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Columnista - 20 enero, 2022

Camino a Akihabara

El autor de la novela ‘Camino a Akihabara’, nació en Valledupar el 27 de agosto de 1989, sus progenitores Ludys Esther Daza Villegas, pasera, y Marcelo Romero Churio, abogado, político guacochero.

“Con mucho aprecio para mi tío José Manuel. Recuerdo la vez que me llevó a Rancho Klarens. Un abrazo! Marcelo Romero D. 14/12/21”.  Esta es la dedicatoria, que me hizo mi sobrino, Marcelo Romero Daza, en la primera página de su primera novela publicada al final de 2021.

El novel escritor de estilo narrativo anhela hacer el lanzamiento de su primer libro, lo más pronto posible, en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, de Valledupar.

El autor de la novela ‘Camino a Akihabara’, nació en Valledupar el 27 de agosto de 1989, sus progenitores Ludys Esther Daza Villegas, pasera, y Marcelo Romero Churio, abogado, político guacochero, tuvieron tres hijos más (dos varones y dos mujeres), el joven novelista en mención fue el penúltimo, a sus 4 años, su padre murió el 24 de abril de 1994, en un trágico accidente automovilístico ocurrido en una avenida de Valledupar. Marcelo Jr. de aquel momento fatal sale mal herido y requirió de cirugía abdominal para su salvación.  

En abril de 2013, la Universidad Popular del Cesar le otorgó el título de economista. Pero la pasión de Marcelo Jr. es la música; en consecuencia, aprende a tocar piano, bajo, guitarra y batería. Actualmente es integrante de la Sinfónica del Caribe como violonchelista. 

Cuando estudiaba bachillerato comenzó escribiendo cuentos cortos, desde hace unos 5 años escribe guiones para cortometrajes y en febrero de 2020 ganó un concurso de escritura de guiones, cuyo premio mayor fue una beca para estudiar dirección de cine en Congo Films, reconocida escuela de cine de Bogotá.

A mediados de 2019 empezó a escribir la novela ‘Camino a Akihabara’, el confinamiento por la pandemia de covid-19 le sirvió para dedicarle mayor tiempo, terminó de escribirla en el 2020 y fue editada en 2021, después de afrontar las respectivas revisión y corrección. 

Actualmente, mi sobrino escritor cursa maestría en ciencias económicas y empresariales en la universidad de Pamplona. 

Cuando recibí el obsequio de la novela ‘Camino a Akihabara’, me impresionó su volumen de 374 páginas, pues de todos mis sobrinos, que son múltiples, el autor del libro es uno de los más tímidos o introvertidos como suelen llamar a los ensimismados. 

Pensé, ¿qué habrá escrito mi sobrino en un libro tan extenso?, esto me entusiasmó a leerlo y desde el primer capítulo hasta los 18 que contiene ‘Camino a Akihabara’ quedé sorprendido, porque de veras es un compendio de enseñanza holista, en el cual los lectores de todas las edades encuentran el aprendizaje de virtudes, principios y valores morales.

Por ejemplo, en sus primeros capítulos, personas mayores como yo, con educación universitaria y vasta experiencia, cuantificaran, como lo hice yo, la disyunción que hay entre las sucesivas generaciones (padres e hijos y mucho más entre nietos y abuelos), creo que lo único que conocía era el Karaoke, sobre cosplay, cospobre, anime, mangas y cómics de la cultura pop japonesa, que Akihabara parte importante de la ciudad de Tokio, la capital de Japón, es su cuna y que la mayoría de la juventud mundial idolatra y los adultos mayores ignoramos; mejor dicho, total desconexión entre viejos y jóvenes, a pesar de la expansión  de las comunicaciones en los últimos 40 años.

La novela ‘Camino a Akihabara’ ha tenido bastante acogida, los 100 libros de la primera edición ya se agotaron, el autor y la editorial van a imprimir una segunda más cuantiosa, muy necesaria para su anunciado lanzamiento que se había previsto para mediados del pasado diciembre, como lo publicó la periodista Carmen Lucía Mendoza Cuello en EL PILÓN del 3 de diciembre de 2021 y quedó aplazado, cuya fecha todavía no se ha definido.

Mis felicitaciones a mi sobrino por la publicación de ‘Camino a Akihabara’, narrada con lujos de detalles, agradable y edificante su lectura. Mi ferviente deseo es que siga aprendiendo con el mismo empeño, humildad y alta autoestima que le ha permitido superarse, para que su paradigmática madre se sienta complacida del logro de sus hijos que ha cuidado con mucho esmero.                  

Por José Romero Churio

Columnista
20 enero, 2022

Camino a Akihabara

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El autor de la novela ‘Camino a Akihabara’, nació en Valledupar el 27 de agosto de 1989, sus progenitores Ludys Esther Daza Villegas, pasera, y Marcelo Romero Churio, abogado, político guacochero.


“Con mucho aprecio para mi tío José Manuel. Recuerdo la vez que me llevó a Rancho Klarens. Un abrazo! Marcelo Romero D. 14/12/21”.  Esta es la dedicatoria, que me hizo mi sobrino, Marcelo Romero Daza, en la primera página de su primera novela publicada al final de 2021.

El novel escritor de estilo narrativo anhela hacer el lanzamiento de su primer libro, lo más pronto posible, en la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez, de Valledupar.

El autor de la novela ‘Camino a Akihabara’, nació en Valledupar el 27 de agosto de 1989, sus progenitores Ludys Esther Daza Villegas, pasera, y Marcelo Romero Churio, abogado, político guacochero, tuvieron tres hijos más (dos varones y dos mujeres), el joven novelista en mención fue el penúltimo, a sus 4 años, su padre murió el 24 de abril de 1994, en un trágico accidente automovilístico ocurrido en una avenida de Valledupar. Marcelo Jr. de aquel momento fatal sale mal herido y requirió de cirugía abdominal para su salvación.  

En abril de 2013, la Universidad Popular del Cesar le otorgó el título de economista. Pero la pasión de Marcelo Jr. es la música; en consecuencia, aprende a tocar piano, bajo, guitarra y batería. Actualmente es integrante de la Sinfónica del Caribe como violonchelista. 

Cuando estudiaba bachillerato comenzó escribiendo cuentos cortos, desde hace unos 5 años escribe guiones para cortometrajes y en febrero de 2020 ganó un concurso de escritura de guiones, cuyo premio mayor fue una beca para estudiar dirección de cine en Congo Films, reconocida escuela de cine de Bogotá.

A mediados de 2019 empezó a escribir la novela ‘Camino a Akihabara’, el confinamiento por la pandemia de covid-19 le sirvió para dedicarle mayor tiempo, terminó de escribirla en el 2020 y fue editada en 2021, después de afrontar las respectivas revisión y corrección. 

Actualmente, mi sobrino escritor cursa maestría en ciencias económicas y empresariales en la universidad de Pamplona. 

Cuando recibí el obsequio de la novela ‘Camino a Akihabara’, me impresionó su volumen de 374 páginas, pues de todos mis sobrinos, que son múltiples, el autor del libro es uno de los más tímidos o introvertidos como suelen llamar a los ensimismados. 

Pensé, ¿qué habrá escrito mi sobrino en un libro tan extenso?, esto me entusiasmó a leerlo y desde el primer capítulo hasta los 18 que contiene ‘Camino a Akihabara’ quedé sorprendido, porque de veras es un compendio de enseñanza holista, en el cual los lectores de todas las edades encuentran el aprendizaje de virtudes, principios y valores morales.

Por ejemplo, en sus primeros capítulos, personas mayores como yo, con educación universitaria y vasta experiencia, cuantificaran, como lo hice yo, la disyunción que hay entre las sucesivas generaciones (padres e hijos y mucho más entre nietos y abuelos), creo que lo único que conocía era el Karaoke, sobre cosplay, cospobre, anime, mangas y cómics de la cultura pop japonesa, que Akihabara parte importante de la ciudad de Tokio, la capital de Japón, es su cuna y que la mayoría de la juventud mundial idolatra y los adultos mayores ignoramos; mejor dicho, total desconexión entre viejos y jóvenes, a pesar de la expansión  de las comunicaciones en los últimos 40 años.

La novela ‘Camino a Akihabara’ ha tenido bastante acogida, los 100 libros de la primera edición ya se agotaron, el autor y la editorial van a imprimir una segunda más cuantiosa, muy necesaria para su anunciado lanzamiento que se había previsto para mediados del pasado diciembre, como lo publicó la periodista Carmen Lucía Mendoza Cuello en EL PILÓN del 3 de diciembre de 2021 y quedó aplazado, cuya fecha todavía no se ha definido.

Mis felicitaciones a mi sobrino por la publicación de ‘Camino a Akihabara’, narrada con lujos de detalles, agradable y edificante su lectura. Mi ferviente deseo es que siga aprendiendo con el mismo empeño, humildad y alta autoestima que le ha permitido superarse, para que su paradigmática madre se sienta complacida del logro de sus hijos que ha cuidado con mucho esmero.                  

Por José Romero Churio