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A pesar de una tendencia decreciente en los accidentes en el departamento y la ciudad, persisten desafíos como la falta de datos sobre el consumo de alcohol y la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir estos trágicos eventos que afectan principalmente a mujeres y jóvenes.
Semana tras semana, EL PILÓN informa sobre motociclistas que pierden la vida en las calles y carreteras de Valledupar. Algunos casos son especialmente recordados, como el incidente en la calle 9 con carrera 8, donde una joven empleada de una estación de servicio al norte de la ciudad colisionó con una camioneta. Lo que hace que este caso sea aún más conmovedor es que años atrás, sus padres también perdieron la vida en un accidente de tráfico.
Más allá de una simple coincidencia, los accidentes de motocicleta son frecuentes en la región. Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en el departamento del Cesar, aproximadamente una persona murió diariamente en siniestros viales en 2024, con un total de 289 fallecidos. Comparado con el año anterior, cuando hubo 312 víctimas mortales, se observa una reducción en el número de muertes. Esta tendencia refleja tanto los esfuerzos por mejorar la seguridad vial como la persistente necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir estos trágicos eventos.
La tendencia nacional y local en Valledupar coincide, según explica el secretario de Tránsito municipal, Alberto Daza Sagbini. “En los últimos tres años, la siniestralidad de motociclistas en el municipio ha mostrado una tendencia decreciente. En 2022, 2023 y 2024, se registraron 343, 283 y 263 motociclistas lesionados en accidentes de tránsito, respectivamente. Esta reducción progresiva sugiere que las estrategias de gestión de la seguridad vial implementadas en la ciudad están teniendo un impacto positivo”, respondió Daza Sagbini a una solicitud de información.
En cuanto a las víctimas fatales, durante el mismo período, se registraron 52, 50 y 49 motociclistas fallecidos en 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Esto confirma una tendencia a la baja en la magnitud del problema, aunque persiste la necesidad de seguir fortaleciendo las acciones de prevención y control dirigidas a este grupo de usuarios viales.
Aunque la optimización de las carreteras es beneficiosa, todavía queda mucho por hacer. Las cifras de lesionados y muertos en accidentes de motocicletas parecen ser menores de lo que reportan los medios de comunicación, ya que desde hace varios años se habla de subregistros. La mayoría de los accidentes que involucran motos no cuentan con un croquis ni una visita policial, y suelen resolverse con un simple acuerdo entre las partes, como “arregle su carro y yo arreglo mi moto”, o incluso con la pregunta común “¿por dónde se fue el motociclista que me dañó el carro?”.
Según un informe publicado por EL TIEMPO el 10 de marzo de 2025, detrás de los siniestros de motos se encuentran factores como los atajos que ofrecen los concesionarios para ahorrar dinero a los compradores con matrículas en municipios, licencias exprés y irregularidades en la formación de los motociclistas, sumado a que el 62,5 % de las motos en el país no cuentan con SOAT.
Al solicitar a la Secretaría de Tránsito y Transporte de Valledupar una localización por sectores y comunas de estos siniestros, la respuesta fue que “la distribución espacial de los eventos viales no presenta una concentración exclusiva en corredores específicos, sino que obedece a una dispersión heterogénea a lo largo de la red vial urbana”. Además, aseguran que “el análisis de los eventos de tránsito registrados en Valledupar evidencia que no existen tramos específicos con una concentración que permita definir un corredor de alta siniestralidad”.
Por el contrario, “los siniestros se presentan de manera dispersa en diferentes intersecciones y segmentos viales, lo que sugiere que el riesgo vial no está focalizado en puntos específicos, sino que está asociado a condiciones dinámicas del entorno urbano y del comportamiento de los actores viales”.
En los últimos años, la Secretaría de Tránsito y Transporte de Valledupar no ha recopilado datos específicos sobre la cifra de siniestros y víctimas fatales relacionados con el consumo de alcohol. Sin embargo, se basan en información del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, que proporciona cifras hasta el año 2019. Esta falta de datos locales dificulta una comprensión más profunda de la problemática en el municipio.
El secretario Daza Sagbini destaca que conducir bajo el efecto del alcohol es una de las principales causas de siniestralidad vial a nivel mundial. En Valledupar, la incidencia de siniestros viales asociados al consumo de alcohol es un factor crítico en el análisis de la seguridad vial, ya que estos eventos suelen estar vinculados a altas velocidades, pérdida de control del vehículo y colisiones graves. Para dimensionar esta problemática, sería útil presentar cifras de víctimas fatales en siniestros donde se haya identificado la embriaguez como una circunstancia probable. Es preocupante que no existan planes específicos para abordar esta cuestión, especialmente considerando que las principales víctimas son mujeres y personas menores de 35 años, según la investigación de El Tiempo.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN
A pesar de una tendencia decreciente en los accidentes en el departamento y la ciudad, persisten desafíos como la falta de datos sobre el consumo de alcohol y la necesidad de implementar medidas efectivas para prevenir estos trágicos eventos que afectan principalmente a mujeres y jóvenes.
Semana tras semana, EL PILÓN informa sobre motociclistas que pierden la vida en las calles y carreteras de Valledupar. Algunos casos son especialmente recordados, como el incidente en la calle 9 con carrera 8, donde una joven empleada de una estación de servicio al norte de la ciudad colisionó con una camioneta. Lo que hace que este caso sea aún más conmovedor es que años atrás, sus padres también perdieron la vida en un accidente de tráfico.
Más allá de una simple coincidencia, los accidentes de motocicleta son frecuentes en la región. Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en el departamento del Cesar, aproximadamente una persona murió diariamente en siniestros viales en 2024, con un total de 289 fallecidos. Comparado con el año anterior, cuando hubo 312 víctimas mortales, se observa una reducción en el número de muertes. Esta tendencia refleja tanto los esfuerzos por mejorar la seguridad vial como la persistente necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir estos trágicos eventos.
La tendencia nacional y local en Valledupar coincide, según explica el secretario de Tránsito municipal, Alberto Daza Sagbini. “En los últimos tres años, la siniestralidad de motociclistas en el municipio ha mostrado una tendencia decreciente. En 2022, 2023 y 2024, se registraron 343, 283 y 263 motociclistas lesionados en accidentes de tránsito, respectivamente. Esta reducción progresiva sugiere que las estrategias de gestión de la seguridad vial implementadas en la ciudad están teniendo un impacto positivo”, respondió Daza Sagbini a una solicitud de información.
En cuanto a las víctimas fatales, durante el mismo período, se registraron 52, 50 y 49 motociclistas fallecidos en 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Esto confirma una tendencia a la baja en la magnitud del problema, aunque persiste la necesidad de seguir fortaleciendo las acciones de prevención y control dirigidas a este grupo de usuarios viales.
Aunque la optimización de las carreteras es beneficiosa, todavía queda mucho por hacer. Las cifras de lesionados y muertos en accidentes de motocicletas parecen ser menores de lo que reportan los medios de comunicación, ya que desde hace varios años se habla de subregistros. La mayoría de los accidentes que involucran motos no cuentan con un croquis ni una visita policial, y suelen resolverse con un simple acuerdo entre las partes, como “arregle su carro y yo arreglo mi moto”, o incluso con la pregunta común “¿por dónde se fue el motociclista que me dañó el carro?”.
Según un informe publicado por EL TIEMPO el 10 de marzo de 2025, detrás de los siniestros de motos se encuentran factores como los atajos que ofrecen los concesionarios para ahorrar dinero a los compradores con matrículas en municipios, licencias exprés y irregularidades en la formación de los motociclistas, sumado a que el 62,5 % de las motos en el país no cuentan con SOAT.
Al solicitar a la Secretaría de Tránsito y Transporte de Valledupar una localización por sectores y comunas de estos siniestros, la respuesta fue que “la distribución espacial de los eventos viales no presenta una concentración exclusiva en corredores específicos, sino que obedece a una dispersión heterogénea a lo largo de la red vial urbana”. Además, aseguran que “el análisis de los eventos de tránsito registrados en Valledupar evidencia que no existen tramos específicos con una concentración que permita definir un corredor de alta siniestralidad”.
Por el contrario, “los siniestros se presentan de manera dispersa en diferentes intersecciones y segmentos viales, lo que sugiere que el riesgo vial no está focalizado en puntos específicos, sino que está asociado a condiciones dinámicas del entorno urbano y del comportamiento de los actores viales”.
En los últimos años, la Secretaría de Tránsito y Transporte de Valledupar no ha recopilado datos específicos sobre la cifra de siniestros y víctimas fatales relacionados con el consumo de alcohol. Sin embargo, se basan en información del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, que proporciona cifras hasta el año 2019. Esta falta de datos locales dificulta una comprensión más profunda de la problemática en el municipio.
El secretario Daza Sagbini destaca que conducir bajo el efecto del alcohol es una de las principales causas de siniestralidad vial a nivel mundial. En Valledupar, la incidencia de siniestros viales asociados al consumo de alcohol es un factor crítico en el análisis de la seguridad vial, ya que estos eventos suelen estar vinculados a altas velocidades, pérdida de control del vehículo y colisiones graves. Para dimensionar esta problemática, sería útil presentar cifras de víctimas fatales en siniestros donde se haya identificado la embriaguez como una circunstancia probable. Es preocupante que no existan planes específicos para abordar esta cuestión, especialmente considerando que las principales víctimas son mujeres y personas menores de 35 años, según la investigación de El Tiempo.
Por: Katlin Navarro Luna / EL PILÓN