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Columnista - 4 marzo, 2013

Bienvenido el vallenato urbano

s increíble que los ortodoxos del vallenato piensen que a estas alturas, no se haga vallenato clásico. ¡Claro que si se hace!, Lo que sucede, es que los “dueños” de la música vallenata actual

Por Efraín Quintero Molina

Es increíble que los ortodoxos del vallenato piensen que a estas alturas, no se haga vallenato clásico. ¡Claro que si se hace!, Lo que sucede, es que los “dueños” de la música vallenata actual, no permiten que se grabe, porque ellos, los productores, los representantes de las agrupaciones musicales, los mismos músicos que se creen la ultima coca cola del desierto y la caterva de aduladores que los rodean, aducen torpemente que la música que están haciendo es MUSICA VALLENATA, cuando se están llevando por los cachos todo un esfuerzo que se ha venido construyendo años atrás. ¡grave error! Eso, es una verdad de apuño que lograron las casas disqueras en compañía de los medios de comunicación y de los mismos músicos, que comercializaron la música folclórica vallenata, volviéndola trizas.

La música Vallenata ha dado un salto del carajo y bien o mal está respondiendo a una época, a un entorno donde el compositor juega con elementos contemporáneos. Quién ha dicho que a Silvestre, a Peter o al Mono Zabaleta por mencionar tres van andar banqueteados en un burro como andaba Chebo Ayala o Fulgencio Martínez chupando sol y polvo por los caminos de la provincia, no, ellos andan en Mercedes Benz o en carros de alta gama, parrandeando en las calles con equipos de sonidos estridentes y no en los patios de Petra Arias en el Cañahuate o donde Goya Fragoso como lo hiciera Escalona. El mal de amor no lo curan a punta de “Mejoral” ¡no! Lo curan con “Dolex, usan otras vainas raras que los ponen más allá de la luna, cosa que no comparto y reprocho. Que decir de las damajuanas que cargaba Alejo Duran en su burro, a las botellas de “María Namén” de ahora que se las toman sentados en los bordillos de cualquier andén de la ciudad. Estos compositores nuestros no escriben cartas, mandan o reciben mensajes electrónicos por IPod o BlackBerry, ¡por favor! Esto hay que entenderlo.

Creo sin temor a equivocarme los ortodoxos del Vallenato deben dejar a un lado el prurito de que Becquer, Miguel Hernández, Cervantes Saavedra, Calderón de la Barca, Federico García Lorca o Antonio Machado, etc., son la tapa de la cajeta. Ellos, están muy lejos del imaginario creativo de los nuevos compositores de la música Vallenata, cuyo referente poético está más cerca de Raúl Gómez Jattin, de Juan Manuel Roca, del peruano Cesar Vallejo, de Gonzalo Arango, de María Mercedes Carranza, de canta autores como Arjona, Sanz, Shakira, Sabina o del mejicano Sabines.

La verdad, verdadera como dice mi compadre, es que ellos, los compositores nuevos no tienen claro cuáles son los“REFERENTES POÉTICOS” que nutrieron la música vallenata, ellos, desconocen por el afán del tiempo y del billete rápido, las normas elementales que deberían tener en su imaginación para construir un vallenato coherente, prendido a su entorno, sin olvidar lo que nos dejara Leandro, Emiliano o lo que hacen Gustavo Gutiérrez o Rosendo Romero, que deben ser “valores” importantísimos para poder elaborar piezas del nuevo VALLENATO URBANO. Debemos revaluar son los planes de estudio de las “escuelas de música Vallenata” que no saben “por donde va tabla”.

No se puede llorar sobre la leche derramada y esto debe ser un campanazo para que la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, promueva y financie grupos de investigación, desarrolle encuentros, talleres de formación, foros, donde estos señores den luces a los nuevos hacedores de música vallenata.

Considero que el próximo foro del Festival en honor a Gustavo Gutiérrez debe ser un encuentro con gente nueva, fresca que oxigene y dejémonos de traer fósiles que a la hora del té no son más que letra muerta.

 

 

Columnista
4 marzo, 2013

Bienvenido el vallenato urbano

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Efraín Quintero Molina

s increíble que los ortodoxos del vallenato piensen que a estas alturas, no se haga vallenato clásico. ¡Claro que si se hace!, Lo que sucede, es que los “dueños” de la música vallenata actual


Por Efraín Quintero Molina

Es increíble que los ortodoxos del vallenato piensen que a estas alturas, no se haga vallenato clásico. ¡Claro que si se hace!, Lo que sucede, es que los “dueños” de la música vallenata actual, no permiten que se grabe, porque ellos, los productores, los representantes de las agrupaciones musicales, los mismos músicos que se creen la ultima coca cola del desierto y la caterva de aduladores que los rodean, aducen torpemente que la música que están haciendo es MUSICA VALLENATA, cuando se están llevando por los cachos todo un esfuerzo que se ha venido construyendo años atrás. ¡grave error! Eso, es una verdad de apuño que lograron las casas disqueras en compañía de los medios de comunicación y de los mismos músicos, que comercializaron la música folclórica vallenata, volviéndola trizas.

La música Vallenata ha dado un salto del carajo y bien o mal está respondiendo a una época, a un entorno donde el compositor juega con elementos contemporáneos. Quién ha dicho que a Silvestre, a Peter o al Mono Zabaleta por mencionar tres van andar banqueteados en un burro como andaba Chebo Ayala o Fulgencio Martínez chupando sol y polvo por los caminos de la provincia, no, ellos andan en Mercedes Benz o en carros de alta gama, parrandeando en las calles con equipos de sonidos estridentes y no en los patios de Petra Arias en el Cañahuate o donde Goya Fragoso como lo hiciera Escalona. El mal de amor no lo curan a punta de “Mejoral” ¡no! Lo curan con “Dolex, usan otras vainas raras que los ponen más allá de la luna, cosa que no comparto y reprocho. Que decir de las damajuanas que cargaba Alejo Duran en su burro, a las botellas de “María Namén” de ahora que se las toman sentados en los bordillos de cualquier andén de la ciudad. Estos compositores nuestros no escriben cartas, mandan o reciben mensajes electrónicos por IPod o BlackBerry, ¡por favor! Esto hay que entenderlo.

Creo sin temor a equivocarme los ortodoxos del Vallenato deben dejar a un lado el prurito de que Becquer, Miguel Hernández, Cervantes Saavedra, Calderón de la Barca, Federico García Lorca o Antonio Machado, etc., son la tapa de la cajeta. Ellos, están muy lejos del imaginario creativo de los nuevos compositores de la música Vallenata, cuyo referente poético está más cerca de Raúl Gómez Jattin, de Juan Manuel Roca, del peruano Cesar Vallejo, de Gonzalo Arango, de María Mercedes Carranza, de canta autores como Arjona, Sanz, Shakira, Sabina o del mejicano Sabines.

La verdad, verdadera como dice mi compadre, es que ellos, los compositores nuevos no tienen claro cuáles son los“REFERENTES POÉTICOS” que nutrieron la música vallenata, ellos, desconocen por el afán del tiempo y del billete rápido, las normas elementales que deberían tener en su imaginación para construir un vallenato coherente, prendido a su entorno, sin olvidar lo que nos dejara Leandro, Emiliano o lo que hacen Gustavo Gutiérrez o Rosendo Romero, que deben ser “valores” importantísimos para poder elaborar piezas del nuevo VALLENATO URBANO. Debemos revaluar son los planes de estudio de las “escuelas de música Vallenata” que no saben “por donde va tabla”.

No se puede llorar sobre la leche derramada y esto debe ser un campanazo para que la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, promueva y financie grupos de investigación, desarrolle encuentros, talleres de formación, foros, donde estos señores den luces a los nuevos hacedores de música vallenata.

Considero que el próximo foro del Festival en honor a Gustavo Gutiérrez debe ser un encuentro con gente nueva, fresca que oxigene y dejémonos de traer fósiles que a la hora del té no son más que letra muerta.