El deseo de convertir en realidad tangible una colección y plasmar lo que imagina como un todo, llevó a Beatriz Soto a estudiar diseño de modas en la Universidad Autónoma de Barranquilla. Para ella, el diseño de modas es algo más complejo. No sólo es crear un conjunto de prendas, sino imaginar una historia alrededor […]
El deseo de convertir en realidad tangible una colección y plasmar lo que imagina como un todo, llevó a Beatriz Soto a estudiar diseño de modas en la Universidad Autónoma de Barranquilla.
Para ella, el diseño de modas es algo más complejo. No sólo es crear un conjunto de prendas, sino imaginar una historia alrededor de ellas, acerca de una mujer con vida propia y con un estilo que perdura en el tiempo pero que se renueva con el cambio de situaciones en el mundo y con cambios de sensaciones, pero su esencia sigue siendo la misma.
Sus diseños van dirigidos a una mujer urbana, ciudadana del mundo pero que aprecia la naturaleza. Puede estar hoy en New York y mañana en Buenos Aires. Es auténtica, muy femenina, activa, que valora en las prendas la versatilidad y la comodidad. Ama proyectar su fuerza interior y valora su cuerpo, se acepta tal cual es. Es una mujer real.
Beatriz Soto presentó en la pasarela de Plataforma K 2010, su colección Otoño-invierno 2010 /2011, llamada ‘Contraluz’ porque contiene telas con muchas texturas, procesos de teñidos, rasgados, estampados, apliques, apariencias luminosas, apariencias translúcidas y transparencias.
El colorido está basado en neutros no definidos como grises, minerales, asfalto, plomo, rosas translúcidos, colores pieles empolvados, negro, azul índigo, acentos dorados y plateados.
La silueta es minimalista, un poco fluida, de cortes rectos con volúmenes pero buscando la armonía.
La mujer de esta historia se mimetiza en su entorno al envolverse en los colores de su ambiente: una ciudad llena de asfalto de cielos grises, de calles empolvadas, de rayos de luz tenues que traspasan la atmósfera.
Todo relacionado con el arte la inspira para diseñar: la música, el cine, la pintura, el teatro, la arquitectura, las ciudades llenas de historias, viajar y el contacto con personas de diferentes culturas.
“La colección es un conjunto de prendas que cuentan una historia, no pueden estar aisladas. Hacen parte de un gran todo que a medida que los ves te recrean una mujer, un lugar, un sentimiento, un deseo”.
Las telas están conectadas con la historia. Son intervenidas con diferentes procesos para crear materiales, texturas, coloridos y estampados únicos.
Los colores están íntimamente ligados a la mujer de la historia por que a través de ellos vamos a experimentar sensaciones que nos transportan a un lugar o una situación.
“Todos estos aspectos están conectados para que expresen sin palabras lo que yo quiero transmitir y lo capten tal cual esta concebida la idea”, puntualizó la diseñadora.
El deseo de convertir en realidad tangible una colección y plasmar lo que imagina como un todo, llevó a Beatriz Soto a estudiar diseño de modas en la Universidad Autónoma de Barranquilla. Para ella, el diseño de modas es algo más complejo. No sólo es crear un conjunto de prendas, sino imaginar una historia alrededor […]
El deseo de convertir en realidad tangible una colección y plasmar lo que imagina como un todo, llevó a Beatriz Soto a estudiar diseño de modas en la Universidad Autónoma de Barranquilla.
Para ella, el diseño de modas es algo más complejo. No sólo es crear un conjunto de prendas, sino imaginar una historia alrededor de ellas, acerca de una mujer con vida propia y con un estilo que perdura en el tiempo pero que se renueva con el cambio de situaciones en el mundo y con cambios de sensaciones, pero su esencia sigue siendo la misma.
Sus diseños van dirigidos a una mujer urbana, ciudadana del mundo pero que aprecia la naturaleza. Puede estar hoy en New York y mañana en Buenos Aires. Es auténtica, muy femenina, activa, que valora en las prendas la versatilidad y la comodidad. Ama proyectar su fuerza interior y valora su cuerpo, se acepta tal cual es. Es una mujer real.
Beatriz Soto presentó en la pasarela de Plataforma K 2010, su colección Otoño-invierno 2010 /2011, llamada ‘Contraluz’ porque contiene telas con muchas texturas, procesos de teñidos, rasgados, estampados, apliques, apariencias luminosas, apariencias translúcidas y transparencias.
El colorido está basado en neutros no definidos como grises, minerales, asfalto, plomo, rosas translúcidos, colores pieles empolvados, negro, azul índigo, acentos dorados y plateados.
La silueta es minimalista, un poco fluida, de cortes rectos con volúmenes pero buscando la armonía.
La mujer de esta historia se mimetiza en su entorno al envolverse en los colores de su ambiente: una ciudad llena de asfalto de cielos grises, de calles empolvadas, de rayos de luz tenues que traspasan la atmósfera.
Todo relacionado con el arte la inspira para diseñar: la música, el cine, la pintura, el teatro, la arquitectura, las ciudades llenas de historias, viajar y el contacto con personas de diferentes culturas.
“La colección es un conjunto de prendas que cuentan una historia, no pueden estar aisladas. Hacen parte de un gran todo que a medida que los ves te recrean una mujer, un lugar, un sentimiento, un deseo”.
Las telas están conectadas con la historia. Son intervenidas con diferentes procesos para crear materiales, texturas, coloridos y estampados únicos.
Los colores están íntimamente ligados a la mujer de la historia por que a través de ellos vamos a experimentar sensaciones que nos transportan a un lugar o una situación.
“Todos estos aspectos están conectados para que expresen sin palabras lo que yo quiero transmitir y lo capten tal cual esta concebida la idea”, puntualizó la diseñadora.