica o culturales o para artes escénicas, sino científicas y técnicas-tecnologicas.
Comfacesar con este logro e imponente espacio de vista arquitectónica simplemente atrayente, empodera bastante a Valledupar y la dimensiona, en los futuros posibles, esto es, ciudad cuidadosamente culta, académica y también cultural, folclórica y Caribe. De acordeón, caja y guacharaca. Repárese que alrededor de la construcción de escenarios como el que aquí ahora se visibiliza no cabe duda se hace ejercicio para las distintas visiones de la sociedad. Extraordinario que se contribuya a proyecciones de ese jaez.
Por todo lo que viene de decirse, no se puede dejar de mencionar que la sobria ceremonia de inauguración del Centro de Convenciones ‘Crispín Villazón De Armas’ estuvo a la altura de intervenciones hilvanas y coherentes. Adriana Guillen, Presidenta de Asocajas, exhibió perfil de mujer estructurada. El Superintendente de Subsidio Familiar; José Leonardo Rojas, elocuente y convincente. Y el directivo presidente Uriel Navarro, pragmático empresario.
Definitivamente, diligente y pulcro en el actuar y al exponer sus ejecuciones, el exitoso director Ernesto Orozco Durán. Dijo lo que tenía suficientemente que decir, se le escuchó bien y se mostró como ejecutor eficiente y eficaz. Loas para una empresa plural dirigida por hombres con proyección y ejecutorias. ¡Valledupar en el camino de los escenarios posibles!