La iniciativa surge ante la necesidad de alternativas frente a los efectos del cambio climático, si se quiere contribuir a la producción del cultivo y al sostenimiento del sector palmero.
Como respuesta a la variabilidad climática del departamento, la Gobernación del Cesar, en conjunto con Fedepalma y Cenipalma, trabajan en un sistema integrado de manejo agronómico para el cultivo de la palma.
“El proyecto de ciencia y tecnología que hemos construido tiene cuatro componentes fundamentales: el biológico, donde pretendemos que en los próximos tres años el Cesar en esta adaptación climática encuentre una variedad genéticamente adaptada, que consuma un porcentaje sustancialmente inferior a las variedades actuales, seleccionando a través de variedades y arreglos tipo Camerum; de plagas y enfermedades, teniendo en cuenta las amenazas serias como es la pudrición del cogollo, PC, que en el caso del Magdalena, que tiene 64.000 hectáreas, ha impactado en unas 8.000 hectáreas. El Cesar, con sus 89.000 hectáreas, lo que queremos es salvaguardarlo y construir unas defensas, no solamente en el manejo, sino en variedades resistentes que permitan solventar estas vicisitudes y todo lo que tiene que ver con plagas”, explicó el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello.
Otro aspecto del proyecto está relacionado a suelos y agua, en aras que la nutrición sea más eficiente y más competitiva, así como el manejo de optimización del recurso hídrico para que a través de tecnologías de riego se permita una mejor sostenibilidad y adaptación a esos períodos de déficit hídricos, pero también a períodos donde exista una mayor oferta pluviométrica.
Por último está un programa de validación y transferencias, que es la posibilidad de transferir todo ese conocimiento a quienes los van a utilizar, “es decir que sea una investigación aplicada, que no quede solo en libros o en documentos”.
Este proyecto está aforado en $12.400 millones y será construido en los próximos tres años. “En estos momentos estamos en la contratación de la interventoría, luego de esto empezará toda su fase de implementación; esperamos que en un par de meses inicie. La idea es que antes que termine este gobierno estar avanzando en sus diferentes etapas y por un lapso de tres años acompañaremos el proceso a través de la interventoría”, dijo.
Campo Cuello destacó que esta iniciativa “la vemos como esa posibilidad de generar competitividad ante esos escenarios de vulnerabilidad agroclimática a los que estamos expuestos. Sin duda será un proyecto que no solo le sirva al Cesar, sino a todo el mundo palmero de Colombia, donde se pueden beneficiar departamentos como Magdalena y La Guajira”.
El Cesar tiene aproximadamente 19 de sus 25 municipios con palma; los que van adelante son Codazzi y San Alberto, cada uno con cerca de 14.000 hectáreas.
Existen 10 núcleos palmeros, 10 extractoras, una planta de biodiesel y toda una infraestructura de agregación de valor que le están dando vida y generación de ingresos no solo a los dueños, que casi llegan a 1.000 (entre pequeños, medianos y grandes productores), sino también en la creación y fortalecimiento de los 26.000 empleos del Cesar, entre directos e indirectos.
Por: ANNELISE BARIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]
La iniciativa surge ante la necesidad de alternativas frente a los efectos del cambio climático, si se quiere contribuir a la producción del cultivo y al sostenimiento del sector palmero.
Como respuesta a la variabilidad climática del departamento, la Gobernación del Cesar, en conjunto con Fedepalma y Cenipalma, trabajan en un sistema integrado de manejo agronómico para el cultivo de la palma.
“El proyecto de ciencia y tecnología que hemos construido tiene cuatro componentes fundamentales: el biológico, donde pretendemos que en los próximos tres años el Cesar en esta adaptación climática encuentre una variedad genéticamente adaptada, que consuma un porcentaje sustancialmente inferior a las variedades actuales, seleccionando a través de variedades y arreglos tipo Camerum; de plagas y enfermedades, teniendo en cuenta las amenazas serias como es la pudrición del cogollo, PC, que en el caso del Magdalena, que tiene 64.000 hectáreas, ha impactado en unas 8.000 hectáreas. El Cesar, con sus 89.000 hectáreas, lo que queremos es salvaguardarlo y construir unas defensas, no solamente en el manejo, sino en variedades resistentes que permitan solventar estas vicisitudes y todo lo que tiene que ver con plagas”, explicó el secretario de Agricultura del Cesar, Carlos Eduardo Campo Cuello.
Otro aspecto del proyecto está relacionado a suelos y agua, en aras que la nutrición sea más eficiente y más competitiva, así como el manejo de optimización del recurso hídrico para que a través de tecnologías de riego se permita una mejor sostenibilidad y adaptación a esos períodos de déficit hídricos, pero también a períodos donde exista una mayor oferta pluviométrica.
Por último está un programa de validación y transferencias, que es la posibilidad de transferir todo ese conocimiento a quienes los van a utilizar, “es decir que sea una investigación aplicada, que no quede solo en libros o en documentos”.
Este proyecto está aforado en $12.400 millones y será construido en los próximos tres años. “En estos momentos estamos en la contratación de la interventoría, luego de esto empezará toda su fase de implementación; esperamos que en un par de meses inicie. La idea es que antes que termine este gobierno estar avanzando en sus diferentes etapas y por un lapso de tres años acompañaremos el proceso a través de la interventoría”, dijo.
Campo Cuello destacó que esta iniciativa “la vemos como esa posibilidad de generar competitividad ante esos escenarios de vulnerabilidad agroclimática a los que estamos expuestos. Sin duda será un proyecto que no solo le sirva al Cesar, sino a todo el mundo palmero de Colombia, donde se pueden beneficiar departamentos como Magdalena y La Guajira”.
El Cesar tiene aproximadamente 19 de sus 25 municipios con palma; los que van adelante son Codazzi y San Alberto, cada uno con cerca de 14.000 hectáreas.
Existen 10 núcleos palmeros, 10 extractoras, una planta de biodiesel y toda una infraestructura de agregación de valor que le están dando vida y generación de ingresos no solo a los dueños, que casi llegan a 1.000 (entre pequeños, medianos y grandes productores), sino también en la creación y fortalecimiento de los 26.000 empleos del Cesar, entre directos e indirectos.
Por: ANNELISE BARIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
[email protected]