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General - 16 abril, 2018

Balance de muertes, pobreza y desempleo en Valledupar

Los investigadores del recién creado Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, CESORE, realizaron este informe sobre los dos años de la administración municipal, que lidera el alcalde Augusto Ramírez Uhía, enfocados en tres temas fundamentales: la preservación de la vida, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo.

El mes pasado los mandatarios tenían que presentar su balance de resultados. Ya van por la mitad de su mandato. Hay que recordar que especialmente el último año es difícil, con el sol a las espaldas, las nuevas elecciones, los recursos agotados y las dificultades crecientes de gobernabilidad. Por lo tanto, una alerta en este momento, entrando en el segundo tiempo de sus gobiernos, debería ser más que bien recibida.

Miremos el tema de la Alcaldía de Valledupar, en particular en tres componentes, de la mayor importancia para una sociedad. La preservación de la vida, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo. ¿Cómo lo ha hecho la actual administración al respecto en la mitad de su mandato? ¿Que recibió y como se está comportando? Posteriormente lo haremos sobre los temas de educación, salud y transparencia.

El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, CESORE, está conformado por profesionales cesarenses y de otras regiones del país, como Jairo Núñez, investigador social, los economistas María Victoria Saade, Luis Rodríguez y Fernando Herrera Araujo, y el empresario Javier Morelli. Su objetivo es el estudio y análisis de la situación social y económica del Cesar y la Región Caribe, y la construcción de propuestas de solución.

LO PRIMERO, LA VIDA

En lo que se denominan lesiones fatales de causa externa, el Instituto de Medicina Legal, reconoce las siguientes: muerte accidental, homicidios, suicidio, por accidentes de tráfico y muertes indeterminadas. Creemos que la autoridad municipal, tiene la posibilidad de trabajar para evitar sobre todo los homicidios y las muertes por accidentes de tráfico. Hay definitivamente factores externos que influyen, sobre todo en el tema de orden público, que se escapan al control de los Alcaldes, sin embargo, son ellos la máxima autoridad local, tanto en orden público, cómo en control del tránsito. Por eso hagamos el balance de estos dos años en esos temas, devolviéndonos en el tiempo con una perspectiva de mediano plazo. Los homicidios y los accidentes de tráfico en Valledupar tuvieron el siguiente comportamiento:

Una primera conclusión es que hay una tendencia en la disminución del número total de muertes en Valledupar con el transcurso de los años, pero se presenta un estancamiento en los últimos dos, inclusive un leve aumento.

Segundo, la tendencia decreciente es pronunciada en los homicidios, igual que la nacional, pero hay una estabilización en las muertes por accidentes de tránsito, si nos comparamos con siete años atrás, no hay avances significativos. El 2015, fue un año atípico, que quebró la tendencia decreciente que traían los homicidios. Algo grave pasó en Valledupar ese año.

En resumen, se han salvado vidas, una sola vida es invaluable. Esto es punto a favor, sin embargo, en Valledupar hay un homicidio cada cinco días y un muerto por accidente de tráfico cada seis. Con esto ninguna sociedad puede estar tranquila.

LO SEGUNDO, LA POBREZA

No se trata sólo de vivir una vida larga y que no sea truncada por algún accidente, sino que la vivamos bien. Ojalá con comodidades, pero definitivamente sin penurias. Desafortunadamente esa no es la historia de los vallenatos. Valledupar es la quinta capital más pobre de Colombia, y hablando ciclísticamente, va en un lote en dónde la tercera más pobre es Florencia, la cuarta Cúcuta y ambas, muy, muy cercanas, separadas sólo por 0.3%, que no es nada.

Lo lamentable, es que se traía una tendencia interesante de reducción de la pobreza, hasta lograr bajarla al 27% en el 2014 y una pobreza extrema del 3.7%, de las menores del país. Sin embargo, en un solo año, el 2016, la pobreza aumento 5.5% (más de 15.000 vallenatos cayeron en la pobreza, para alcanzar la cifra record total de cerca de 160.000) y la pobreza extrema, que son quienes están en la penuria, en la indigencia, pasando hambre, se duplicó de 22.000 a 40.000 personas, que hacen parte de los 160.000 arriba mencionados.

El último año, presentó una leve mejoría, que esperamos se mantenga. Hay que invertir mejor los recursos del municipio. Focalizarlo en las necesidades prioritarias, hacer que rindan y atender a los más vulnerables. Hay mucha actividad propagandística, pero no tantos resultados. Esperemos que en este segundo tiempo, las cosas mejoren. Ese debe ser el objetivo de todos en el Gobierno, pero también debe contar con el apoyo de la sociedad vallenata.

FINALMENTE, EL EMPLEO

El empleo, significa dos cosas para el ser humano. De una parte, mejora la autoestima, el amor propio, el sentido de ser útil para la sociedad, es ejemplo para los hijos y la familia y de otra es el medio para generar recursos y poder tener cubierta las necesidades propias y del círculo cercano y en ello, vamos mal.

Desde el 2013 en desempleo vamos empeorando, como se aprecia en la gráfica y lo preocupante es que la tendencia no se quiebra, ni se estabiliza. Inclusive para los primeros meses del 2018, siguió subiendo y se acerca al 15%, según el Dane.

Hay que entender mejor que está pasando en Valledupar con el desempleo. ¿Es por la afluencia de los hermanos venezolanos? ¿Por la caída del sector construcción? ¿Por ineficiencia en el uso de los recursos de inversión? ¿Quiénes son los desempleados? ¿Qué tipo de empleo se debe generar? No parece que el gobierno municipal, ni departamental tengan eso claro y por lo tanto están dando palos de ciego. Se requiere entender muy bien el fenómeno para construir estrategias precisas, pero sobre todo para invertir bien los recursos.

Los tres problemas analizados aquí, -muertes, pobreza y desempleo- desbordan cualquiera de ellos de manera individual y obviamente conjunta, los esfuerzos y buenas intenciones de los gobiernos locales. Se requiere no sólo el concurso de los diferentes niveles de gobierno –nacional, departamental y municipal- sino también el apoyo del sector privado, la academia y la sociedad civil. Ese sí debe ser el liderazgo que tomen las autoridades locales, y que se siente ausente.

En resumen, se están salvando vidas, pero aún se siguen perdiendo muchas. En pobreza, estamos mal, con leve síntoma de mejoría y en desempleo el asunto va mal y es preocupante porque puede llevar a una recaída en la lucha contra la pobreza.

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16 abril, 2018

Balance de muertes, pobreza y desempleo en Valledupar

Los investigadores del recién creado Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, CESORE, realizaron este informe sobre los dos años de la administración municipal, que lidera el alcalde Augusto Ramírez Uhía, enfocados en tres temas fundamentales: la preservación de la vida, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo.


El mes pasado los mandatarios tenían que presentar su balance de resultados. Ya van por la mitad de su mandato. Hay que recordar que especialmente el último año es difícil, con el sol a las espaldas, las nuevas elecciones, los recursos agotados y las dificultades crecientes de gobernabilidad. Por lo tanto, una alerta en este momento, entrando en el segundo tiempo de sus gobiernos, debería ser más que bien recibida.

Miremos el tema de la Alcaldía de Valledupar, en particular en tres componentes, de la mayor importancia para una sociedad. La preservación de la vida, la erradicación de la pobreza y la generación de empleo. ¿Cómo lo ha hecho la actual administración al respecto en la mitad de su mandato? ¿Que recibió y como se está comportando? Posteriormente lo haremos sobre los temas de educación, salud y transparencia.

El Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, CESORE, está conformado por profesionales cesarenses y de otras regiones del país, como Jairo Núñez, investigador social, los economistas María Victoria Saade, Luis Rodríguez y Fernando Herrera Araujo, y el empresario Javier Morelli. Su objetivo es el estudio y análisis de la situación social y económica del Cesar y la Región Caribe, y la construcción de propuestas de solución.

LO PRIMERO, LA VIDA

En lo que se denominan lesiones fatales de causa externa, el Instituto de Medicina Legal, reconoce las siguientes: muerte accidental, homicidios, suicidio, por accidentes de tráfico y muertes indeterminadas. Creemos que la autoridad municipal, tiene la posibilidad de trabajar para evitar sobre todo los homicidios y las muertes por accidentes de tráfico. Hay definitivamente factores externos que influyen, sobre todo en el tema de orden público, que se escapan al control de los Alcaldes, sin embargo, son ellos la máxima autoridad local, tanto en orden público, cómo en control del tránsito. Por eso hagamos el balance de estos dos años en esos temas, devolviéndonos en el tiempo con una perspectiva de mediano plazo. Los homicidios y los accidentes de tráfico en Valledupar tuvieron el siguiente comportamiento:

Una primera conclusión es que hay una tendencia en la disminución del número total de muertes en Valledupar con el transcurso de los años, pero se presenta un estancamiento en los últimos dos, inclusive un leve aumento.

Segundo, la tendencia decreciente es pronunciada en los homicidios, igual que la nacional, pero hay una estabilización en las muertes por accidentes de tránsito, si nos comparamos con siete años atrás, no hay avances significativos. El 2015, fue un año atípico, que quebró la tendencia decreciente que traían los homicidios. Algo grave pasó en Valledupar ese año.

En resumen, se han salvado vidas, una sola vida es invaluable. Esto es punto a favor, sin embargo, en Valledupar hay un homicidio cada cinco días y un muerto por accidente de tráfico cada seis. Con esto ninguna sociedad puede estar tranquila.

LO SEGUNDO, LA POBREZA

No se trata sólo de vivir una vida larga y que no sea truncada por algún accidente, sino que la vivamos bien. Ojalá con comodidades, pero definitivamente sin penurias. Desafortunadamente esa no es la historia de los vallenatos. Valledupar es la quinta capital más pobre de Colombia, y hablando ciclísticamente, va en un lote en dónde la tercera más pobre es Florencia, la cuarta Cúcuta y ambas, muy, muy cercanas, separadas sólo por 0.3%, que no es nada.

Lo lamentable, es que se traía una tendencia interesante de reducción de la pobreza, hasta lograr bajarla al 27% en el 2014 y una pobreza extrema del 3.7%, de las menores del país. Sin embargo, en un solo año, el 2016, la pobreza aumento 5.5% (más de 15.000 vallenatos cayeron en la pobreza, para alcanzar la cifra record total de cerca de 160.000) y la pobreza extrema, que son quienes están en la penuria, en la indigencia, pasando hambre, se duplicó de 22.000 a 40.000 personas, que hacen parte de los 160.000 arriba mencionados.

El último año, presentó una leve mejoría, que esperamos se mantenga. Hay que invertir mejor los recursos del municipio. Focalizarlo en las necesidades prioritarias, hacer que rindan y atender a los más vulnerables. Hay mucha actividad propagandística, pero no tantos resultados. Esperemos que en este segundo tiempo, las cosas mejoren. Ese debe ser el objetivo de todos en el Gobierno, pero también debe contar con el apoyo de la sociedad vallenata.

FINALMENTE, EL EMPLEO

El empleo, significa dos cosas para el ser humano. De una parte, mejora la autoestima, el amor propio, el sentido de ser útil para la sociedad, es ejemplo para los hijos y la familia y de otra es el medio para generar recursos y poder tener cubierta las necesidades propias y del círculo cercano y en ello, vamos mal.

Desde el 2013 en desempleo vamos empeorando, como se aprecia en la gráfica y lo preocupante es que la tendencia no se quiebra, ni se estabiliza. Inclusive para los primeros meses del 2018, siguió subiendo y se acerca al 15%, según el Dane.

Hay que entender mejor que está pasando en Valledupar con el desempleo. ¿Es por la afluencia de los hermanos venezolanos? ¿Por la caída del sector construcción? ¿Por ineficiencia en el uso de los recursos de inversión? ¿Quiénes son los desempleados? ¿Qué tipo de empleo se debe generar? No parece que el gobierno municipal, ni departamental tengan eso claro y por lo tanto están dando palos de ciego. Se requiere entender muy bien el fenómeno para construir estrategias precisas, pero sobre todo para invertir bien los recursos.

Los tres problemas analizados aquí, -muertes, pobreza y desempleo- desbordan cualquiera de ellos de manera individual y obviamente conjunta, los esfuerzos y buenas intenciones de los gobiernos locales. Se requiere no sólo el concurso de los diferentes niveles de gobierno –nacional, departamental y municipal- sino también el apoyo del sector privado, la academia y la sociedad civil. Ese sí debe ser el liderazgo que tomen las autoridades locales, y que se siente ausente.

En resumen, se están salvando vidas, pero aún se siguen perdiendo muchas. En pobreza, estamos mal, con leve síntoma de mejoría y en desempleo el asunto va mal y es preocupante porque puede llevar a una recaída en la lucha contra la pobreza.