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Comunidad - 19 septiembre, 2011

Badillo un corregimiento turístico pero con grandes necesidades

Los habitantes de Badillo, aunque son conscientes de los atractivos de la población piden ser atendidos lo más pronto posible para que no se pierda el encanto que tiene por atractivo el Corregimiento.

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Badillo, ubicado al noreste de Valledupar, a menos de 40 minutos de la capital del Cesar, cerca al límite  con La Guajira, famoso por su custodia colonial, labrada en oro, es un  destino turístico, que cuenta con 1.258 habitantes, 216 casas y 48 fincas, de éstas,  el 90% dedicadas  a la producción de arroz.
Reconocido por sus iconos como la iglesia, que  es patrimonio cultural, la canción la custodia de Badillo del compositor Rafael Escalona y la casa donde nació el almirante José Prudencio Padilla, hacen que este lugar sea muy especial, pese a las dificultades que padece en la actualidad.
Los habitantes de Badillo, aunque son conscientes de los atractivos de la población piden ser atendidos lo más pronto posible para que no se pierda el encanto que tiene por atractivo el Corregimiento.
Entre las falencias con la que cuenta Badillo podremos resaltar principalmente el estado del alumbrado público que afecta la recreación de niños, jóvenes y la buena imagen del pueblo en las horas de la noche, pues el lugar central del mismo, como lo es el parque, no cuenta con iluminación, lo que resalta el  aspecto de inseguridad;  aunque el pueblo sea totalmente sano, como lo describen las autoridades. Pero el alumbrado es un servicio  fundamental para disfrutar del ambiente.

Pero como está Badillo en otras áreas:
A nivel de educación los niños son igualmente afectados en sus estudios por no tener suficientes materiales que les permitan desarrollar libremente sus conocimientos, a los que muchas veces sus profesoras han tenido que recurrir a ideas creativas para dar sus clases.
La profesora de preescolar Diosemira Catalán, de la Institución Educativa Antonio Enrique Díaz Martínez,  manifiesta que hacen falta materiales didácticos en la escuela, porque lo último que tuvieron fueron plastilinas que pronto se les acabará y ahora con lo único que cuentan es con las piedritas del parque que utilizan para contar en sus horas de matemáticas.
Indica que el único juego con el que cuentan los docentes para entretener a los pequeños es con los sellos que colocan en sus libretas para que éstos los pinten, porque los únicos que les han quedado son colores, los que también se les agotará porque son los que más utilizan.
A nivel de Salud, el centro asistencial está siendo adecuado para mayores y mejores atenciones, pero los que necesitan de este servicio se han visto obligados a tomarlos en la casa cural, pero solamente se atienden pacientes para odontología y medicina general, y  en el caso de necesitar urgencias tienen disponibles dos ambulancias, una para el sur y otra para el norte.
En el área  Cultural existe desmotivación por parte de los ciudadanos quienes aseguran que no existe ningún tipo de programas que se les ofrezca directamente en Badillo, por lo que en ocasiones han tenido que venir hasta Valledupar- pagando su propio transporte- para hacer parte de uno de los que ofrece la Administración Municipal.

Las inundaciones podrían borrar del mapa al corregimiento de Badillo
Cuentan los veteranos del corregimiento de Badillo,  que desde hace muchos años el pueblo ha sufrido el fenómeno de las inundaciones a causa del río que lleva su nombre, el que ha atemorizado a sus moradores quienes en ese entonces creía que sus casas de barro podían ser arrasadas por una creciente.
Leandro Díaz, un anciano de 83 años de edad, recordó que en sus tiempos de niño, tuvieron que recurrir tanto su familia y demás habitantes de la población, al refugio en la Iglesia para guarecerse de las aguas feroces del río.
Indicó que esto ocurrió cuando tenía 7 años de edad, pero que a medida que pasaba el tiempo los aguaceros iban disminuyendo, pero el fenómeno se repite cada vente años, aproximadamente. Pero que en esta época se han vuelto más frecuentes, aumentando con esto la preocupación entre sus habitantes.
La historia de Badillo ha ido degradándose poco a poco, por las amenazas constantes de los torrenciales aguaceros, en el que cada invierno se lleva las producciones de muchas de las fincas de esta localidad, de enseres y animales que, a ellos, les cuesta recuperarlos.
En la actualidad, una de las mayores necesidades es la terminación de la pavimentación de la vía principal de la cabecera corregimental, porque en las actuales condiciones en  vez de ser un beneficio podría ser un perjuicio porque al no terminar la construcción de la misma servirá de puente para que las aguas entren directamente a las casas, provocando, tal vez, graves inundaciones.
Personas como Miriam Brito, Francisco Antonio Gutiérrez, Nellys Guerra Cataño, Elkin López, Luzmila Zabaleta,  Franklin Alvarado y Fidenciano Díaz, piensan cómo cuidar a sus hijos y familias ahora que el invierno se aproxime, debido a que este mismo año sufrieron grandes pérdidas y sólo esperan que se cumpla lo que algún día le prometieron los mandatarios, de realizar los gaviones y colectores que servirían para que las aguas desvíen su cauce.  ¿Y ahora quien los ayudará?

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19 septiembre, 2011

Badillo un corregimiento turístico pero con grandes necesidades

Los habitantes de Badillo, aunque son conscientes de los atractivos de la población piden ser atendidos lo más pronto posible para que no se pierda el encanto que tiene por atractivo el Corregimiento.


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Badillo, ubicado al noreste de Valledupar, a menos de 40 minutos de la capital del Cesar, cerca al límite  con La Guajira, famoso por su custodia colonial, labrada en oro, es un  destino turístico, que cuenta con 1.258 habitantes, 216 casas y 48 fincas, de éstas,  el 90% dedicadas  a la producción de arroz.
Reconocido por sus iconos como la iglesia, que  es patrimonio cultural, la canción la custodia de Badillo del compositor Rafael Escalona y la casa donde nació el almirante José Prudencio Padilla, hacen que este lugar sea muy especial, pese a las dificultades que padece en la actualidad.
Los habitantes de Badillo, aunque son conscientes de los atractivos de la población piden ser atendidos lo más pronto posible para que no se pierda el encanto que tiene por atractivo el Corregimiento.
Entre las falencias con la que cuenta Badillo podremos resaltar principalmente el estado del alumbrado público que afecta la recreación de niños, jóvenes y la buena imagen del pueblo en las horas de la noche, pues el lugar central del mismo, como lo es el parque, no cuenta con iluminación, lo que resalta el  aspecto de inseguridad;  aunque el pueblo sea totalmente sano, como lo describen las autoridades. Pero el alumbrado es un servicio  fundamental para disfrutar del ambiente.

Pero como está Badillo en otras áreas:
A nivel de educación los niños son igualmente afectados en sus estudios por no tener suficientes materiales que les permitan desarrollar libremente sus conocimientos, a los que muchas veces sus profesoras han tenido que recurrir a ideas creativas para dar sus clases.
La profesora de preescolar Diosemira Catalán, de la Institución Educativa Antonio Enrique Díaz Martínez,  manifiesta que hacen falta materiales didácticos en la escuela, porque lo último que tuvieron fueron plastilinas que pronto se les acabará y ahora con lo único que cuentan es con las piedritas del parque que utilizan para contar en sus horas de matemáticas.
Indica que el único juego con el que cuentan los docentes para entretener a los pequeños es con los sellos que colocan en sus libretas para que éstos los pinten, porque los únicos que les han quedado son colores, los que también se les agotará porque son los que más utilizan.
A nivel de Salud, el centro asistencial está siendo adecuado para mayores y mejores atenciones, pero los que necesitan de este servicio se han visto obligados a tomarlos en la casa cural, pero solamente se atienden pacientes para odontología y medicina general, y  en el caso de necesitar urgencias tienen disponibles dos ambulancias, una para el sur y otra para el norte.
En el área  Cultural existe desmotivación por parte de los ciudadanos quienes aseguran que no existe ningún tipo de programas que se les ofrezca directamente en Badillo, por lo que en ocasiones han tenido que venir hasta Valledupar- pagando su propio transporte- para hacer parte de uno de los que ofrece la Administración Municipal.

Las inundaciones podrían borrar del mapa al corregimiento de Badillo
Cuentan los veteranos del corregimiento de Badillo,  que desde hace muchos años el pueblo ha sufrido el fenómeno de las inundaciones a causa del río que lleva su nombre, el que ha atemorizado a sus moradores quienes en ese entonces creía que sus casas de barro podían ser arrasadas por una creciente.
Leandro Díaz, un anciano de 83 años de edad, recordó que en sus tiempos de niño, tuvieron que recurrir tanto su familia y demás habitantes de la población, al refugio en la Iglesia para guarecerse de las aguas feroces del río.
Indicó que esto ocurrió cuando tenía 7 años de edad, pero que a medida que pasaba el tiempo los aguaceros iban disminuyendo, pero el fenómeno se repite cada vente años, aproximadamente. Pero que en esta época se han vuelto más frecuentes, aumentando con esto la preocupación entre sus habitantes.
La historia de Badillo ha ido degradándose poco a poco, por las amenazas constantes de los torrenciales aguaceros, en el que cada invierno se lleva las producciones de muchas de las fincas de esta localidad, de enseres y animales que, a ellos, les cuesta recuperarlos.
En la actualidad, una de las mayores necesidades es la terminación de la pavimentación de la vía principal de la cabecera corregimental, porque en las actuales condiciones en  vez de ser un beneficio podría ser un perjuicio porque al no terminar la construcción de la misma servirá de puente para que las aguas entren directamente a las casas, provocando, tal vez, graves inundaciones.
Personas como Miriam Brito, Francisco Antonio Gutiérrez, Nellys Guerra Cataño, Elkin López, Luzmila Zabaleta,  Franklin Alvarado y Fidenciano Díaz, piensan cómo cuidar a sus hijos y familias ahora que el invierno se aproxime, debido a que este mismo año sufrieron grandes pérdidas y sólo esperan que se cumpla lo que algún día le prometieron los mandatarios, de realizar los gaviones y colectores que servirían para que las aguas desvíen su cauce.  ¿Y ahora quien los ayudará?