En la Radiodifusora Nacional, y durante casi dos décadas, todos los días, de lunes a viernes, Melo Salazar presentó el programa ‘Estampas Vallenatas’, aquel que comenzaba con la inducción de “Colombia canta una de las expresiones más auténticas de su folclor”.
Oriundo de Santa Marta, dueño de una voz sonora y de un estilo muy personal, fue quien introdujo el vallenato a la capital de la República, a donde llegó en el año de 1963, con el propósito de convertirse en abogado, pero por asuntos del destino cambió los códigos y las sentencias por los anuncios y comentarios precisos de un locutor profesional.
Carlos Melo Salazar fue el pionero en transmitir para la tierra de los cachacos el Festival de la Leyenda Vallenata en la década de los ochenta, cuando laboraba con la Radiodifusora Nacional de Colombia.
En el contexto de la radio cultural, Carlos Melo, desde Colombia, aportó una voz universal, revestida de finura y elegancia; y es considerado el único que fue capaz de traer lo provinciano a la capital con un tono tan especial, que casi nadie se resistía a escucharlo.
‘Estampas Vallenatas’
Esas presentaciones singulares de los cantos vallenatos a través de Radio Capital, Radio Juventud y la Radiodifusora Nacional que hiciera Carlos Melo, sedujeron tanto a doña Gloria Valencia de Castaño, que se lo llevó como presentador oficial de música universal en la HJCK. Allí trabajó por más de 20 años, atrapando con su estilo inconfundible, a la gran audiencia de “la inmensa minoría”.
Sin duda, otra de las poderosas razones, para la acogida de esta música, es que a los oyentes, además les daba gusto escuchar la modulación, la educación, el respeto y todo el conocimiento que impartía Carlos Melo de manera “sin igual y siempre igual”, como el delicioso producto que toman los parranderos en épocas del festival.
Muchos que lo escucharon durante varios años todavía no saben de dónde viene Carlos Melo Salazar, pero todos saben que es dueño de una formación universal en materia de música, y muy especialmente, del folclor vallenato. Este locutor samario pronuncia de manera exacta el nombre de cualquier acordeonero provinciano, como también el de cualquiera de los clásicos, sin importar su procedencia.
Carlos Melo es una institución cultural, un hombre íntegro en su quehacer profesional, pero ante todo, es un hombre revestido de decencia y humildad. Quienes lo conocen de cerca, saben que se trata de una persona discreta, que prefiere escuchar antes que hablar, pero que cuando habla, nadie quiere callarlo, por su exquisita manera de hablar y conversar.
Casi a diario, los oyentes de la Radio Nacional llaman a preguntar por el programa ‘Estampas Vallenatas’ y por Carlos Melo Salazar, sencillamente porque las cosas buenas no son fáciles de olvidar. Actualmente, Carlos Melo disfruta al lado de su familia de una merecida jubilación.
Amante del Vallenato
A pesar de sus problemas de salud, aún saca tiempo para escuchar los pocos espacios que se hacen sobre folclor, entre esos el segmento ‘Acento Vallenato’ en la Radio Nacional los días viernes en el programa ‘La señal de la mañana’.
Carlos recuerda con nostalgia las canciones de Leandro Díaz, Alejandro Durán, Pedro García Díaz, Luis Enrique Martínez y otros tantos, hasta donde le permite una memoria que ya no le da para tanto. Afirma que con el paso de los años está más olvidadizo, pero, mirando fijamente al piso manifiesta que de la música vallenata nunca se podrá olvidar.
Desde 1986, y hasta el año 2004, Carlos Melo Salazar transmitió de manera ininterrumpida el Festival de la Leyenda Vallenata a través de la Radiodifusora Nacional, hoy conocida como Radio Nacional de Colombia.
Transmitía, comentaba y analizaba como nadie todas esas historias que inspiraron tantas canciones hermosas. Lograba conversar con los juglares, y como un experto escogía y programaba las canciones más adecuadas a los temas que trataba en sus programas.
Ojalá que el universo cultural y toda la gente involucrada con el vallenato no olvide nunca, y le sepa agradecer apropiadamente a este hombre que con su voz educada y elegante ha sido el más grande difusor de la música vallenata en todos los tiempos. Muchas gracias Carlos Melo Salazar.
Por Eder Nicolás Araújo Arias
En la Radiodifusora Nacional, y durante casi dos décadas, todos los días, de lunes a viernes, Melo Salazar presentó el programa ‘Estampas Vallenatas’, aquel que comenzaba con la inducción de “Colombia canta una de las expresiones más auténticas de su folclor”.
Oriundo de Santa Marta, dueño de una voz sonora y de un estilo muy personal, fue quien introdujo el vallenato a la capital de la República, a donde llegó en el año de 1963, con el propósito de convertirse en abogado, pero por asuntos del destino cambió los códigos y las sentencias por los anuncios y comentarios precisos de un locutor profesional.
Carlos Melo Salazar fue el pionero en transmitir para la tierra de los cachacos el Festival de la Leyenda Vallenata en la década de los ochenta, cuando laboraba con la Radiodifusora Nacional de Colombia.
En el contexto de la radio cultural, Carlos Melo, desde Colombia, aportó una voz universal, revestida de finura y elegancia; y es considerado el único que fue capaz de traer lo provinciano a la capital con un tono tan especial, que casi nadie se resistía a escucharlo.
‘Estampas Vallenatas’
Esas presentaciones singulares de los cantos vallenatos a través de Radio Capital, Radio Juventud y la Radiodifusora Nacional que hiciera Carlos Melo, sedujeron tanto a doña Gloria Valencia de Castaño, que se lo llevó como presentador oficial de música universal en la HJCK. Allí trabajó por más de 20 años, atrapando con su estilo inconfundible, a la gran audiencia de “la inmensa minoría”.
Sin duda, otra de las poderosas razones, para la acogida de esta música, es que a los oyentes, además les daba gusto escuchar la modulación, la educación, el respeto y todo el conocimiento que impartía Carlos Melo de manera “sin igual y siempre igual”, como el delicioso producto que toman los parranderos en épocas del festival.
Muchos que lo escucharon durante varios años todavía no saben de dónde viene Carlos Melo Salazar, pero todos saben que es dueño de una formación universal en materia de música, y muy especialmente, del folclor vallenato. Este locutor samario pronuncia de manera exacta el nombre de cualquier acordeonero provinciano, como también el de cualquiera de los clásicos, sin importar su procedencia.
Carlos Melo es una institución cultural, un hombre íntegro en su quehacer profesional, pero ante todo, es un hombre revestido de decencia y humildad. Quienes lo conocen de cerca, saben que se trata de una persona discreta, que prefiere escuchar antes que hablar, pero que cuando habla, nadie quiere callarlo, por su exquisita manera de hablar y conversar.
Casi a diario, los oyentes de la Radio Nacional llaman a preguntar por el programa ‘Estampas Vallenatas’ y por Carlos Melo Salazar, sencillamente porque las cosas buenas no son fáciles de olvidar. Actualmente, Carlos Melo disfruta al lado de su familia de una merecida jubilación.
Amante del Vallenato
A pesar de sus problemas de salud, aún saca tiempo para escuchar los pocos espacios que se hacen sobre folclor, entre esos el segmento ‘Acento Vallenato’ en la Radio Nacional los días viernes en el programa ‘La señal de la mañana’.
Carlos recuerda con nostalgia las canciones de Leandro Díaz, Alejandro Durán, Pedro García Díaz, Luis Enrique Martínez y otros tantos, hasta donde le permite una memoria que ya no le da para tanto. Afirma que con el paso de los años está más olvidadizo, pero, mirando fijamente al piso manifiesta que de la música vallenata nunca se podrá olvidar.
Desde 1986, y hasta el año 2004, Carlos Melo Salazar transmitió de manera ininterrumpida el Festival de la Leyenda Vallenata a través de la Radiodifusora Nacional, hoy conocida como Radio Nacional de Colombia.
Transmitía, comentaba y analizaba como nadie todas esas historias que inspiraron tantas canciones hermosas. Lograba conversar con los juglares, y como un experto escogía y programaba las canciones más adecuadas a los temas que trataba en sus programas.
Ojalá que el universo cultural y toda la gente involucrada con el vallenato no olvide nunca, y le sepa agradecer apropiadamente a este hombre que con su voz educada y elegante ha sido el más grande difusor de la música vallenata en todos los tiempos. Muchas gracias Carlos Melo Salazar.
Por Eder Nicolás Araújo Arias