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Columnista - 16 octubre, 2010

Canciones que son historias

Por: Julio Mario Celedón Sánchez A veces movilizarnos en bus urbano no es del todo ‘fatal’, las incomodidades que nos pueda causar utilizar este medio de transporte en ciertos momentos se ven compensadas con ciertas situaciones agradables que las amainan, como por ejemplo escuchar en la radio algún tema que nos trae recuerdos o que […]

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Por: Julio Mario Celedón Sánchez

A veces movilizarnos en bus urbano no es del todo ‘fatal’, las incomodidades que nos pueda causar utilizar este medio de transporte en ciertos momentos se ven compensadas con ciertas situaciones agradables que las amainan, como por ejemplo escuchar en la radio algún tema que nos trae recuerdos o que nos ponen a reflexionar.
Así me ocurrió esta semana en Barranquilla cuando sonó la canción ‘Cruz de Navajas’, del grupo español Mecano, que fuera un éxito rotundo en los años 80, es una melodía lenta, supremamente pegajosa, excelentemente instrumentada y magistralmente entonada por Ana Torroja y su ‘almibarada’ pero nada empalagosa voz, lo que a la larga le imprime más dramatismo a la ‘tragedia’ narrada en la letra de esta famosa canción, en donde un hombre absorto en el tedio de un esclavizante trabajo, (un establecimiento nocturno en donde le toca amanecer) llega a su apartamento y sorprende a su mujer con otro, allí viene un desenlace fatal en donde el marido victima de la infidelidad es asesinado por el amante de su esposa y está a su vez le miente a las autoridades aduciéndoles como coartada de que fueron dos drogadictos los autores materiales.
Son canciones en donde se narran historias increíbles y hasta aciagas, pero que lastimosamente se ven en la cotidianidad, el panameño Rubén Blades es un gran narrador de historias en su música, canciones como la del archifamoso ‘Pedro Navaja’,  o ‘Adán García’, quien desesperado por la mala situación atraca un banco con la pistola de agua de su pequeño hijo, muriendo en el intento, o  ‘Plantación Adentro’ en donde se narra la historia de un indígena explotado llamado Camilo Manrique, quien muere a manos de su capataz, el cual le da una ‘garrotera’ dentro de la cómplice espesura del cultivo de café en donde trabajaba, cuando le hacen el dictamen médico se determina que su deceso es por muerte natural, la letra  irónicamente dice que con la golpiza que le dieron obviamente es natural que se muriera.
Las paginas doradas de nuestra música colombiana también tienen sus canciones llenas de historias que parecen más un guión cinematográfico, Joe Arroyo por ejemplo se hizo famoso en España, gracias a su canción ‘Rebelión’ a pesar de que en una estrofa dice ‘español con el alma negra’, Nuestra gran música vallenata es quizás una de las que más historias tiene, dado su origen netamente campesino y su propósito inicial de divulgar historias y noticias a través del canto, sin duda alguna el Maestro Escalona fue un gran cronista, un prodigio de la naturaleza y no hay duda de que nuestro folclor esta ‘plagado’ de hermosos cantos, casi todos historias magistralmente narradas;  creo que muchos compartirán mi opinión acerca de la indiscutible calidad narrativa de las pocas que enumero a continuación, Penas de un soldado, de Héctor Zuleta, Desenlace, de Rafael Manjarrez, María, de Edilberto Daza, El viejo Miguel, de Adolfo Pacheco, La historia de un niño, de Leandro Díaz, El siniestro de Ovejas, de Carlos Araque, Mujer Marchita, de Daniel Celedón, Mujer Conforme, de Máximo Movil y muchas otras que no menciono por cuestiones de espacio, pero aclaro que el listado no es de los cantos más bellos, eso sería difícil, cada cual tiene sus preferidas, simplemente son canciones que por su contexto, por su trama y desenlace parecen más historias que canciones, son narraciones musicalizadas y – sin lugar a discusión- nuestros compositores clásicos son unos expertos en este arte.
julioceledon@hotmail

Columnista
16 octubre, 2010

Canciones que son historias

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Por: Julio Mario Celedón Sánchez A veces movilizarnos en bus urbano no es del todo ‘fatal’, las incomodidades que nos pueda causar utilizar este medio de transporte en ciertos momentos se ven compensadas con ciertas situaciones agradables que las amainan, como por ejemplo escuchar en la radio algún tema que nos trae recuerdos o que […]


Por: Julio Mario Celedón Sánchez

A veces movilizarnos en bus urbano no es del todo ‘fatal’, las incomodidades que nos pueda causar utilizar este medio de transporte en ciertos momentos se ven compensadas con ciertas situaciones agradables que las amainan, como por ejemplo escuchar en la radio algún tema que nos trae recuerdos o que nos ponen a reflexionar.
Así me ocurrió esta semana en Barranquilla cuando sonó la canción ‘Cruz de Navajas’, del grupo español Mecano, que fuera un éxito rotundo en los años 80, es una melodía lenta, supremamente pegajosa, excelentemente instrumentada y magistralmente entonada por Ana Torroja y su ‘almibarada’ pero nada empalagosa voz, lo que a la larga le imprime más dramatismo a la ‘tragedia’ narrada en la letra de esta famosa canción, en donde un hombre absorto en el tedio de un esclavizante trabajo, (un establecimiento nocturno en donde le toca amanecer) llega a su apartamento y sorprende a su mujer con otro, allí viene un desenlace fatal en donde el marido victima de la infidelidad es asesinado por el amante de su esposa y está a su vez le miente a las autoridades aduciéndoles como coartada de que fueron dos drogadictos los autores materiales.
Son canciones en donde se narran historias increíbles y hasta aciagas, pero que lastimosamente se ven en la cotidianidad, el panameño Rubén Blades es un gran narrador de historias en su música, canciones como la del archifamoso ‘Pedro Navaja’,  o ‘Adán García’, quien desesperado por la mala situación atraca un banco con la pistola de agua de su pequeño hijo, muriendo en el intento, o  ‘Plantación Adentro’ en donde se narra la historia de un indígena explotado llamado Camilo Manrique, quien muere a manos de su capataz, el cual le da una ‘garrotera’ dentro de la cómplice espesura del cultivo de café en donde trabajaba, cuando le hacen el dictamen médico se determina que su deceso es por muerte natural, la letra  irónicamente dice que con la golpiza que le dieron obviamente es natural que se muriera.
Las paginas doradas de nuestra música colombiana también tienen sus canciones llenas de historias que parecen más un guión cinematográfico, Joe Arroyo por ejemplo se hizo famoso en España, gracias a su canción ‘Rebelión’ a pesar de que en una estrofa dice ‘español con el alma negra’, Nuestra gran música vallenata es quizás una de las que más historias tiene, dado su origen netamente campesino y su propósito inicial de divulgar historias y noticias a través del canto, sin duda alguna el Maestro Escalona fue un gran cronista, un prodigio de la naturaleza y no hay duda de que nuestro folclor esta ‘plagado’ de hermosos cantos, casi todos historias magistralmente narradas;  creo que muchos compartirán mi opinión acerca de la indiscutible calidad narrativa de las pocas que enumero a continuación, Penas de un soldado, de Héctor Zuleta, Desenlace, de Rafael Manjarrez, María, de Edilberto Daza, El viejo Miguel, de Adolfo Pacheco, La historia de un niño, de Leandro Díaz, El siniestro de Ovejas, de Carlos Araque, Mujer Marchita, de Daniel Celedón, Mujer Conforme, de Máximo Movil y muchas otras que no menciono por cuestiones de espacio, pero aclaro que el listado no es de los cantos más bellos, eso sería difícil, cada cual tiene sus preferidas, simplemente son canciones que por su contexto, por su trama y desenlace parecen más historias que canciones, son narraciones musicalizadas y – sin lugar a discusión- nuestros compositores clásicos son unos expertos en este arte.
julioceledon@hotmail