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Columnista - 1 julio, 2015

Caramba ¿qué nos está pasando?

Todos los días leo en la prensa nacional y local: alcaldes detenidos, magistrados cuestionados, funcionarios robando ¿Será que no le temen a la cárcel? ¿Será que no respetan a la familia, a sus hijos, a la sociedad? Por favor, basta ya. ¿Por qué no seleccionar a los profesionales más idóneos, con las mejores hojas de […]

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Todos los días leo en la prensa nacional y local: alcaldes detenidos, magistrados cuestionados, funcionarios robando ¿Será que no le temen a la cárcel? ¿Será que no respetan a la familia, a sus hijos, a la sociedad? Por favor, basta ya.

¿Por qué no seleccionar a los profesionales más idóneos, con las mejores hojas de vida; más probos, pulcros, aquellos que nunca han tenido rabo de paja, para ocupar las altas posiciones, o será que estos profesionales se dejan corromper con el dinero?
Por eso hay que fijarse al escoger los candidatos a la gobernación, alcaldías, diputados, concejales y empleados públicos. Aquí tenemos conocimiento que muchos funcionarios entran muy pobres a las administraciones y al poco rato están comprando casas, fincas, ganado, carros para ellos y los hijos y finalmente hacen solicitud al Colegio Bilingüe y quieren entrar al Club Valledupar.

Por eso tenemos que moralizar a los jóvenes y finalmente quisiera preguntar: ¿A estos señores quién los educa? ¿A quién cargarle la responsabilidad de sus desmanes, dónde estudian y quiénes son sus padres? Por favor, dejen de robar y pedir el 30%.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas:
Leo en EL PILÓN que… “En menos de cinco días dos mototaxistas murieron después de sufrir accidentes de tránsito”, no es raro, es pan de cada día y seguirán matándose, por eso he venido sosteniendo que estos irresponsables mototaxistas al salir a tomar deben dejar una orden por escrito para donar sus órganos, cuánta gente no los estará necesitando. Estos mototaxistas y los permanentes accidentes tienen en jaque a nuestra ciudad, Valledupar no puede darse el lujo de seguir dándole la espalda al mototaxismo que amenaza cada día más en tomarse sus calles. El 30% la usa para trabajar, otro 30 a beber y el resto a atracar y robar, además de su comportamiento agresivo.

Ahora que faltan cuatro meses para que los vallenatos vayamos a las urnas, hay que saber escoger a los nuevos mandatarios. El panorama a mi regreso de Bogotá no es muy halagador. Avales dudosos, una melcocha de candidatos, ya no sabemos si son conservadores, liberales, del Centro Democrático, de la U, de izquierda, de derecha, verdes, amarillos o de cualquier otro color, es un sancocho total. Creo que estamos a tiempo para escoger bien a quienes van a manejar los destinos de nuestra ciudad. No está por demás decirles que necesitamos un alcalde exitoso, que le devuelva la dignidad a la ciudadanía, la seguridad, el respeto por el espacio público, el saneamiento de sus finanzas, que cuiden con esmero los dineros públicos y finalmente, sentimiento de pertenencia de nuestra ciudad.

Posdata
Hoy retomo la columna después de estar ausente por un mes y cinco días en Bogotá en control médico. Gracias a Dios que siempre me ha demostrado su amor y cariño, igual gracias al Padre Enrique Iceda y Jesús Alberto por sus plegarias.

Columnista
1 julio, 2015

Caramba ¿qué nos está pasando?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Todos los días leo en la prensa nacional y local: alcaldes detenidos, magistrados cuestionados, funcionarios robando ¿Será que no le temen a la cárcel? ¿Será que no respetan a la familia, a sus hijos, a la sociedad? Por favor, basta ya. ¿Por qué no seleccionar a los profesionales más idóneos, con las mejores hojas de […]


Todos los días leo en la prensa nacional y local: alcaldes detenidos, magistrados cuestionados, funcionarios robando ¿Será que no le temen a la cárcel? ¿Será que no respetan a la familia, a sus hijos, a la sociedad? Por favor, basta ya.

¿Por qué no seleccionar a los profesionales más idóneos, con las mejores hojas de vida; más probos, pulcros, aquellos que nunca han tenido rabo de paja, para ocupar las altas posiciones, o será que estos profesionales se dejan corromper con el dinero?
Por eso hay que fijarse al escoger los candidatos a la gobernación, alcaldías, diputados, concejales y empleados públicos. Aquí tenemos conocimiento que muchos funcionarios entran muy pobres a las administraciones y al poco rato están comprando casas, fincas, ganado, carros para ellos y los hijos y finalmente hacen solicitud al Colegio Bilingüe y quieren entrar al Club Valledupar.

Por eso tenemos que moralizar a los jóvenes y finalmente quisiera preguntar: ¿A estos señores quién los educa? ¿A quién cargarle la responsabilidad de sus desmanes, dónde estudian y quiénes son sus padres? Por favor, dejen de robar y pedir el 30%.

Y como es mi costumbre, trataré otros temitas:
Leo en EL PILÓN que… “En menos de cinco días dos mototaxistas murieron después de sufrir accidentes de tránsito”, no es raro, es pan de cada día y seguirán matándose, por eso he venido sosteniendo que estos irresponsables mototaxistas al salir a tomar deben dejar una orden por escrito para donar sus órganos, cuánta gente no los estará necesitando. Estos mototaxistas y los permanentes accidentes tienen en jaque a nuestra ciudad, Valledupar no puede darse el lujo de seguir dándole la espalda al mototaxismo que amenaza cada día más en tomarse sus calles. El 30% la usa para trabajar, otro 30 a beber y el resto a atracar y robar, además de su comportamiento agresivo.

Ahora que faltan cuatro meses para que los vallenatos vayamos a las urnas, hay que saber escoger a los nuevos mandatarios. El panorama a mi regreso de Bogotá no es muy halagador. Avales dudosos, una melcocha de candidatos, ya no sabemos si son conservadores, liberales, del Centro Democrático, de la U, de izquierda, de derecha, verdes, amarillos o de cualquier otro color, es un sancocho total. Creo que estamos a tiempo para escoger bien a quienes van a manejar los destinos de nuestra ciudad. No está por demás decirles que necesitamos un alcalde exitoso, que le devuelva la dignidad a la ciudadanía, la seguridad, el respeto por el espacio público, el saneamiento de sus finanzas, que cuiden con esmero los dineros públicos y finalmente, sentimiento de pertenencia de nuestra ciudad.

Posdata
Hoy retomo la columna después de estar ausente por un mes y cinco días en Bogotá en control médico. Gracias a Dios que siempre me ha demostrado su amor y cariño, igual gracias al Padre Enrique Iceda y Jesús Alberto por sus plegarias.