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Columnista - 3 mayo, 2018

Celebración de fantasía

Aunque la celebración de la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata no alcanza a ser el anhelado por ‘La Cacica’ Consuelo Araujo, se puede decir que fue una celebración de fantasía, en la que solo faltó el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, tal como está plasmado en el diseño realizado por […]

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Aunque la celebración de la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata no alcanza a ser el anhelado por ‘La Cacica’ Consuelo Araujo, se puede decir que fue una celebración de fantasía, en la que solo faltó el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, tal como está plasmado en el diseño realizado por el arquitecto Santander Beleño, en una extensión de 23 hectáreas, aledañas a la margen derecha del río Guatapurí, donde queda el Parque Lineal Hurtado, uno de los sitios más bonitos de Valledupar. Lamentablemente, el diseño arquitectónico acogido por ‘La Cacica’ no lo han terminado. Solo han construido el Coliseo Cacique Upar con una capacidad para 40 mil espectadores. Si ‘La Cacica’ estuviera viva (secuestrada y vilmente inmolada por guerrilleros de las Farc el 30 de septiembre de 2001 a la edad de 61 años), lo más probable es que su imaginario del Parque de la Leyenda Vallenata ya se hubiera materializado.

Ya han pasado 16 años del triste fallecimiento de ‘La Cacica’ y nada que se culmina el Parque de la Leyenda Vallenata, su ensueño, que le pusieron su nombre como homenaje a todo lo que hizo y sigue haciendo por la música vallenata. En modo alguno estoy demeritando a todos aquellos que también han sido y siguen siendo grandes baluartes del crecimiento de la música vallenata.

La fascinación de la música vallenata ha puesto a Valledupar como un atractivo turístico, a lo cual poco les ha interesado a la empresa privada, tampoco a los gobernantes del departamento del Cesar ni a los alcaldes del municipio, donde hay tantos sitios con bellezas naturales, principalmente en sus corregimientos del Norte. En verdad, no han sido visionarios en la explotación turística, lógicamente, se requiere alta inversión económica, pero a la vez es inversión social ya que genera enorme fuente de trabajo.

Atanquez, Chemesquemena, Guatapurí provistos de agradables balnearios y paisajes naturales, qué decir de La Mina, Patillal, cercana a La Junta con pésimos carreteables. Badillo, La Vega, Río Seco, Los Corazones, Guacoche, en este pueblo nacieron y vivieron Lorenzo Morales ‘Moralito’, Vicente ‘Chente’ Munive, ambos prominentes juglares del folclor vallenato, el primero tan legendario como Emiliano Zuleta Baquero por sus reconocidas piquerias, el segundo reconocido como ‘El Rey del Merengue’, por sus renombres  en el ámbito de nuestra música, a Guacoche lo pueden convertir en destino turístico. El rezago turístico del municipio de Valledupar es enorme, da grima lo poquito que tiene Patillal con tantos personajes que han engrandecido a la música vallenata.
Ojalá que la ‘Casa en el Aire’, que va a construir el alcalde ‘Tuto Uhía’  en el cerro de Cicolac, sea una buena atracción turística y no un caramanchel que termine como refugio de drogadictos. Los vallenatos guardamos la esperanza de que sea un centro turístico de verdad. Amén.

Columnista
3 mayo, 2018

Celebración de fantasía

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

Aunque la celebración de la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata no alcanza a ser el anhelado por ‘La Cacica’ Consuelo Araujo, se puede decir que fue una celebración de fantasía, en la que solo faltó el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, tal como está plasmado en el diseño realizado por […]


Aunque la celebración de la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata no alcanza a ser el anhelado por ‘La Cacica’ Consuelo Araujo, se puede decir que fue una celebración de fantasía, en la que solo faltó el Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, tal como está plasmado en el diseño realizado por el arquitecto Santander Beleño, en una extensión de 23 hectáreas, aledañas a la margen derecha del río Guatapurí, donde queda el Parque Lineal Hurtado, uno de los sitios más bonitos de Valledupar. Lamentablemente, el diseño arquitectónico acogido por ‘La Cacica’ no lo han terminado. Solo han construido el Coliseo Cacique Upar con una capacidad para 40 mil espectadores. Si ‘La Cacica’ estuviera viva (secuestrada y vilmente inmolada por guerrilleros de las Farc el 30 de septiembre de 2001 a la edad de 61 años), lo más probable es que su imaginario del Parque de la Leyenda Vallenata ya se hubiera materializado.

Ya han pasado 16 años del triste fallecimiento de ‘La Cacica’ y nada que se culmina el Parque de la Leyenda Vallenata, su ensueño, que le pusieron su nombre como homenaje a todo lo que hizo y sigue haciendo por la música vallenata. En modo alguno estoy demeritando a todos aquellos que también han sido y siguen siendo grandes baluartes del crecimiento de la música vallenata.

La fascinación de la música vallenata ha puesto a Valledupar como un atractivo turístico, a lo cual poco les ha interesado a la empresa privada, tampoco a los gobernantes del departamento del Cesar ni a los alcaldes del municipio, donde hay tantos sitios con bellezas naturales, principalmente en sus corregimientos del Norte. En verdad, no han sido visionarios en la explotación turística, lógicamente, se requiere alta inversión económica, pero a la vez es inversión social ya que genera enorme fuente de trabajo.

Atanquez, Chemesquemena, Guatapurí provistos de agradables balnearios y paisajes naturales, qué decir de La Mina, Patillal, cercana a La Junta con pésimos carreteables. Badillo, La Vega, Río Seco, Los Corazones, Guacoche, en este pueblo nacieron y vivieron Lorenzo Morales ‘Moralito’, Vicente ‘Chente’ Munive, ambos prominentes juglares del folclor vallenato, el primero tan legendario como Emiliano Zuleta Baquero por sus reconocidas piquerias, el segundo reconocido como ‘El Rey del Merengue’, por sus renombres  en el ámbito de nuestra música, a Guacoche lo pueden convertir en destino turístico. El rezago turístico del municipio de Valledupar es enorme, da grima lo poquito que tiene Patillal con tantos personajes que han engrandecido a la música vallenata.
Ojalá que la ‘Casa en el Aire’, que va a construir el alcalde ‘Tuto Uhía’  en el cerro de Cicolac, sea una buena atracción turística y no un caramanchel que termine como refugio de drogadictos. Los vallenatos guardamos la esperanza de que sea un centro turístico de verdad. Amén.