Yesika Liceth Pérez trató de ingresar droga a la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar.
Madre cabeza de hogar es acusada de intentar ingresar 82.2 gramos de marihuana a la cárcel de Alta y Mediana seguridad de Valledupar.
En el Juzgado Primero Penal Municipal de Valledupar con Función de Control de Garantías realizó ayer la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento en contra de una mujer que pretendía ingresar a la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, con estupefacientes camuflados en sus genitales.
Se trata de Yesika Liceth Pérez Franco, de 27 años de edad, natural de Barranquilla, residente en el barrio El Rebolo de la capital del Atlántico, quien quedó al descubierto por el olfato de los perros antinarcóticos del Inpec, en el momento que ingresaba a visitar a su compañero sentimental, recluido en esa cárcel.
Posteriormente, al observar la actitud sospechosa de esta mujer los guardianes del Inpec realizaron una requisa de rutina y al verificar llevaba 82.2 gramos de marihuana quedó a disposición de las autoridades competentes como presunta responsable del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
La mujer es madre cabeza de hogar y como se allanó a los cargos imputados por la Fiscalía 25 local, el juez de control de garantías le otorgó el beneficio de la detención domiciliaria.
Yesika Liceth Pérez trató de ingresar droga a la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar.
Madre cabeza de hogar es acusada de intentar ingresar 82.2 gramos de marihuana a la cárcel de Alta y Mediana seguridad de Valledupar.
En el Juzgado Primero Penal Municipal de Valledupar con Función de Control de Garantías realizó ayer la audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento en contra de una mujer que pretendía ingresar a la Penitenciaría de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, con estupefacientes camuflados en sus genitales.
Se trata de Yesika Liceth Pérez Franco, de 27 años de edad, natural de Barranquilla, residente en el barrio El Rebolo de la capital del Atlántico, quien quedó al descubierto por el olfato de los perros antinarcóticos del Inpec, en el momento que ingresaba a visitar a su compañero sentimental, recluido en esa cárcel.
Posteriormente, al observar la actitud sospechosa de esta mujer los guardianes del Inpec realizaron una requisa de rutina y al verificar llevaba 82.2 gramos de marihuana quedó a disposición de las autoridades competentes como presunta responsable del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
La mujer es madre cabeza de hogar y como se allanó a los cargos imputados por la Fiscalía 25 local, el juez de control de garantías le otorgó el beneficio de la detención domiciliaria.