El 2015 termina en menos de cuatro días, con él se van muchos logros, anhelos y frustraciones; es una época propicia para realizar balances. No crea amigo lector que me refiero a los balances que por estos días realizan los gobernantes (que son abundantes en revistas, pancartas, folletos, vídeos, pero limitados en medición de resultados e impactos), sino que hago alusión a los arqueos personales.

La llegada de un nuevo año es un bálsamo esperanzador para retomar el camino a la tierra prometida. Al respecto, quiero plantear que más allá de lo anecdótico, el cierre y el comienzo de un año debe ser una tarea llena de alegría, pero de gran conciencia personal.

Lastimosamente esta época es sinónimo de regalos, comidas, fiestas, ropa nueva, etc., pero ocultamos reflexiones poderosas, tales como: ¿qué me propuse y que logré durante el 2015? ¿lo logrado me conduce al sueño de vida?

Cada fin de año se escucha: el año entrante sí lo voy a lograr, porque este que termina fue muy duro. Estos recurrentes aplazamientos en nuestros propósitos, planes y sueños, ocurren por múltiples factores, entre los que se destacan: el aplazamiento y el movimiento en círculo.

Sobre el movimiento en círculo para el logro de nuestros sueños, el doctor Jan Souman del Instituto Max Planck de Cibernética Biológica, estudió lo que nos sucede cuando no tenemos mapas, brújulas, ni puntos de referencia y no lo digo en sentido metafórico; Souman concluyó que la gente que se pierde en un bosque o en el desierto de Sahara y que no puede orientarse por la estrella Polar ni por el sol, es porque andamos en círculo, por mucho que intentemos andar en línea recta, siempre acabamos donde empezamos. Nuestros instintos no nos bastan. En palabras del doctor Souman: “No confíes en tus sentidos porque aunque creas que avanzas en línea recta, no es así, el ser humano necesita un mapa por naturaleza”.

Este mapa se llama sueño o propósito y para llegar a la meta se requiere disciplina, pasión y foco permanente. Ahora, después de leer esto el lector puede estar concluyendo: suena bonito, pero difícil en la realidad. Pueda que tenga razón amigo lector, pero en algún momento tendremos que enfrentarnos a dibujar nuestro mapa con brújula en mano, porque de lo contrario cada fin de año habremos notado que caminamos en círculo.

Finalmente, les pregunto: ¿caminaron en círculo durante el 2015? Si lo hiciste ¿qué vas hacer en el 2016?