Publicidad
Categorías
Categorías
Editorial - 6 marzo, 2014

Bájele el volumen… ¿Pero cómo?

Es irónico que mientras la Administración Municipal envía mensajes de hábitos saludables para cuidar el oído, precisamente ayer que se celebraba el Día Internacional del Cuidado del Oído, por otra parte da luz verde paraampliar los horarios de los sitios nocturnos que expenden licor, incluidas las tiendas en los barrios. Así es difícil. Primero porque […]

Boton Wpp

Es irónico que mientras la Administración Municipal envía mensajes de hábitos saludables para cuidar el oído, precisamente ayer que se celebraba el Día Internacional del Cuidado del Oído, por otra parte da luz verde paraampliar los horarios de los sitios nocturnos que expenden licor, incluidas las tiendas en los barrios.

Así es difícil. Primero porque además del uso excesivo del pito (corneta) de carros y motocicletas en las calles de Valledupar, el alto volumen de equipos de sonido y pick-up es uno de los principales componentes que contribuyen a que la población vallenata presente problemas de audición,los cuales se incrementan con la ampliación de los horarios de sitios públicos, que hace poco menos de siete meses habían disminuido para evitar accidentes, desordenes en las calles y alteraciones en la convivencia comunitaria.

Justo cuando ya los dueños de locales y establecimientos nocturnos, tiendas y taxistas se habían acostumbrado a cumplir con todo lo establecido, incluidos los horarios, en el Decreto 0255 del 26 de julio de 2013. Sin embargo, ahora los miembros del Consejo de Seguridad Municipal consideraron que había que modificar el Artículo 8 de este mismo Decreto y volver a los horarios anteriores.

La razón que esgrimen dicho Consejo no es suficiente soporte para tomar la decisión, pues quien garantiza que los tenderos si van a cerrar a las 12:00 de la noche o van impedir que quien compre licor en sus negocios no lo consuma ahí mismo o en el antejardín, como indica el Decreto.

Es recomendable que este Consejo haga una gira por las tiendas de barrios y observen, sobre todo los fines de semana, como consumen alcohol en el interior de las tiendas o en sus puertas, claroestá acompañado de música a alto volumen.

Es entendible que la economía se debe dinamizar, pero no es esta la única forma y aunque anuncian que la Secretaría de Gobierno Municipal sancionará a los que no cumplan el Decreto, no es oportuno que las administraciones den un paso adelante y luego dos para atrás.

Estos vaivenes en las decisiones confunden a la población. Por eso no se debe olvidar el Decreto 000348 del 31 de mayo de 2011, que prohíbe al parrillero hombre mayor de 14 años, que prorrogó el Alcalde de Valledupar en enero de 2012 y a la fecha no se sabe si está vigente o no, porque en las calles se observan las motocicletas con dos hombres, conductor y parrillero.

Si las cifras de accidentes, homicidios, riñas y peleas callejeras disminuyeron, como lo justificaron para ampliar el horario de los establecimientos nocturnos, entonces para qué retroceder. Es un análisis que deben hacer a conciencia, pensando en el bienestar colectivo, y no con el deseo, para beneficiar a un pequeño sector de la economía.

Editorial
6 marzo, 2014

Bájele el volumen… ¿Pero cómo?

Es irónico que mientras la Administración Municipal envía mensajes de hábitos saludables para cuidar el oído, precisamente ayer que se celebraba el Día Internacional del Cuidado del Oído, por otra parte da luz verde paraampliar los horarios de los sitios nocturnos que expenden licor, incluidas las tiendas en los barrios. Así es difícil. Primero porque […]


Boton Wpp

Es irónico que mientras la Administración Municipal envía mensajes de hábitos saludables para cuidar el oído, precisamente ayer que se celebraba el Día Internacional del Cuidado del Oído, por otra parte da luz verde paraampliar los horarios de los sitios nocturnos que expenden licor, incluidas las tiendas en los barrios.

Así es difícil. Primero porque además del uso excesivo del pito (corneta) de carros y motocicletas en las calles de Valledupar, el alto volumen de equipos de sonido y pick-up es uno de los principales componentes que contribuyen a que la población vallenata presente problemas de audición,los cuales se incrementan con la ampliación de los horarios de sitios públicos, que hace poco menos de siete meses habían disminuido para evitar accidentes, desordenes en las calles y alteraciones en la convivencia comunitaria.

Justo cuando ya los dueños de locales y establecimientos nocturnos, tiendas y taxistas se habían acostumbrado a cumplir con todo lo establecido, incluidos los horarios, en el Decreto 0255 del 26 de julio de 2013. Sin embargo, ahora los miembros del Consejo de Seguridad Municipal consideraron que había que modificar el Artículo 8 de este mismo Decreto y volver a los horarios anteriores.

La razón que esgrimen dicho Consejo no es suficiente soporte para tomar la decisión, pues quien garantiza que los tenderos si van a cerrar a las 12:00 de la noche o van impedir que quien compre licor en sus negocios no lo consuma ahí mismo o en el antejardín, como indica el Decreto.

Es recomendable que este Consejo haga una gira por las tiendas de barrios y observen, sobre todo los fines de semana, como consumen alcohol en el interior de las tiendas o en sus puertas, claroestá acompañado de música a alto volumen.

Es entendible que la economía se debe dinamizar, pero no es esta la única forma y aunque anuncian que la Secretaría de Gobierno Municipal sancionará a los que no cumplan el Decreto, no es oportuno que las administraciones den un paso adelante y luego dos para atrás.

Estos vaivenes en las decisiones confunden a la población. Por eso no se debe olvidar el Decreto 000348 del 31 de mayo de 2011, que prohíbe al parrillero hombre mayor de 14 años, que prorrogó el Alcalde de Valledupar en enero de 2012 y a la fecha no se sabe si está vigente o no, porque en las calles se observan las motocicletas con dos hombres, conductor y parrillero.

Si las cifras de accidentes, homicidios, riñas y peleas callejeras disminuyeron, como lo justificaron para ampliar el horario de los establecimientos nocturnos, entonces para qué retroceder. Es un análisis que deben hacer a conciencia, pensando en el bienestar colectivo, y no con el deseo, para beneficiar a un pequeño sector de la economía.