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Editorial - 16 abril, 2016

¿Bienvenido Uber a Valledupar?

Ayer 15 de abril inició operaciones en Valledupar la plataforma de transportes Uber, que es considerado el emprendimiento más grande del mundo, y de mayor crecimiento de la historia. Esta empresa, que tiene una valoración de mercado de 65.000 millones de dólares, puso sus ojos en nuestra ciudad para continuar su estelar crecimiento. Por algo […]

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Ayer 15 de abril inició operaciones en Valledupar la plataforma de transportes Uber, que es considerado el emprendimiento más grande del mundo, y de mayor crecimiento de la historia. Esta empresa, que tiene una valoración de mercado de 65.000 millones de dólares, puso sus ojos en nuestra ciudad para continuar su estelar crecimiento. Por algo será.

 

Hace rato los usuarios de taxi necesitan una alternativa a los “zapaticos” que abundan en la ciudad, pero infortunadamente Uber solo atenderá a usuarios de tarjetas de crédito. Lo que quiere decir que no todas las personas podrán acceder a este servicio.

 

Los taxistas de Valledupar -no los dueños de los cupos, que son propietarios de 30, 40, 50 y más taxis- necesitan tener una alternativa a tener que pagar un producido a sus patronos. Ellos y las personas que tienen tiempo libre y un carro en buenas condiciones, deben ser los grandes beneficiarios de la llegada de esta empresa. La empresa argumenta que en los lugares donde ella opera, los ingresos de las personas que conducen para Uber, aumenta un 30 % sus ingresos. En estos momentos que la economía local y nacional empieza a enfriarse, pues con mayor razón se requieren que más personas mejoren sus ingresos. Y los taxistas -insistimos, taxistas son los que manejan el taxi, que no necesariamente son los dueños- necesitan otra alternativa que no los siga explotando como hasta ahora.

 

Sin embargo, no nos debemos llamar a engaños. Que Uber -o cualquier otro- llegue a monopolizar el mercado del transporte urbano terrestre no es bueno para nadie. No es bueno el modelo de afiliadores y dueños que están explotando el negocio de manera que solo los beneficia a ellos. Ni tampoco es bueno que una sola empresa extranjera –que opera en un limbo legal producto de que la regulación se hizo antes del nacimiento de internet- monopolice este nuevo mercado. Uber cobra el 25 % de comisión por cada carrera. En algunas ciudades de Estados Unidos cobran 28 o 30 %. Y con el agravante que en Colombia -y menos en Valledupar- no tienen competencia en ese mercado. Hay que tener en cuenta que ellos operan en un mercado que no es masivo en nuestro país, pues solo se puede pagar con tarjeta crédito. Ni siquiera tarjeta débito, que es lo normal en otros países desarrollados donde Uber opera.  Además, su sistema de verificación de antecedentes de los conductores no es a prueba de errores, y han tenido ya varios casos de conductores involucrados en delitos sexuales y de otra índole en Estados Unidos, India y otros lugares.

 

Ya se han escuchado voces de parte de las autoridades que afirman que no dejarán entrar a Uber a la ciudad y por su parte los taxistas muestran su preocupación por la llegada de este servicio. No es un asunto fácil, y por lo pronto lo que se puede decir es que con la competencia por parte de Uber, se benefician los usuarios, se benefician los taxistas, y empiezan a salir del mercado unos empresarios rentistas que a veces abusan de su posición. Lo ideal sería que así como Uber, lleguen Lyft, Ola u otras empresas de ese sector, para que no se reemplace un oligopolio por parte de rentistas locales, por un monopolio extranjero. Tratar de detener esto, es como tratar de prohibir el internet para salvar el fax o el telex.

Editorial
16 abril, 2016

¿Bienvenido Uber a Valledupar?

Ayer 15 de abril inició operaciones en Valledupar la plataforma de transportes Uber, que es considerado el emprendimiento más grande del mundo, y de mayor crecimiento de la historia. Esta empresa, que tiene una valoración de mercado de 65.000 millones de dólares, puso sus ojos en nuestra ciudad para continuar su estelar crecimiento. Por algo […]


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Ayer 15 de abril inició operaciones en Valledupar la plataforma de transportes Uber, que es considerado el emprendimiento más grande del mundo, y de mayor crecimiento de la historia. Esta empresa, que tiene una valoración de mercado de 65.000 millones de dólares, puso sus ojos en nuestra ciudad para continuar su estelar crecimiento. Por algo será.

 

Hace rato los usuarios de taxi necesitan una alternativa a los “zapaticos” que abundan en la ciudad, pero infortunadamente Uber solo atenderá a usuarios de tarjetas de crédito. Lo que quiere decir que no todas las personas podrán acceder a este servicio.

 

Los taxistas de Valledupar -no los dueños de los cupos, que son propietarios de 30, 40, 50 y más taxis- necesitan tener una alternativa a tener que pagar un producido a sus patronos. Ellos y las personas que tienen tiempo libre y un carro en buenas condiciones, deben ser los grandes beneficiarios de la llegada de esta empresa. La empresa argumenta que en los lugares donde ella opera, los ingresos de las personas que conducen para Uber, aumenta un 30 % sus ingresos. En estos momentos que la economía local y nacional empieza a enfriarse, pues con mayor razón se requieren que más personas mejoren sus ingresos. Y los taxistas -insistimos, taxistas son los que manejan el taxi, que no necesariamente son los dueños- necesitan otra alternativa que no los siga explotando como hasta ahora.

 

Sin embargo, no nos debemos llamar a engaños. Que Uber -o cualquier otro- llegue a monopolizar el mercado del transporte urbano terrestre no es bueno para nadie. No es bueno el modelo de afiliadores y dueños que están explotando el negocio de manera que solo los beneficia a ellos. Ni tampoco es bueno que una sola empresa extranjera –que opera en un limbo legal producto de que la regulación se hizo antes del nacimiento de internet- monopolice este nuevo mercado. Uber cobra el 25 % de comisión por cada carrera. En algunas ciudades de Estados Unidos cobran 28 o 30 %. Y con el agravante que en Colombia -y menos en Valledupar- no tienen competencia en ese mercado. Hay que tener en cuenta que ellos operan en un mercado que no es masivo en nuestro país, pues solo se puede pagar con tarjeta crédito. Ni siquiera tarjeta débito, que es lo normal en otros países desarrollados donde Uber opera.  Además, su sistema de verificación de antecedentes de los conductores no es a prueba de errores, y han tenido ya varios casos de conductores involucrados en delitos sexuales y de otra índole en Estados Unidos, India y otros lugares.

 

Ya se han escuchado voces de parte de las autoridades que afirman que no dejarán entrar a Uber a la ciudad y por su parte los taxistas muestran su preocupación por la llegada de este servicio. No es un asunto fácil, y por lo pronto lo que se puede decir es que con la competencia por parte de Uber, se benefician los usuarios, se benefician los taxistas, y empiezan a salir del mercado unos empresarios rentistas que a veces abusan de su posición. Lo ideal sería que así como Uber, lleguen Lyft, Ola u otras empresas de ese sector, para que no se reemplace un oligopolio por parte de rentistas locales, por un monopolio extranjero. Tratar de detener esto, es como tratar de prohibir el internet para salvar el fax o el telex.