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Columnista - 13 septiembre, 2012

Bala y goles para el negocio

Por: Miguel Ángel Castilla Camargo [email protected] Dice Zoé Valdés: Los “sociolistas” enmarañan un discurso asegurado; con hablar en contra de los ricos y a favor de los pobres ya se sienten satisfechos… Preparémonos para el show mediático. En el pasado las Autodefensas Unidas de Colombia –qué nombre-, por defecto terminaron siendo las Bacrim, un genérico […]

Por: Miguel Ángel Castilla Camargo
[email protected]

Dice Zoé Valdés: Los “sociolistas” enmarañan un discurso asegurado; con hablar en contra de los ricos y a favor de los pobres ya se sienten satisfechos…

Preparémonos para el show mediático. En el pasado las Autodefensas Unidas de Colombia –qué nombre-, por defecto terminaron siendo las Bacrim, un genérico para justificar la mentira y la descomposición. No me extrañaría que las Farc en el futuro sea la cofradía de los hijos del divino rostro.

Más allá del fervor por la selección Colombia, quiérase o no, es un aliciente que sirve de sofisma para tapar nuestra oscura realidad. Al menos, el gas domiciliario por tubería, les generaun mayor esfuerzo a las Farc para conseguir los cilindros, y eso en medio de este holocausto de 60 años, es un aliciente, así resucite Hitler de la envidia.

Llamar las cosas por su nombre, contribuiría a tratar los hechos con respeto. Lo primero que hay que hacer, es no bautizarcomo proceso de paz, un dialogo con un actor al que buscan resarcir ideológicamente a sabiendas que son narcotraficantes. ¿Cómo será la mal llamada subversión de cínica, que propone el desarme de las Bacrim, la competencia natural. ¿El Estado no sabe que hacer?

Hasta ahora el mensaje que nos han enviado a los colombianos, es que además del perdón y el olvido, debemos ser idiotas para aceptar la impunidad con regocijo. Es perverso decir que las Farc protegen el Medio Ambiente, o que de los más de mil secuestrados que todos conocíamos, muchos en verdaderos campos de concentración con alambres de púas, se nos diga que tienen solo a una veintena de ellos.

La Real Academia de la Lengua que también debe estar en la mesa de negociaciones, tiene la dura tarea de explicarnos si el término extorsión es sinónimo de financiación, o si la palabra secuestro equivale a preso de guerra. Sugiero respetuosamente, que el anglicismo crakc, no sea remplazado por términos criollos como “pase” y “perico” que son más sonoros.

Ahora, si la droga origina conducta violenta, perdida de apetito y aumento de la presión arterial, y su dependencia produce paranoia y delirio de persecución ¿Con quién negociamos?.

Me parece perverso que las Farc propongan hablar de la tierra, en una especie de Reforma Agraria. Eso es como ir a una escuela de párvulos a disertar sobre el producto interno Bruto. Sinceramente pensé que lo de ellos no pasaba de los temas que manejan a la perfección como aceptar la destrucción de cristalizaderos y la entrega de rutas de exportación de la droga.

“Representamos al pueblo” les he escuchado un millón de veces. Quiero que a mi correo me escriban los colombianos que se sienten representados por ellos. Aclaro, los colombianos y colombianas de bien. Ese tratamiento dialectico, sin duda viene de Cuba, dizque garante de un proceso de paz. Por favor, si hay que refrescarle la memoria a los mamertos, solo basta con citar los más de dos millones de exiliados, los 20 mil presos políticos y la proliferación de la prostitución en sus máximos universales.

Hay gobiernos respetables como Chile, Costa Rica y Suiza. Pero llevar unos diálogos en Cuba, a una dictadura, sinónimo de violación de los Derechos Humanos, es como poner a repartir ostias a Joaquín “El Chapo” Guzmán. Todavía hay gente que cree en un embargo en la isla, que entre otras cosas recibe 1000 millones de dólares anuales de remesas desde los Estados Unidos. La Perestroika, los nexos de Cuba con el narcotráfico – ver casos Ochoa y de La Guardia- y la conducta delictiva de Castro, patológica, entre otras cosas,acabaron con una falsa dignidad de hambre, miseria y pedofilia turísticaque todavía algunos tratan de salvar escondiendo la rica historia cubana antes del 59.

Lo malo, es que referentes ya abolidos, siguen en curso; ayer vi a una señora con una camiseta del Che Guevara. Ella no sabe del genocidio de este bárbaro en Sierra Maestra, África y Bolivia. Él fue maestro de guerra y murió en su ley, además de traicionado por Fidel. Entonces, cuando alguien vea a otro en la calle con una fotografía del Che, sienta pesar porque la ignorancia es atrevida. Tampoco debe haber camisetas de Escobar, Chávez o de la interminable lista de paracos.

Así como la selección se quitó a Uruguay y a Chile del camino con goles, sería bueno que el presidente Santos, de verdad, le quitara ese lastre a un país que no vive en prosperidad porque a una minoría –que no solo es la guerrilla- no le da la reverenda gana de abandonar sus “negocios”. Pero bueno, siempre que alguien expresa la verdad, dicen algunos que es “el palo en la rueda”. Ahora, no es lo mismo que lo manifieste un criminal a que lo diga una persona honesta.

Moraleja: En Estocolmo ya hablan de un Nobel a la estupidez.

Columnista
13 septiembre, 2012

Bala y goles para el negocio

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Miguel Ángel Castilla Camargo

Por: Miguel Ángel Castilla Camargo [email protected] Dice Zoé Valdés: Los “sociolistas” enmarañan un discurso asegurado; con hablar en contra de los ricos y a favor de los pobres ya se sienten satisfechos… Preparémonos para el show mediático. En el pasado las Autodefensas Unidas de Colombia –qué nombre-, por defecto terminaron siendo las Bacrim, un genérico […]


Por: Miguel Ángel Castilla Camargo
[email protected]

Dice Zoé Valdés: Los “sociolistas” enmarañan un discurso asegurado; con hablar en contra de los ricos y a favor de los pobres ya se sienten satisfechos…

Preparémonos para el show mediático. En el pasado las Autodefensas Unidas de Colombia –qué nombre-, por defecto terminaron siendo las Bacrim, un genérico para justificar la mentira y la descomposición. No me extrañaría que las Farc en el futuro sea la cofradía de los hijos del divino rostro.

Más allá del fervor por la selección Colombia, quiérase o no, es un aliciente que sirve de sofisma para tapar nuestra oscura realidad. Al menos, el gas domiciliario por tubería, les generaun mayor esfuerzo a las Farc para conseguir los cilindros, y eso en medio de este holocausto de 60 años, es un aliciente, así resucite Hitler de la envidia.

Llamar las cosas por su nombre, contribuiría a tratar los hechos con respeto. Lo primero que hay que hacer, es no bautizarcomo proceso de paz, un dialogo con un actor al que buscan resarcir ideológicamente a sabiendas que son narcotraficantes. ¿Cómo será la mal llamada subversión de cínica, que propone el desarme de las Bacrim, la competencia natural. ¿El Estado no sabe que hacer?

Hasta ahora el mensaje que nos han enviado a los colombianos, es que además del perdón y el olvido, debemos ser idiotas para aceptar la impunidad con regocijo. Es perverso decir que las Farc protegen el Medio Ambiente, o que de los más de mil secuestrados que todos conocíamos, muchos en verdaderos campos de concentración con alambres de púas, se nos diga que tienen solo a una veintena de ellos.

La Real Academia de la Lengua que también debe estar en la mesa de negociaciones, tiene la dura tarea de explicarnos si el término extorsión es sinónimo de financiación, o si la palabra secuestro equivale a preso de guerra. Sugiero respetuosamente, que el anglicismo crakc, no sea remplazado por términos criollos como “pase” y “perico” que son más sonoros.

Ahora, si la droga origina conducta violenta, perdida de apetito y aumento de la presión arterial, y su dependencia produce paranoia y delirio de persecución ¿Con quién negociamos?.

Me parece perverso que las Farc propongan hablar de la tierra, en una especie de Reforma Agraria. Eso es como ir a una escuela de párvulos a disertar sobre el producto interno Bruto. Sinceramente pensé que lo de ellos no pasaba de los temas que manejan a la perfección como aceptar la destrucción de cristalizaderos y la entrega de rutas de exportación de la droga.

“Representamos al pueblo” les he escuchado un millón de veces. Quiero que a mi correo me escriban los colombianos que se sienten representados por ellos. Aclaro, los colombianos y colombianas de bien. Ese tratamiento dialectico, sin duda viene de Cuba, dizque garante de un proceso de paz. Por favor, si hay que refrescarle la memoria a los mamertos, solo basta con citar los más de dos millones de exiliados, los 20 mil presos políticos y la proliferación de la prostitución en sus máximos universales.

Hay gobiernos respetables como Chile, Costa Rica y Suiza. Pero llevar unos diálogos en Cuba, a una dictadura, sinónimo de violación de los Derechos Humanos, es como poner a repartir ostias a Joaquín “El Chapo” Guzmán. Todavía hay gente que cree en un embargo en la isla, que entre otras cosas recibe 1000 millones de dólares anuales de remesas desde los Estados Unidos. La Perestroika, los nexos de Cuba con el narcotráfico – ver casos Ochoa y de La Guardia- y la conducta delictiva de Castro, patológica, entre otras cosas,acabaron con una falsa dignidad de hambre, miseria y pedofilia turísticaque todavía algunos tratan de salvar escondiendo la rica historia cubana antes del 59.

Lo malo, es que referentes ya abolidos, siguen en curso; ayer vi a una señora con una camiseta del Che Guevara. Ella no sabe del genocidio de este bárbaro en Sierra Maestra, África y Bolivia. Él fue maestro de guerra y murió en su ley, además de traicionado por Fidel. Entonces, cuando alguien vea a otro en la calle con una fotografía del Che, sienta pesar porque la ignorancia es atrevida. Tampoco debe haber camisetas de Escobar, Chávez o de la interminable lista de paracos.

Así como la selección se quitó a Uruguay y a Chile del camino con goles, sería bueno que el presidente Santos, de verdad, le quitara ese lastre a un país que no vive en prosperidad porque a una minoría –que no solo es la guerrilla- no le da la reverenda gana de abandonar sus “negocios”. Pero bueno, siempre que alguien expresa la verdad, dicen algunos que es “el palo en la rueda”. Ahora, no es lo mismo que lo manifieste un criminal a que lo diga una persona honesta.

Moraleja: En Estocolmo ya hablan de un Nobel a la estupidez.