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Columnista - 25 junio, 2021

¿Cemento o comida para los vallenatos?

Está absolutamente claro que uno de los oficios o profesión más golpeada por la pandemia del covid-19 es la música; autores, compositores e intérpretes hemos afrontado la peor crisis de la historia. Los unos y los otros dependemos en gran medida de los espectáculos en vivo, que es la mayor fuente de ingresos para los […]

Está absolutamente claro que uno de los oficios o profesión más golpeada por la pandemia del covid-19 es la música; autores, compositores e intérpretes hemos afrontado la peor crisis de la historia. Los unos y los otros dependemos en gran medida de los espectáculos en vivo, que es la mayor fuente de ingresos para los artistas. Las medidas de bioseguridad y en especial aquellas que evitan aglomeraciones y reuniones sociales han contribuido para que en el caso de la música vallenata, y por supuesto de Valledupar y la región, que en buena parte dependemos de ese renglón de la economía, hayamos recibido en estos 16 meses el más duro golpe a las finanzas del hogar.

Vale la pena preguntarse qué han hecho las autoridades municipales y departamentales del Cesar y La Guajira para ayudar a los compositores, músicos y sus familias en casi año y medio de pandemia, ¿alguna autoridad ha pensado en una renta básica, en un auxilio, en préstamos o cualquier otro tipo de apoyo? No sé.   

Lo que sí sabemos es que en Valledupar se inicia la construcción de una de las obras más ambiciosas y más costosas de los últimos tiempos, con una inversión por encima de los 130 mil millones de pesos. La Gobernación del Cesar adjudicó y contrató la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, mientras nuestros músicos se mueren de hambre, el Parque de la Leyenda, la obra más emblemática de la ciudad y de la cultura vallenata, quedó casi como un elefante blanco, a medias, sin mantenimiento y lleno de maleza, bajo la brillante administración del Municipio.

A los políticos y gobernantes costeños les gustan las grandes obras, no importa que queden inconclusas; la pobreza y la miseria nos puede azotar todo lo que quiera, pero nunca hay plata para los proyectos sociales, creo que deben ser los que menos réditos les dejan, ya que es muy difícil que nuestras autoridades piensen en la comida o algún tipo de proyecto productivo que amaine el hambre de nuestra gente.

Lo he reiterado en varias entrevistas que me han hecho sobre la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, creo que es necesario, pero no prioritario en estos momentos de tanta dificultad económica de nuestra gente. Me pregunto ¿por qué nuestros gobernantes pueden ser tan obtusos como para dejar inconclusa la obra más importante y valiosa de nuestro entorno, como lo es el Parque de la Leyenda, y meternos en este embeleco que posiblemente también quede a medias? ¿O acaso la Unesco vetó al Parque de la Leyenda?

COLOFÓN: Me imagino que algunos van a decir que lo que pasa es que el Parque de la Leyenda es una obra municipal y el Centro Cultural de la Música vallenata es una obra departamental, por Dios, luego nuestra constitución no establece que Colombia es una república unitaria, basada en la solidaridad de las personas y en la prevalencia del interés general.  Es absolutamente indispensable que las autoridades de los diversos ordenes territoriales no desatiendan los principios constitucionales de coordinación, concurrencia y subsidiaridad y que, si no los aplican, los organismos de control ejerzan sus funciones, que para eso fueron instituidos.

Columnista
25 junio, 2021

¿Cemento o comida para los vallenatos?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

Está absolutamente claro que uno de los oficios o profesión más golpeada por la pandemia del covid-19 es la música; autores, compositores e intérpretes hemos afrontado la peor crisis de la historia. Los unos y los otros dependemos en gran medida de los espectáculos en vivo, que es la mayor fuente de ingresos para los […]


Está absolutamente claro que uno de los oficios o profesión más golpeada por la pandemia del covid-19 es la música; autores, compositores e intérpretes hemos afrontado la peor crisis de la historia. Los unos y los otros dependemos en gran medida de los espectáculos en vivo, que es la mayor fuente de ingresos para los artistas. Las medidas de bioseguridad y en especial aquellas que evitan aglomeraciones y reuniones sociales han contribuido para que en el caso de la música vallenata, y por supuesto de Valledupar y la región, que en buena parte dependemos de ese renglón de la economía, hayamos recibido en estos 16 meses el más duro golpe a las finanzas del hogar.

Vale la pena preguntarse qué han hecho las autoridades municipales y departamentales del Cesar y La Guajira para ayudar a los compositores, músicos y sus familias en casi año y medio de pandemia, ¿alguna autoridad ha pensado en una renta básica, en un auxilio, en préstamos o cualquier otro tipo de apoyo? No sé.   

Lo que sí sabemos es que en Valledupar se inicia la construcción de una de las obras más ambiciosas y más costosas de los últimos tiempos, con una inversión por encima de los 130 mil millones de pesos. La Gobernación del Cesar adjudicó y contrató la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, mientras nuestros músicos se mueren de hambre, el Parque de la Leyenda, la obra más emblemática de la ciudad y de la cultura vallenata, quedó casi como un elefante blanco, a medias, sin mantenimiento y lleno de maleza, bajo la brillante administración del Municipio.

A los políticos y gobernantes costeños les gustan las grandes obras, no importa que queden inconclusas; la pobreza y la miseria nos puede azotar todo lo que quiera, pero nunca hay plata para los proyectos sociales, creo que deben ser los que menos réditos les dejan, ya que es muy difícil que nuestras autoridades piensen en la comida o algún tipo de proyecto productivo que amaine el hambre de nuestra gente.

Lo he reiterado en varias entrevistas que me han hecho sobre la construcción del Centro Cultural de la Música Vallenata, creo que es necesario, pero no prioritario en estos momentos de tanta dificultad económica de nuestra gente. Me pregunto ¿por qué nuestros gobernantes pueden ser tan obtusos como para dejar inconclusa la obra más importante y valiosa de nuestro entorno, como lo es el Parque de la Leyenda, y meternos en este embeleco que posiblemente también quede a medias? ¿O acaso la Unesco vetó al Parque de la Leyenda?

COLOFÓN: Me imagino que algunos van a decir que lo que pasa es que el Parque de la Leyenda es una obra municipal y el Centro Cultural de la Música vallenata es una obra departamental, por Dios, luego nuestra constitución no establece que Colombia es una república unitaria, basada en la solidaridad de las personas y en la prevalencia del interés general.  Es absolutamente indispensable que las autoridades de los diversos ordenes territoriales no desatiendan los principios constitucionales de coordinación, concurrencia y subsidiaridad y que, si no los aplican, los organismos de control ejerzan sus funciones, que para eso fueron instituidos.