El domingo anterior estuve en la tertulia política con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, a fines de concordar y confrontar los datos que ellos tienen sobre quiénes serán los elegidos en el Cesar. Prevengo a los lectores que se trata de una revelación empírica, que surge de las reflexiones de mis consejeros como analistas […]
El domingo anterior estuve en la tertulia política con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, a fines de concordar y confrontar los datos que ellos tienen sobre quiénes serán los elegidos en el Cesar.
Prevengo a los lectores que se trata de una revelación empírica, que surge de las reflexiones de mis consejeros como analistas políticos, hombres curtidos en las lides de la ciencia política.
Lo primero que hay que decir es que esta elección regional está más compenetrada y comprometida con el poder gobiernista que con la misma democracia.
Exagerando un poco, estas elecciones son como la medición, el pulso, de un gobierno afincado en el partido Centro Democrático que, sin tener poder político regional, está apropiándose de los cargos administrativos para ampliar su cobertura en todo el territorio. Así pasó en el ICBF, Sena, Corpocesar, Unidad de Víctimas, Invías, son casi 50 posiciones regionales que dependen directamente del gobierno central, la mayoría de ellas en poder de los partidos de la U, Liberal y Conservador. Seguramente en un año más, todos serán del CD.
“Se trata de hacer crecer nuestra hegemonía en Colombia y ser la primera fuerza política del Estado; en cada instituto tendrá que estar un miembro del CD, dirigiendo”, dice la fuente.
No sorprende esta estrategia gubernamental de hacer trizas lo poco que queda de nuestra democracia, también han incluido en su agenda la Universidad Popular del Cesar, hasta el extremo que –de manera repentina y sospechosa- el Consejo Superior Universitario sacó al rector Jesús Valencia, quien había sido designado unas semanas antes por el mismo organismo. En los corrillos se afirma que detrás de todo esto está el “omnipotente” congresista Ape Cuello, quien se halaga en decir que no contesta llamadas telefónicas de números desconocidos. Semejante arribismo podría solo compararse con la época del vandalismo en el país (este será tema obligado de otra columna y para ello invitaremos al médico manaurero Antonio Araque, para que nos explique esa patología).
Según mis consejeros periodísticos los resultados de estas elecciones marcarán el derrotero de los partidos de la U, Cambio Radical, pero especialmente del CD que busca vigorizar su fuerza para que no solo quede en manos de su creador Álvaro Uribe.
El otro que quiere mostrar su fuerza política y quien “patrocina” candidatos en varios municipios del Cesar es Didier Lobo, quien ha dicho que en cuatro años el candidato a la gobernación será él, duélale a quien le duela. Dicen que esa revelación no le ha gustado a José Alfredo Gnecco, porque él también quiere la gobernación, para dentro de cuatro años.
Estamos viendo, entonces, no campañas políticas de partidos ofreciendo soluciones sociales para las comunidades. Vemos a candidatos de “barriga” patrocinados (con plata) por los caciques, unos quieren el poder y otros no lo quieren perder.
Incluso, quienes tienen el poder político están tratando de aumentarlo, ya hay un ejemplo aquí en el Cesar de una familia que tiene candidatos a la gobernación, al senado, al concejo y a la asamblea y seguramente elegirá a todos (no hay para que mencionarlos).
Seguramente el señor Luis Alberto Monsalvo será reelegido, por mayoría abrumadora, y Ernesto Orozco será el alcalde de Valledupar, reñido. En Codazzi gana la Alcaldía Aida Álvarez, por foto finish. En La Jagua de Ibirico sale airoso Leonardo Hernández. Mientras que en La Paz triunfa por voto finish el médico Martín Zuleta Mieles y en Becerril Rafael Machado no la tiene muy fácil. Hasta la próxima semana. [email protected]
El domingo anterior estuve en la tertulia política con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, a fines de concordar y confrontar los datos que ellos tienen sobre quiénes serán los elegidos en el Cesar. Prevengo a los lectores que se trata de una revelación empírica, que surge de las reflexiones de mis consejeros como analistas […]
El domingo anterior estuve en la tertulia política con mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan, a fines de concordar y confrontar los datos que ellos tienen sobre quiénes serán los elegidos en el Cesar.
Prevengo a los lectores que se trata de una revelación empírica, que surge de las reflexiones de mis consejeros como analistas políticos, hombres curtidos en las lides de la ciencia política.
Lo primero que hay que decir es que esta elección regional está más compenetrada y comprometida con el poder gobiernista que con la misma democracia.
Exagerando un poco, estas elecciones son como la medición, el pulso, de un gobierno afincado en el partido Centro Democrático que, sin tener poder político regional, está apropiándose de los cargos administrativos para ampliar su cobertura en todo el territorio. Así pasó en el ICBF, Sena, Corpocesar, Unidad de Víctimas, Invías, son casi 50 posiciones regionales que dependen directamente del gobierno central, la mayoría de ellas en poder de los partidos de la U, Liberal y Conservador. Seguramente en un año más, todos serán del CD.
“Se trata de hacer crecer nuestra hegemonía en Colombia y ser la primera fuerza política del Estado; en cada instituto tendrá que estar un miembro del CD, dirigiendo”, dice la fuente.
No sorprende esta estrategia gubernamental de hacer trizas lo poco que queda de nuestra democracia, también han incluido en su agenda la Universidad Popular del Cesar, hasta el extremo que –de manera repentina y sospechosa- el Consejo Superior Universitario sacó al rector Jesús Valencia, quien había sido designado unas semanas antes por el mismo organismo. En los corrillos se afirma que detrás de todo esto está el “omnipotente” congresista Ape Cuello, quien se halaga en decir que no contesta llamadas telefónicas de números desconocidos. Semejante arribismo podría solo compararse con la época del vandalismo en el país (este será tema obligado de otra columna y para ello invitaremos al médico manaurero Antonio Araque, para que nos explique esa patología).
Según mis consejeros periodísticos los resultados de estas elecciones marcarán el derrotero de los partidos de la U, Cambio Radical, pero especialmente del CD que busca vigorizar su fuerza para que no solo quede en manos de su creador Álvaro Uribe.
El otro que quiere mostrar su fuerza política y quien “patrocina” candidatos en varios municipios del Cesar es Didier Lobo, quien ha dicho que en cuatro años el candidato a la gobernación será él, duélale a quien le duela. Dicen que esa revelación no le ha gustado a José Alfredo Gnecco, porque él también quiere la gobernación, para dentro de cuatro años.
Estamos viendo, entonces, no campañas políticas de partidos ofreciendo soluciones sociales para las comunidades. Vemos a candidatos de “barriga” patrocinados (con plata) por los caciques, unos quieren el poder y otros no lo quieren perder.
Incluso, quienes tienen el poder político están tratando de aumentarlo, ya hay un ejemplo aquí en el Cesar de una familia que tiene candidatos a la gobernación, al senado, al concejo y a la asamblea y seguramente elegirá a todos (no hay para que mencionarlos).
Seguramente el señor Luis Alberto Monsalvo será reelegido, por mayoría abrumadora, y Ernesto Orozco será el alcalde de Valledupar, reñido. En Codazzi gana la Alcaldía Aida Álvarez, por foto finish. En La Jagua de Ibirico sale airoso Leonardo Hernández. Mientras que en La Paz triunfa por voto finish el médico Martín Zuleta Mieles y en Becerril Rafael Machado no la tiene muy fácil. Hasta la próxima semana. [email protected]