Contraloría hizo función de advertencia, habitantes no quieren la obra.
Mientras en el corregimiento de Patillal hay controversia por la construcción del acueducto, la Contraloría Municipal le hizo una función de advertencia al Municipio por la obra que tiene un costo de 2.900 millones de pesos.
En el corregimiento al norte de Valledupar hay una gran polémica que esperan que el alcalde Fredys Socarrás Reales resuelva hoy, debido a que la comunidad solo paga dos mil pesos por el servicio de agua y temen que con la construcción del proyecto, la Empresa de Servicios Públicos, Emdupar les instale micromedidores y les cobre más por el consumo.
Álvaro Vallejo, inspector de la población, explicó que las obras están paralizadas esperando al Alcalde, debido a que la comunidad teme pagarle a Emdupar más dinero por el servicio y en el caso de los propietarios de fincas estos aducen que tomar agua potable les saldrá costoso.
La advertencia
La contralora Municipal, Mercedes Vásquez Ramírez le hizo una función de advertencia al Municipio, en la que aduce que falta de planeación, organización y socialización de contrato número 521 por 2.900 millones de pesos, el cual tiene como objeto las obras de optimización en los sistemas de acueducto de los corregimientos de El Jabo y Patillal.
Según el ente de control, el gobierno municipal podría estar incurriendo en la afectación del patrimonio público en una cuantía de más de 800 millones de pesos.
Vásquez Ramírez informó sobre el grave riesgo de pérdida de estos recursos públicos en la ejecución de un contrato innecesario, que no reportaría ninguna utilidad pública ni social.
La obra que se encuentra paralizada en Patillal, está prevista para ejecutarse en cuatro meses y debería ser entregada en enero próximo, pero apenas lleva un 18% en ejecución, mientras que en El Jabo es de 45%.
En una inspección realizada por el ente de control, observaron filtraciones de agua sobre los elementos estructurales en diversos puntos del canal que conducen el líquido desde la captación directa del río Badillo hasta llegar al desarenador; desgaste de concreto, presencia de material vegetal y discontinuidad de las placas que cubren el canal.
Las reparaciones hasta la fecha sobre este canal en desarrollo de la optimización del acueducto, se limitan al sellamiento de las juntas entre las placas que revisten la superficie del mismo.
De igual modo, la Contraloría constató que las aguas residuales en Patillal son vertidas directamente al arroyo de La Malena sin ningún tipo de tratamiento previo; ocasionando daños ambientales, sanitarios y de salud pública.
Critica el órgano de control la falta de planeación y socialización del contrato, debido a la inconformidad de los habitantes de Patillal, que aseguran que el contrato contempla el aprovechamiento de obras ya construidas como el canal de aducción para transportar agua potable a las viviendas con la instalación de medidores, sin tener en cuenta que utilizan gran cantidad del líquido para las actividades agrícolas.
“No hay duda que la Administración Municipal se apresuró a efectuar un proceso contractual, sin que previamente se hubiese ocupado en establecer cómo sería la puesta en marcha y mantenimiento de una planta potabilizadora, la que posiblemente y ante la posición de la comunidad, no prestarían el servicio para lo cual serían construidas”, manifestó la Contralora.
A raíz de esto, la Contraloría considera que se está al frente de un despilfarro de unos recursos del erario municipal, que comprometen a la fecha los dineros entregados como anticipo que corresponden a 875 millones de pesos.
“Por intermedio de esta función de advertencia, requerimos del gobierno municipal las medidas necesarias para conjurar el señalado riesgo de pérdida de los recursos públicos involucrados en este proyecto”, explicó Vásquez Ramírez.
Sandra Santiago B.
[email protected]
Contraloría hizo función de advertencia, habitantes no quieren la obra.
Mientras en el corregimiento de Patillal hay controversia por la construcción del acueducto, la Contraloría Municipal le hizo una función de advertencia al Municipio por la obra que tiene un costo de 2.900 millones de pesos.
En el corregimiento al norte de Valledupar hay una gran polémica que esperan que el alcalde Fredys Socarrás Reales resuelva hoy, debido a que la comunidad solo paga dos mil pesos por el servicio de agua y temen que con la construcción del proyecto, la Empresa de Servicios Públicos, Emdupar les instale micromedidores y les cobre más por el consumo.
Álvaro Vallejo, inspector de la población, explicó que las obras están paralizadas esperando al Alcalde, debido a que la comunidad teme pagarle a Emdupar más dinero por el servicio y en el caso de los propietarios de fincas estos aducen que tomar agua potable les saldrá costoso.
La advertencia
La contralora Municipal, Mercedes Vásquez Ramírez le hizo una función de advertencia al Municipio, en la que aduce que falta de planeación, organización y socialización de contrato número 521 por 2.900 millones de pesos, el cual tiene como objeto las obras de optimización en los sistemas de acueducto de los corregimientos de El Jabo y Patillal.
Según el ente de control, el gobierno municipal podría estar incurriendo en la afectación del patrimonio público en una cuantía de más de 800 millones de pesos.
Vásquez Ramírez informó sobre el grave riesgo de pérdida de estos recursos públicos en la ejecución de un contrato innecesario, que no reportaría ninguna utilidad pública ni social.
La obra que se encuentra paralizada en Patillal, está prevista para ejecutarse en cuatro meses y debería ser entregada en enero próximo, pero apenas lleva un 18% en ejecución, mientras que en El Jabo es de 45%.
En una inspección realizada por el ente de control, observaron filtraciones de agua sobre los elementos estructurales en diversos puntos del canal que conducen el líquido desde la captación directa del río Badillo hasta llegar al desarenador; desgaste de concreto, presencia de material vegetal y discontinuidad de las placas que cubren el canal.
Las reparaciones hasta la fecha sobre este canal en desarrollo de la optimización del acueducto, se limitan al sellamiento de las juntas entre las placas que revisten la superficie del mismo.
De igual modo, la Contraloría constató que las aguas residuales en Patillal son vertidas directamente al arroyo de La Malena sin ningún tipo de tratamiento previo; ocasionando daños ambientales, sanitarios y de salud pública.
Critica el órgano de control la falta de planeación y socialización del contrato, debido a la inconformidad de los habitantes de Patillal, que aseguran que el contrato contempla el aprovechamiento de obras ya construidas como el canal de aducción para transportar agua potable a las viviendas con la instalación de medidores, sin tener en cuenta que utilizan gran cantidad del líquido para las actividades agrícolas.
“No hay duda que la Administración Municipal se apresuró a efectuar un proceso contractual, sin que previamente se hubiese ocupado en establecer cómo sería la puesta en marcha y mantenimiento de una planta potabilizadora, la que posiblemente y ante la posición de la comunidad, no prestarían el servicio para lo cual serían construidas”, manifestó la Contralora.
A raíz de esto, la Contraloría considera que se está al frente de un despilfarro de unos recursos del erario municipal, que comprometen a la fecha los dineros entregados como anticipo que corresponden a 875 millones de pesos.
“Por intermedio de esta función de advertencia, requerimos del gobierno municipal las medidas necesarias para conjurar el señalado riesgo de pérdida de los recursos públicos involucrados en este proyecto”, explicó Vásquez Ramírez.
Sandra Santiago B.
[email protected]