Un mes cumplió ya la aplicación de la norma que prohíbe en Valledupar las circulación de motos los viernes, sábados, domingos y festivos, durante la noche. Es el momento oportuno para hacer un balance a la misma y realizar los ajustes del caso, con el fin de garantizar la efectividad en su propósito de reducir la accidentalidad y también los riesgos de inseguridad.
Un mes cumplió ya la aplicación de la norma que prohíbe en Valledupar las circulación de motos los viernes, sábados, domingos y festivos, durante la noche. Es el momento oportuno para hacer un balance a la misma y realizar los ajustes del caso, con el fin de garantizar la efectividad en su propósito de reducir la accidentalidad y también los riesgos de inseguridad.
En opinión de la Policía Nacional es altamente positivo el balance, teniendo en cuenta la reducción de accidentes y su incidencia en el comportamiento de los motociclistas, que ante la prohibición han asumido, en su gran mayoría, una actitud de autocontrol y de reconocimiento a los beneficios de la misma.
No obstante, los controles han permitido confirmar la violación a otro tipo de normas y detectar otros comportamientos irregulares e inconvenientes entre esa población. En efecto, no deja de preocupar la imposición de 2.318 comparendos, por diferentes violaciones a las normas de tránsito. Se han presentado 74 casos de embriagues, es decir más de dos casos en promedio por día, se han encontrado 612 casos de no porte de la licencia de tránsito, 39 casos de sobrecupo, 481, 136 inexistencia del certificado técnico-mecánico y 909 comparendos por otro tipo de conductas no especificadas por la información de la Policía Nacional.
Las cifran indican que, a pesar de la reducción de accidentes, estamos ante una población (los motociclistas), sobre los cuales se debe realizar una labor de pedagogía, instrucción, orientación y control, para que tomen conciencia de la importancia que tiene la prevención, el respeto a las normas de tránsito, para su propia vida y la de los demás, y en general para la convivencia ciudadana.
Reiteramos que lamentablemente las motos entraron a nuestra vida cotidiana sin ningún tipo de adiestramiento. Y los motociclistas, en su gran mayoría, son verdaderos suicidas; transitan en contravía, se le atraviesan a los carros, se chocan entre ellos, atropellan a los peatones y ciclistas y por momentos tienen las calles de ciudades Valledupar en un verdadero caos.
En nuestra opinión, la norma se debe mantener y se deben intensificar los controles a la misma, principalmente en esta temporada de vacaciones escolares. Pero es necesario divulgarla y socializarla más. Y sus controles deben ser integrales e incluir las grúas suficientes para retener los vehículos. Lo importante es la reducción de la accidentalidad y que la norma también contribuya a mejorar la seguridad de la capital del Cesar.
Insistimos en que es necesario que las autoridades nacionales y municipales de tránsito acuerden con los importadores y vendedores de motos, la realización de cursos de inducción a los nuevos compradores de estos vehículos y de re-entrenamiento a los que ya las tienen, sobre los riesgos que implica el uso del mismo y la responsabilidad que tienen sobre sus propias vidas, pero también sobre la de familiares, amigos y los particulares.
Un mes cumplió ya la aplicación de la norma que prohíbe en Valledupar las circulación de motos los viernes, sábados, domingos y festivos, durante la noche. Es el momento oportuno para hacer un balance a la misma y realizar los ajustes del caso, con el fin de garantizar la efectividad en su propósito de reducir la accidentalidad y también los riesgos de inseguridad.
Un mes cumplió ya la aplicación de la norma que prohíbe en Valledupar las circulación de motos los viernes, sábados, domingos y festivos, durante la noche. Es el momento oportuno para hacer un balance a la misma y realizar los ajustes del caso, con el fin de garantizar la efectividad en su propósito de reducir la accidentalidad y también los riesgos de inseguridad.
En opinión de la Policía Nacional es altamente positivo el balance, teniendo en cuenta la reducción de accidentes y su incidencia en el comportamiento de los motociclistas, que ante la prohibición han asumido, en su gran mayoría, una actitud de autocontrol y de reconocimiento a los beneficios de la misma.
No obstante, los controles han permitido confirmar la violación a otro tipo de normas y detectar otros comportamientos irregulares e inconvenientes entre esa población. En efecto, no deja de preocupar la imposición de 2.318 comparendos, por diferentes violaciones a las normas de tránsito. Se han presentado 74 casos de embriagues, es decir más de dos casos en promedio por día, se han encontrado 612 casos de no porte de la licencia de tránsito, 39 casos de sobrecupo, 481, 136 inexistencia del certificado técnico-mecánico y 909 comparendos por otro tipo de conductas no especificadas por la información de la Policía Nacional.
Las cifran indican que, a pesar de la reducción de accidentes, estamos ante una población (los motociclistas), sobre los cuales se debe realizar una labor de pedagogía, instrucción, orientación y control, para que tomen conciencia de la importancia que tiene la prevención, el respeto a las normas de tránsito, para su propia vida y la de los demás, y en general para la convivencia ciudadana.
Reiteramos que lamentablemente las motos entraron a nuestra vida cotidiana sin ningún tipo de adiestramiento. Y los motociclistas, en su gran mayoría, son verdaderos suicidas; transitan en contravía, se le atraviesan a los carros, se chocan entre ellos, atropellan a los peatones y ciclistas y por momentos tienen las calles de ciudades Valledupar en un verdadero caos.
En nuestra opinión, la norma se debe mantener y se deben intensificar los controles a la misma, principalmente en esta temporada de vacaciones escolares. Pero es necesario divulgarla y socializarla más. Y sus controles deben ser integrales e incluir las grúas suficientes para retener los vehículos. Lo importante es la reducción de la accidentalidad y que la norma también contribuya a mejorar la seguridad de la capital del Cesar.
Insistimos en que es necesario que las autoridades nacionales y municipales de tránsito acuerden con los importadores y vendedores de motos, la realización de cursos de inducción a los nuevos compradores de estos vehículos y de re-entrenamiento a los que ya las tienen, sobre los riesgos que implica el uso del mismo y la responsabilidad que tienen sobre sus propias vidas, pero también sobre la de familiares, amigos y los particulares.