Mi muy apreciado presidente: quiero recordarle que usted está vivo de milagro porque hubo planes para asesinarlo tal como lo asegura el ex paramilitar Macaco; le recuerdo que sus enemigos nunca creyeron que usted ganaría la presidencia, siempre lo manifestaban.
Mi muy apreciado presidente: quiero recordarle que usted está vivo de milagro porque hubo planes para asesinarlo tal como lo asegura el ex paramilitar Macaco; le recuerdo que sus enemigos nunca creyeron que usted ganaría la presidencia, siempre lo manifestaban.
Ahora que usted ganó contra todo pronóstico, esos fines siguen en pie, un plan Pinochet no se descarta, el hostigamiento a las ejecuciones de sus propuestas de gobierno es total, ya programaron un paro camionero, la intención es defenestrarlo o matarlo, su vida corre peligro porque usted les cerró el grifo del despilfarro y robo del Estado. En su gobierno, sus enemigos están perdiendo mucho dinero porque siempre han vivido vistiéndose de empresarios, sector privado incapaz de generar empleo sin la contratación pública.
Cómo les ha dolido que usted no consuma las bodegas de glifosato que Duque dejó repletas y que no se ejecutara el jugoso contrato de los aviones para asperjar; que usted les quite el manejo de la salud les produce ira, nostalgia y deseos de venganza y que se haya reducido la exportación de cocaína les incomoda.
Por eso presidente, usted tendrá que endurecer sus posiciones, no estamos preparados para vivir una democracia plena donde muchos sufren y pocos gozan; aún nos gusta que nos azoten, nos acostumbraron a la violencia y escorrentías de sangre popular, de hermanos contra hermanos. Les molesta que las salas de urgencias de hospitales y clínicas no estén llenas de heridos y las morgues atestadas de muertos con hijos ajenos.
Lo grave es que muchos también participan de esta degustación trágica y cree que sin muertos no hay gobierno; es increíble que personas que comen una vez al día tengan esta sensación y como borregos cautivos acuden en masa a las sedes políticas de sus verdugos, este es un país de cafres y gentes sin conciencia que disfruta con el sufrimiento y goza del bienestar de sus amos. Esto es para Ripley.
Señor presidente, no se deje encerrar por las falsas noticias y provocaciones de sus enemigos, asuma posiciones más firmes con ellos y con las circunstancias que estos crean porque le van a paralizar al país, el poder lo dan las armas, no la democracia. No sería justo que una minoría político-gremial lo desestabilice cuando más de la mitad de los colombianos que lo elegimos, creemos en usted y lo seguiremos apoyando, no por sectarismo ideológico, sino porque los indicadores socioeconómicos mundiales y cifras del DANE le favorecen; no desmaye en seguir su ruta de justicia social.
La paranoia de analogar nuestro futuro con Venezuela se desvanece cada día y por eso ahora tejen nuevos y perversos argumentos en complicidad con los medios audiovisuales y periodistas y organismos prepagos como la FLIP. Despliegue la fuerza pública para contrarrestar las escaramuzas, usted es el jefe de las FF.MM., sobre todo en algunas regiones del país donde la presencia del Estado es más urgente; en estas confluyen restos de varias organizaciones al margen de la ley, comience por el suroccidente donde persisten grupos violentos de diversa etiología. Claro, estos problemas no son de hoy, vienen desde hace muchas décadas.
Con las disidencias de las Farc y con los reductos de las AUC y análogos, nada hay que conversar, toca someterlas militarmente, no creo que renuncien a un lucrativo negocio a cambio de un carcelazo, nadie haría eso. Además, por lo visto, de este negocio depende un gran sector que maneja el establecimiento, pero daría apariencias de gobernabilidad y calmaría la sed de sangre de algunos sectores coprofílicos.
Insista por un tiempo en sus diálogos con el ELN, pese a la naturaleza escurridiza de este grupo, remiso a negociar con muchos gobiernos, pero la paz es suprema. Trate de hablar más de cerca con los territorios, con los que lo elegimos y ejecute a la brevedad su Plan de Desarrollo. Solo mentes enfermizas creerán que usted está enfermo pero la mayoría creemos que usted está rozagante y que su estabilidad emocional permanece inalterable. No se deje manosear por gobernadores esquiroles, el cambio produce molestias pero es inaplazable.
Por Luis Napoleón de Armas P.
Mi muy apreciado presidente: quiero recordarle que usted está vivo de milagro porque hubo planes para asesinarlo tal como lo asegura el ex paramilitar Macaco; le recuerdo que sus enemigos nunca creyeron que usted ganaría la presidencia, siempre lo manifestaban.
Mi muy apreciado presidente: quiero recordarle que usted está vivo de milagro porque hubo planes para asesinarlo tal como lo asegura el ex paramilitar Macaco; le recuerdo que sus enemigos nunca creyeron que usted ganaría la presidencia, siempre lo manifestaban.
Ahora que usted ganó contra todo pronóstico, esos fines siguen en pie, un plan Pinochet no se descarta, el hostigamiento a las ejecuciones de sus propuestas de gobierno es total, ya programaron un paro camionero, la intención es defenestrarlo o matarlo, su vida corre peligro porque usted les cerró el grifo del despilfarro y robo del Estado. En su gobierno, sus enemigos están perdiendo mucho dinero porque siempre han vivido vistiéndose de empresarios, sector privado incapaz de generar empleo sin la contratación pública.
Cómo les ha dolido que usted no consuma las bodegas de glifosato que Duque dejó repletas y que no se ejecutara el jugoso contrato de los aviones para asperjar; que usted les quite el manejo de la salud les produce ira, nostalgia y deseos de venganza y que se haya reducido la exportación de cocaína les incomoda.
Por eso presidente, usted tendrá que endurecer sus posiciones, no estamos preparados para vivir una democracia plena donde muchos sufren y pocos gozan; aún nos gusta que nos azoten, nos acostumbraron a la violencia y escorrentías de sangre popular, de hermanos contra hermanos. Les molesta que las salas de urgencias de hospitales y clínicas no estén llenas de heridos y las morgues atestadas de muertos con hijos ajenos.
Lo grave es que muchos también participan de esta degustación trágica y cree que sin muertos no hay gobierno; es increíble que personas que comen una vez al día tengan esta sensación y como borregos cautivos acuden en masa a las sedes políticas de sus verdugos, este es un país de cafres y gentes sin conciencia que disfruta con el sufrimiento y goza del bienestar de sus amos. Esto es para Ripley.
Señor presidente, no se deje encerrar por las falsas noticias y provocaciones de sus enemigos, asuma posiciones más firmes con ellos y con las circunstancias que estos crean porque le van a paralizar al país, el poder lo dan las armas, no la democracia. No sería justo que una minoría político-gremial lo desestabilice cuando más de la mitad de los colombianos que lo elegimos, creemos en usted y lo seguiremos apoyando, no por sectarismo ideológico, sino porque los indicadores socioeconómicos mundiales y cifras del DANE le favorecen; no desmaye en seguir su ruta de justicia social.
La paranoia de analogar nuestro futuro con Venezuela se desvanece cada día y por eso ahora tejen nuevos y perversos argumentos en complicidad con los medios audiovisuales y periodistas y organismos prepagos como la FLIP. Despliegue la fuerza pública para contrarrestar las escaramuzas, usted es el jefe de las FF.MM., sobre todo en algunas regiones del país donde la presencia del Estado es más urgente; en estas confluyen restos de varias organizaciones al margen de la ley, comience por el suroccidente donde persisten grupos violentos de diversa etiología. Claro, estos problemas no son de hoy, vienen desde hace muchas décadas.
Con las disidencias de las Farc y con los reductos de las AUC y análogos, nada hay que conversar, toca someterlas militarmente, no creo que renuncien a un lucrativo negocio a cambio de un carcelazo, nadie haría eso. Además, por lo visto, de este negocio depende un gran sector que maneja el establecimiento, pero daría apariencias de gobernabilidad y calmaría la sed de sangre de algunos sectores coprofílicos.
Insista por un tiempo en sus diálogos con el ELN, pese a la naturaleza escurridiza de este grupo, remiso a negociar con muchos gobiernos, pero la paz es suprema. Trate de hablar más de cerca con los territorios, con los que lo elegimos y ejecute a la brevedad su Plan de Desarrollo. Solo mentes enfermizas creerán que usted está enfermo pero la mayoría creemos que usted está rozagante y que su estabilidad emocional permanece inalterable. No se deje manosear por gobernadores esquiroles, el cambio produce molestias pero es inaplazable.
Por Luis Napoleón de Armas P.