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Columnista - 25 marzo, 2011

Aviva nuestro patrimonio

Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA El patrimonio cultural de una nación se destaca por su poder de convocatoria, nos identifica como sociedad y como individuos, nos conecta con el pasado y nos proporciona cohesión y firmeza a nuestra existencia como pueblo. Esta esencia del patrimonio la han entendido muy bien los miembros  de la Fundación […]

Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA

El patrimonio cultural de una nación se destaca por su poder de convocatoria, nos identifica como sociedad y como individuos, nos conecta con el pasado y nos proporciona cohesión y firmeza a nuestra existencia como pueblo.
Esta esencia del patrimonio la han entendido muy bien los miembros  de la Fundación Amigos del Viejo Valledupar (AVIVA) bajo la dirección de la dama, Alba Luz Luquez, y apoyada  por un grupo excelso de profesionales de todas las ramas, como  ANNIE MARSHALL y JENNY UHIA, quienes – desde su creación en el año 2007-, han venido realizando acciones atinentes no sólo a la defensa, sino a la difusión del Patrimonio Histórico de Valledupar, y a quienes  recientemente hemos visto más activos que nunca, en reuniones con el Alcalde Municipal para la concreción de Proyectos y en Tertulias sobre el centro histórico de la ciudad.
Quiero destacar que en septiembre del año pasado desarrollaron una labor loable y visionaria, con la celebración del MES DEL PATRIMONIO, en donde se realizaron actividades culturales, como el concierto de saxofones en la Biblioteca Departamental “Rafael Carrillo Lúquez”, la velada cultural  por la restauración de las casitas de bahareque del barrio Cañahuate y lúdicas con los niños pintando el patrimonio, en el callejón de la Purrututú.
Es importante mencionar que el sector fundacional de Valledupar fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter nacional el 16 de junio de 2000, por sus indiscutibles calidades urbanas y arquitectónicas que deben ser conservadas; sin embargo, desde esa fecha hasta el presente,  ninguna administración municipal, ha sido capaz de concluir la elaboración y formulación del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), que es una herramienta normativa y de planeación, consagrada en el Artículo 7º de la Ley 1185 de 2008, modificatoria de la Ley 397 de 1997 ó Ley de Cultura, por medio de la cual se establecen las acciones necesarias para garantizar la protección y la sostenibilidad en el tiempo de los bienes de interés cultural, a pesar de las reiteradas peticiones de AVIVA y del mismo Ministerio de Cultura, desperdiciándose así una oportunidad de oro, no sólo para el desarrollo del Centro, que hoy está sumido en un descuido tal, que afea su entorno, sino para toda la ciudad. Es por ello que desde esta columna, me uno a la lucha de los valientes miembros de AVIVA, porque – al igual que ellos- creo,  que el patrimonio cultural más  que una herencia del pasado es un legado para el futuro y que este estribillo puede volver a hacer una realidad:
“Viejo Valledupar si te volviera a ver como lo fuiste ayer, típico y colonial, casitas de bahareque con sus palmas caladas otras de calicanto y sus tejas coloradas……”.

Abogada – Especialista en Derecho Urbano
[email protected]

Columnista
25 marzo, 2011

Aviva nuestro patrimonio

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Claudia Nùñez Padilla

Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA El patrimonio cultural de una nación se destaca por su poder de convocatoria, nos identifica como sociedad y como individuos, nos conecta con el pasado y nos proporciona cohesión y firmeza a nuestra existencia como pueblo. Esta esencia del patrimonio la han entendido muy bien los miembros  de la Fundación […]


Por: CLAUDIA PATRICIA NUÑEZ PADILLA

El patrimonio cultural de una nación se destaca por su poder de convocatoria, nos identifica como sociedad y como individuos, nos conecta con el pasado y nos proporciona cohesión y firmeza a nuestra existencia como pueblo.
Esta esencia del patrimonio la han entendido muy bien los miembros  de la Fundación Amigos del Viejo Valledupar (AVIVA) bajo la dirección de la dama, Alba Luz Luquez, y apoyada  por un grupo excelso de profesionales de todas las ramas, como  ANNIE MARSHALL y JENNY UHIA, quienes – desde su creación en el año 2007-, han venido realizando acciones atinentes no sólo a la defensa, sino a la difusión del Patrimonio Histórico de Valledupar, y a quienes  recientemente hemos visto más activos que nunca, en reuniones con el Alcalde Municipal para la concreción de Proyectos y en Tertulias sobre el centro histórico de la ciudad.
Quiero destacar que en septiembre del año pasado desarrollaron una labor loable y visionaria, con la celebración del MES DEL PATRIMONIO, en donde se realizaron actividades culturales, como el concierto de saxofones en la Biblioteca Departamental “Rafael Carrillo Lúquez”, la velada cultural  por la restauración de las casitas de bahareque del barrio Cañahuate y lúdicas con los niños pintando el patrimonio, en el callejón de la Purrututú.
Es importante mencionar que el sector fundacional de Valledupar fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter nacional el 16 de junio de 2000, por sus indiscutibles calidades urbanas y arquitectónicas que deben ser conservadas; sin embargo, desde esa fecha hasta el presente,  ninguna administración municipal, ha sido capaz de concluir la elaboración y formulación del Plan Especial de Manejo y Protección (PEMP), que es una herramienta normativa y de planeación, consagrada en el Artículo 7º de la Ley 1185 de 2008, modificatoria de la Ley 397 de 1997 ó Ley de Cultura, por medio de la cual se establecen las acciones necesarias para garantizar la protección y la sostenibilidad en el tiempo de los bienes de interés cultural, a pesar de las reiteradas peticiones de AVIVA y del mismo Ministerio de Cultura, desperdiciándose así una oportunidad de oro, no sólo para el desarrollo del Centro, que hoy está sumido en un descuido tal, que afea su entorno, sino para toda la ciudad. Es por ello que desde esta columna, me uno a la lucha de los valientes miembros de AVIVA, porque – al igual que ellos- creo,  que el patrimonio cultural más  que una herencia del pasado es un legado para el futuro y que este estribillo puede volver a hacer una realidad:
“Viejo Valledupar si te volviera a ver como lo fuiste ayer, típico y colonial, casitas de bahareque con sus palmas caladas otras de calicanto y sus tejas coloradas……”.

Abogada – Especialista en Derecho Urbano
[email protected]