MEXICO — Los candidatos a la presidencia de México se enfrentarán el domingo a un segundo debate televisivo en medio de un repunte del candidato izquierdista en las encuestas. El segundo y aparente último debate oficial se realizará 21 días antes de las elecciones del 1 de julio en la ciudad de Guadalajara. Andrés Manuel […]
MEXICO — Los candidatos a la presidencia de México se enfrentarán el domingo a un segundo debate televisivo en medio de un repunte del candidato izquierdista en las encuestas.
El segundo y aparente último debate oficial se realizará 21 días antes de las elecciones del 1 de julio en la ciudad de Guadalajara.
Andrés Manuel López Obrador, ubicado hace semanas en un tercer lugar, ha logrado acercarse al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Peña Nieto, quien aún mantiene una amplia preferencia según las encuestas.
Peña Nieto llega con una ventaja de 13 puntos sobre López Obrador, según varias encuestadoras. La candidata oficialista Josefina Vázquez Mota está alrededor de cuatro puntos detrás de López Obrador, quien representa al Partido de la Revolución Democrática.
Los partidos de Peña Nieto y Vázquez Mota esta semana comenzaron a difundir comerciales atacando al candidato que ha cerrado la brecha con el preferido. Lo calificaron de autoritario, violento y un político que “no cree en la democracia”.
Antes el enfoque era recordar a los 80 millones de electores el pasado del PRI, que mantuvo el poder por 71 años hasta su derrota en 2000. Ahora los candidatos han elegido esforzarse en traer a la memoria imágenes de 2006, cuando López Obrador perdió la presidencia por medio punto porcentual, rechazó los resultados y paralizó la ciudad capitalina con numerosas protestas meses después.
En el primer debate de mayo, el blanco del ataque fue Peña Nieto y sus supuestas relaciones con políticos acusados de corrupción y lo señalaron de manipular estadísticas cuando fue gobernador del Estado de México.
Días después salieron a la luz los comerciales contra el candidato izquierdista lo que lo llevó a decir que una guerra sucia había comenzado.
MEXICO — Los candidatos a la presidencia de México se enfrentarán el domingo a un segundo debate televisivo en medio de un repunte del candidato izquierdista en las encuestas. El segundo y aparente último debate oficial se realizará 21 días antes de las elecciones del 1 de julio en la ciudad de Guadalajara. Andrés Manuel […]
MEXICO — Los candidatos a la presidencia de México se enfrentarán el domingo a un segundo debate televisivo en medio de un repunte del candidato izquierdista en las encuestas.
El segundo y aparente último debate oficial se realizará 21 días antes de las elecciones del 1 de julio en la ciudad de Guadalajara.
Andrés Manuel López Obrador, ubicado hace semanas en un tercer lugar, ha logrado acercarse al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Peña Nieto, quien aún mantiene una amplia preferencia según las encuestas.
Peña Nieto llega con una ventaja de 13 puntos sobre López Obrador, según varias encuestadoras. La candidata oficialista Josefina Vázquez Mota está alrededor de cuatro puntos detrás de López Obrador, quien representa al Partido de la Revolución Democrática.
Los partidos de Peña Nieto y Vázquez Mota esta semana comenzaron a difundir comerciales atacando al candidato que ha cerrado la brecha con el preferido. Lo calificaron de autoritario, violento y un político que “no cree en la democracia”.
Antes el enfoque era recordar a los 80 millones de electores el pasado del PRI, que mantuvo el poder por 71 años hasta su derrota en 2000. Ahora los candidatos han elegido esforzarse en traer a la memoria imágenes de 2006, cuando López Obrador perdió la presidencia por medio punto porcentual, rechazó los resultados y paralizó la ciudad capitalina con numerosas protestas meses después.
En el primer debate de mayo, el blanco del ataque fue Peña Nieto y sus supuestas relaciones con políticos acusados de corrupción y lo señalaron de manipular estadísticas cuando fue gobernador del Estado de México.
Días después salieron a la luz los comerciales contra el candidato izquierdista lo que lo llevó a decir que una guerra sucia había comenzado.