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Editorial - 25 febrero, 2020

Carnavales vallenatos pasaron prueba de fuego

La mejor comparsa fue elegida y la coronación de la reina popular se dio en medio de música y disfraces, como cierre de los Carnavales de Valledupar 2020 ¡Vamos todos a gozar!

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La mejor comparsa fue elegida y la coronación de la reina popular se dio en medio de música y disfraces, como cierre de los Carnavales de Valledupar 2020 ¡Vamos todos a gozar!

Así se le dio fin a las populares fiestas que iniciaron el pasado 18 de enero a través de decreto municipal, y que tenían una enorme presión desde la opinión pública por hechos negativos del pasado.

Pero la noche del domingo, en la plaza del barrio Primero de Mayo, no fue más que la confirmación de que estas carnestolendas pueden volver con furor porque en definitiva la comunidad se comportó a la altura y se desmitificó, por lo menos hasta ahora, esa sombra de vandalismo que se posaba sobre los carnavales vallenatos desde hace años.

La primera prueba de fuego, precedida por varias actividades festivas, definitivamente fue el desfile de carrozas. Los carnavales vallenatos no pretenden igualar a Barranquilla.

Ya hemos ilustrado que estas fiestas son centenarias, existen antes que la tradicional fiesta de ‘la arenosa’, aunque en Valledupar habían decaído. Por esta razón en la capital del Cesar hace décadas no se hacía un desfile de este tipo, y debemos decir que la prueba fue pasada con buen puntaje, pues los cientos de asistentes, desde los kioskos de la Ye hasta la plazoleta de la Gobernación del Cesar, no causaron ningún contratiempo.

Enmaicenados, vestidos de colores, cientos de personas y sus carrozas se acomodaron bajo las banderas de los 25 municipios del Cesar para dar testimonio de que estas fiestas pueden llevarse a cabo con cultura. El comercio se desarrolló normalmente por el corredor aunque con la parálisis natural de una caravana de vehículos decorados, motos, bicicletas y personas a pie.

Los comentarios de la nostalgia de algunos carnavaleros de antaño fue de esperanza en que estas fiestas vuelvan y en su disfrute se vio la satisfacción de ver de nuevo los desfiles.

Por supuesto, un gran reto tiene la Fundación Valledupar Tradición y Cultura, organizadora del carnaval. Debe hacer crecer la fiesta que en su versión 2020 sale ganando buena calificación. El reto es organizar más los concursos, convocar más público, obtener más recursos, y organizar logísticamente todo el evento, entre otros.

Se pueden dar por bien servidos. Mientras tanto, es innegable destacar que también es ganadora la Alcaldía de Valledupar, no solo porque los carnavales se desarrollaron y se vinculó mucha gente, barrios y comunas, sino que en medio de un mal momento ocasionado por la inseguridad muchos sectores de opinión criticaron fuertemente al gobierno de Mello Castro por autorizar carnavales cuando aún los hechos delictivos no habían subido las cifras. La percepción empeoró cuando los homicidios y hurtos subieron, y muchos quisieron relacionar el tema con los carnavales.

Unos carnavales con excelente comportamiento ciudadano son ganancia para la Oficina de Cultura que dirige Carlos Liñan Pitre, bajo las directrices de Mello Castro.

Ya vendrán los balances estadísticos, pero indudablemente, así lo evidenciaron hasta los medios: los carnavales vallenatos llegaron con sencillez a un final feliz, con cultura, civismo y alegría. No faltó, claro está, la inconformidad por los resultados de los concursos. Muchos no comparten la decisión de los jurados y allí sí hay un reto para la próxima versión, mayor acierto.

Editorial
25 febrero, 2020

Carnavales vallenatos pasaron prueba de fuego

La mejor comparsa fue elegida y la coronación de la reina popular se dio en medio de música y disfraces, como cierre de los Carnavales de Valledupar 2020 ¡Vamos todos a gozar!


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La mejor comparsa fue elegida y la coronación de la reina popular se dio en medio de música y disfraces, como cierre de los Carnavales de Valledupar 2020 ¡Vamos todos a gozar!

Así se le dio fin a las populares fiestas que iniciaron el pasado 18 de enero a través de decreto municipal, y que tenían una enorme presión desde la opinión pública por hechos negativos del pasado.

Pero la noche del domingo, en la plaza del barrio Primero de Mayo, no fue más que la confirmación de que estas carnestolendas pueden volver con furor porque en definitiva la comunidad se comportó a la altura y se desmitificó, por lo menos hasta ahora, esa sombra de vandalismo que se posaba sobre los carnavales vallenatos desde hace años.

La primera prueba de fuego, precedida por varias actividades festivas, definitivamente fue el desfile de carrozas. Los carnavales vallenatos no pretenden igualar a Barranquilla.

Ya hemos ilustrado que estas fiestas son centenarias, existen antes que la tradicional fiesta de ‘la arenosa’, aunque en Valledupar habían decaído. Por esta razón en la capital del Cesar hace décadas no se hacía un desfile de este tipo, y debemos decir que la prueba fue pasada con buen puntaje, pues los cientos de asistentes, desde los kioskos de la Ye hasta la plazoleta de la Gobernación del Cesar, no causaron ningún contratiempo.

Enmaicenados, vestidos de colores, cientos de personas y sus carrozas se acomodaron bajo las banderas de los 25 municipios del Cesar para dar testimonio de que estas fiestas pueden llevarse a cabo con cultura. El comercio se desarrolló normalmente por el corredor aunque con la parálisis natural de una caravana de vehículos decorados, motos, bicicletas y personas a pie.

Los comentarios de la nostalgia de algunos carnavaleros de antaño fue de esperanza en que estas fiestas vuelvan y en su disfrute se vio la satisfacción de ver de nuevo los desfiles.

Por supuesto, un gran reto tiene la Fundación Valledupar Tradición y Cultura, organizadora del carnaval. Debe hacer crecer la fiesta que en su versión 2020 sale ganando buena calificación. El reto es organizar más los concursos, convocar más público, obtener más recursos, y organizar logísticamente todo el evento, entre otros.

Se pueden dar por bien servidos. Mientras tanto, es innegable destacar que también es ganadora la Alcaldía de Valledupar, no solo porque los carnavales se desarrollaron y se vinculó mucha gente, barrios y comunas, sino que en medio de un mal momento ocasionado por la inseguridad muchos sectores de opinión criticaron fuertemente al gobierno de Mello Castro por autorizar carnavales cuando aún los hechos delictivos no habían subido las cifras. La percepción empeoró cuando los homicidios y hurtos subieron, y muchos quisieron relacionar el tema con los carnavales.

Unos carnavales con excelente comportamiento ciudadano son ganancia para la Oficina de Cultura que dirige Carlos Liñan Pitre, bajo las directrices de Mello Castro.

Ya vendrán los balances estadísticos, pero indudablemente, así lo evidenciaron hasta los medios: los carnavales vallenatos llegaron con sencillez a un final feliz, con cultura, civismo y alegría. No faltó, claro está, la inconformidad por los resultados de los concursos. Muchos no comparten la decisión de los jurados y allí sí hay un reto para la próxima versión, mayor acierto.