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Columnista - 7 junio, 2016

Cassius Marcelus Clay

Este hombre de origen muy humilde, se constituyó en toda una leyenda deportiva al irrumpir al boxeo mundial, ganando la medalla de oro en la categoría semipesado, en Los juegos Olímpicos de Roma, en 1960. A pesar del lauro obtenido por el deportista, esta epopeya no fue tenida en cuenta por sus paisanos gringos racistas, […]

Este hombre de origen muy humilde, se constituyó en toda una leyenda deportiva al irrumpir al boxeo mundial, ganando la medalla de oro en la categoría semipesado, en Los juegos Olímpicos de Roma, en 1960.

A pesar del lauro obtenido por el deportista, esta epopeya no fue tenida en cuenta por sus paisanos gringos racistas, le impidieron ingreso a un restaurante en Kentucky, por ser de raza negra, en protesta, “El más Grande”, como se auto proclamo Clay, lanzó la medalla olímpica al río, dijo “si no sirve para que nos respeten, no debo portarla”.

Hizo una carrera fulgurante como profesional, “El bocazas”, así le llamaban sus enemigos, por locuaz, se coronó campeón del mundo en 1965, venció a Sony Liston, por nocaut en el tercer round, así lo había vaticinado.

Se constituyó en atracción mundial, por sus excentricidades antes durante y después de cada pelea, insultaba y ridiculizaba a sus rivales dentro y fuera del ring, “pico como una avispa y vuelo como mariposa”, decía al describir su estilo de boxeo.

Se negó a prestar el servicio militar, alegó que la gente del Viet Con, no le habían hecho nada para que él, fuera a matarlos, en alusión a la sanguinaria guerra de Estados Unidos contra Vietnam, le fue retirado su cinturón de campeón mundial.

Recuperó el cetro, enfrentó en Manila, Filipinas, a Pipermín Frazer, con el tuvo dos peleas titánicas, perdió la primera y ganó la otra, en la cual estuvo a punto de no salir a pelear en el 15 round, su entrenador, Ángelo Dundee, lo obligó al menos que se levantara cuando sonara la campana, le dijo Dundee, que Frazer, estaba en peores condiciones y no saldría a pelear, así fue, Pipermín, no salió para el último asalto, se quedó sentado.

Se convirtió al islamismo, cambió su nombre de, Cassius Marcelus Clay, dijo que era nombre de esclavos, por, Muhammad Alí, con el que se conoció últimamente.

En el Coliseo el Poliedro de Caracas, alzó una silla para darle a Kent Norton; era una manera de promocionar su próxima pelea, Norton, le partió la mandíbula en el segundo asalto, la pelea duró quinces asaltos, perdió por decisión.

“Don King” promotor de sus peleas, en 1974, organizo la velada contra el noqueador George Foreman, en Kinshasa, Zaire, para que sus hermanos africanos vieran en acción a Alí, asistieron 100 mil personas, inclusive el presidente Mobutu, quien pagó 10 millones de dólares para limpiar la imagen de caníbal de su país, que le había dejado el sátrapa de Idi Amín, recuperó el trono en ocho vibrantes asaltos, saludo a Foreman, después de la pelea peinándose despreocupadamente, fue una manera de decirle, que no le había hecho daño.

Estuvo gratis en Bogotá durante una semana, en 1977, traído por el periodista Germán Castro Caicedo, para una exhibición a beneficio de un hospital de niños, se enfrentó al boxeador colombiano, Bernardo Mercado, había cobrado 20 mil dólares, al final desistió, nuestro” Kid Pambele” tuvo la oportunidad de saludarlo.

Columnista
7 junio, 2016

Cassius Marcelus Clay

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Este hombre de origen muy humilde, se constituyó en toda una leyenda deportiva al irrumpir al boxeo mundial, ganando la medalla de oro en la categoría semipesado, en Los juegos Olímpicos de Roma, en 1960. A pesar del lauro obtenido por el deportista, esta epopeya no fue tenida en cuenta por sus paisanos gringos racistas, […]


Este hombre de origen muy humilde, se constituyó en toda una leyenda deportiva al irrumpir al boxeo mundial, ganando la medalla de oro en la categoría semipesado, en Los juegos Olímpicos de Roma, en 1960.

A pesar del lauro obtenido por el deportista, esta epopeya no fue tenida en cuenta por sus paisanos gringos racistas, le impidieron ingreso a un restaurante en Kentucky, por ser de raza negra, en protesta, “El más Grande”, como se auto proclamo Clay, lanzó la medalla olímpica al río, dijo “si no sirve para que nos respeten, no debo portarla”.

Hizo una carrera fulgurante como profesional, “El bocazas”, así le llamaban sus enemigos, por locuaz, se coronó campeón del mundo en 1965, venció a Sony Liston, por nocaut en el tercer round, así lo había vaticinado.

Se constituyó en atracción mundial, por sus excentricidades antes durante y después de cada pelea, insultaba y ridiculizaba a sus rivales dentro y fuera del ring, “pico como una avispa y vuelo como mariposa”, decía al describir su estilo de boxeo.

Se negó a prestar el servicio militar, alegó que la gente del Viet Con, no le habían hecho nada para que él, fuera a matarlos, en alusión a la sanguinaria guerra de Estados Unidos contra Vietnam, le fue retirado su cinturón de campeón mundial.

Recuperó el cetro, enfrentó en Manila, Filipinas, a Pipermín Frazer, con el tuvo dos peleas titánicas, perdió la primera y ganó la otra, en la cual estuvo a punto de no salir a pelear en el 15 round, su entrenador, Ángelo Dundee, lo obligó al menos que se levantara cuando sonara la campana, le dijo Dundee, que Frazer, estaba en peores condiciones y no saldría a pelear, así fue, Pipermín, no salió para el último asalto, se quedó sentado.

Se convirtió al islamismo, cambió su nombre de, Cassius Marcelus Clay, dijo que era nombre de esclavos, por, Muhammad Alí, con el que se conoció últimamente.

En el Coliseo el Poliedro de Caracas, alzó una silla para darle a Kent Norton; era una manera de promocionar su próxima pelea, Norton, le partió la mandíbula en el segundo asalto, la pelea duró quinces asaltos, perdió por decisión.

“Don King” promotor de sus peleas, en 1974, organizo la velada contra el noqueador George Foreman, en Kinshasa, Zaire, para que sus hermanos africanos vieran en acción a Alí, asistieron 100 mil personas, inclusive el presidente Mobutu, quien pagó 10 millones de dólares para limpiar la imagen de caníbal de su país, que le había dejado el sátrapa de Idi Amín, recuperó el trono en ocho vibrantes asaltos, saludo a Foreman, después de la pelea peinándose despreocupadamente, fue una manera de decirle, que no le había hecho daño.

Estuvo gratis en Bogotá durante una semana, en 1977, traído por el periodista Germán Castro Caicedo, para una exhibición a beneficio de un hospital de niños, se enfrentó al boxeador colombiano, Bernardo Mercado, había cobrado 20 mil dólares, al final desistió, nuestro” Kid Pambele” tuvo la oportunidad de saludarlo.