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Columnista - 29 agosto, 2019

Campañas frías, hallazgos calientes

Algunos comentaristas y periodistas locales preguntaban entre ellos mismos que las campañas en el Cesar y Valledupar siguen frías. Hielo líquido en las gargantas, los voceros de siempre que prepagados incendian el mercado, envejecieron, se enfermaron o no les creen. Bastante fuego en la Amazonía brasileña, en las llanuras bolivianas, o en el África, según […]

Algunos comentaristas y periodistas locales preguntaban entre ellos mismos que las campañas en el Cesar y Valledupar siguen frías. Hielo líquido en las gargantas, los voceros de siempre que prepagados incendian el mercado, envejecieron, se enfermaron o no les creen.

Bastante fuego en la Amazonía brasileña, en las llanuras bolivianas, o en el África, según muestran los noticieros internacionales para acalorar la cosa nuestra. Según los expertos “pidecandelas” de la región, el silencio de las campañas no es un avance en la cultura política, como debiera ser, sino que quienes gritaban pasaron al bando de a quienes se les podía gritar, y los contendores fuertes no tienen el grito ni el insulto en sus agendas, prefieren otras manifestaciones de enamoramiento electoral, entre ellos las cifras, que entre otras cosas muestran realidades, pero la gente en su mayoría quiere circo, denuncias, llamas, alharacas, trapos sucios y lavadoras nuevas, pero con energía prestada o robada como un “citaringazo” más.

También los quejosos dicen que no ven la cantidad de dinero para quienes apoyan a los bandos, no olvidemos que entre la dinámica política está también la movida económica, los chorros de chavos, desde el que pinta vallas y cuida sedes, hasta la compra venta de líderes, un negocio antiguo, confuso y pícaro. Ya nadie se come el cuento que los llamados lideres ponen votos, de vaina logran con suerte agrupar pequeñas masas sin presas, que, como el tamal, preparado así, no convencen. Otros dicen que aburridos de poner los votos, la gran mayoría también pusieron sus nombres a sabiendas que no alcanzaran nada, al final con una sola reunión, se unirán a otros, el negocio es más práctico, es un endosamiento simbólico que algunos creen cierto.

No ha llegado la plata, dicen los candidatos a sus amigos cercanos, está en camino para la próxima semana. Y claro nadie sabe de dónde viene el dinero, pero todos tienen la esperanza, incluso la certeza deque llegará. La fe mueve montañas y con catedral nueva, mucho mejor.

Hay modas nuevas por supuesto, en cada campaña los expertos aconsejan tácticas distintas, copiadas de otros lugares y costumbres, un afiche grande y visible en cada casa es el hit y quien lo cuide es otro empleo. Hoy los candidatos ya no duermen con sus discursos, sino que duermen en los barrios para parecer iguales a los moradores. ¡Tan igualados! Nadie está interesado en calentar campañas, quienes pueden, no tienen el menor interés incendiario, sus resultados electorales dan pena, y ellos lo saben anticipadamente. Otros no tienen verbo, y quienes tienen voz no tienen que cantar. Como falta Nerón en nuestra Roma actual.

Es cierto la vaina está muy fría, quienes esperan suculentos tamales el día de elecciones los espera una simple hayaquita Made in Venezuela y un refresco, que la televisión anuncia que bajó su precio 500 pesitos y 14 sabores para escoger. De todas formas no perdamos la fe. Por la plata no olviden que también bailó el gato.

Dos cositas increíbles para terminar, la bionovela de la UPC arde, encontraron que Valencia es primo de Paloma y que la Vidal es más vital, y la Contraloría Departamental existe, ¡encontró hallazgos en el área metropolitana! Chao agosto.

Columnista
29 agosto, 2019

Campañas frías, hallazgos calientes

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Edgardo Mendoza Guerra

Algunos comentaristas y periodistas locales preguntaban entre ellos mismos que las campañas en el Cesar y Valledupar siguen frías. Hielo líquido en las gargantas, los voceros de siempre que prepagados incendian el mercado, envejecieron, se enfermaron o no les creen. Bastante fuego en la Amazonía brasileña, en las llanuras bolivianas, o en el África, según […]


Algunos comentaristas y periodistas locales preguntaban entre ellos mismos que las campañas en el Cesar y Valledupar siguen frías. Hielo líquido en las gargantas, los voceros de siempre que prepagados incendian el mercado, envejecieron, se enfermaron o no les creen.

Bastante fuego en la Amazonía brasileña, en las llanuras bolivianas, o en el África, según muestran los noticieros internacionales para acalorar la cosa nuestra. Según los expertos “pidecandelas” de la región, el silencio de las campañas no es un avance en la cultura política, como debiera ser, sino que quienes gritaban pasaron al bando de a quienes se les podía gritar, y los contendores fuertes no tienen el grito ni el insulto en sus agendas, prefieren otras manifestaciones de enamoramiento electoral, entre ellos las cifras, que entre otras cosas muestran realidades, pero la gente en su mayoría quiere circo, denuncias, llamas, alharacas, trapos sucios y lavadoras nuevas, pero con energía prestada o robada como un “citaringazo” más.

También los quejosos dicen que no ven la cantidad de dinero para quienes apoyan a los bandos, no olvidemos que entre la dinámica política está también la movida económica, los chorros de chavos, desde el que pinta vallas y cuida sedes, hasta la compra venta de líderes, un negocio antiguo, confuso y pícaro. Ya nadie se come el cuento que los llamados lideres ponen votos, de vaina logran con suerte agrupar pequeñas masas sin presas, que, como el tamal, preparado así, no convencen. Otros dicen que aburridos de poner los votos, la gran mayoría también pusieron sus nombres a sabiendas que no alcanzaran nada, al final con una sola reunión, se unirán a otros, el negocio es más práctico, es un endosamiento simbólico que algunos creen cierto.

No ha llegado la plata, dicen los candidatos a sus amigos cercanos, está en camino para la próxima semana. Y claro nadie sabe de dónde viene el dinero, pero todos tienen la esperanza, incluso la certeza deque llegará. La fe mueve montañas y con catedral nueva, mucho mejor.

Hay modas nuevas por supuesto, en cada campaña los expertos aconsejan tácticas distintas, copiadas de otros lugares y costumbres, un afiche grande y visible en cada casa es el hit y quien lo cuide es otro empleo. Hoy los candidatos ya no duermen con sus discursos, sino que duermen en los barrios para parecer iguales a los moradores. ¡Tan igualados! Nadie está interesado en calentar campañas, quienes pueden, no tienen el menor interés incendiario, sus resultados electorales dan pena, y ellos lo saben anticipadamente. Otros no tienen verbo, y quienes tienen voz no tienen que cantar. Como falta Nerón en nuestra Roma actual.

Es cierto la vaina está muy fría, quienes esperan suculentos tamales el día de elecciones los espera una simple hayaquita Made in Venezuela y un refresco, que la televisión anuncia que bajó su precio 500 pesitos y 14 sabores para escoger. De todas formas no perdamos la fe. Por la plata no olviden que también bailó el gato.

Dos cositas increíbles para terminar, la bionovela de la UPC arde, encontraron que Valencia es primo de Paloma y que la Vidal es más vital, y la Contraloría Departamental existe, ¡encontró hallazgos en el área metropolitana! Chao agosto.