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Columnista - 31 mayo, 2019

Autor, compositor y músico

Un autor de canciones vallenatas no necesariamente debe saber cantar esta música, conozco muchos cuyas canciones tienen una fuerza impresionante, aunque cuando ellos mismos las cantan uno siente que no tienen gracia o calidad. En una amena conversación con uno de los buenos compositores nuestros, me expresó algo así como: “Estuve parrandeando con fulano de […]

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Un autor de canciones vallenatas no necesariamente debe saber cantar esta música, conozco muchos cuyas canciones tienen una fuerza impresionante, aunque cuando ellos mismos las cantan uno siente que no tienen gracia o calidad. En una amena conversación con uno de los buenos compositores nuestros, me expresó algo así como: “Estuve parrandeando con fulano de tal, que dice ser compositor, le escuché sus canciones y me parecieron un desastre”.

El asunto es que en ese momento estaba hablando con un compositor completo, es decir, el que hace la letra y también hace la música, pero además, la sabe interpretar. Él estaba confundiendo esos dos términos, y al escuchar esta apreciación de inmediato me puse a pensar en cuántos autores he conocido que no saben cantar sus canciones, pero que luego se las escucho interpretadas por otro y el cambio es del cielo a la tierra.

En el vallenato, como en general en el arte musical, la melodía es muy importante; pero igual de clave es el ritmo y por supuesto la armonía. Si un autor escribe la letra de una canción, pero no le define su melodía y armonía, casi siempre aparece un tercero que sí es músico y que en la mayoría de los casos es desinteresado y desprendido, quien le agrega los ingredientes que le hacían falta al menú y la canción se vuelve todo un éxito comercial, o se catapulta como ganadora en alguno de los grandes festivales del País.

Para nuestra música vallenata las letras de las canciones históricamente han tenido una gran relevancia, esa es la causa por la cual en los comienzos de nuestro folclor se cantaban muchas letras con una misma melodía, melodías que se consideraban universales, es decir, que podían ser utilizadas por cualquiera para poder cantar sus letras.

Nuestros autores campesinos, que en su mayoría no tenían por qué saber de plagios, hacían sus letras ensambladas en melodías que le escuchaban a sus amigos en parrandas, pero el autor de la letra siempre en el vallenato se ha llevado los honores, y tal vez el compositor, es decir, el que le pone la música (melodía, armonía y ritmo), muchas veces pasa desapercibido por su propia voluntad y porque en casi todos los casos los compositores y músicos no le dan el verdadero valor a su arte.

Es tan importante ser autor, como ser compositor o simplemente músico, cuando las tres categorías se juntan en una persona es cuando tenemos a personajes tales como Alejo Durán, Juancho Polo Valencia, Leandro Díaz, Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez, Hernando Marín, Gustavo Gutiérrez, Diomedes Díaz, Romualdo Brito y Omar Geles, por sólo mencionar unos nombres.

COLOFÓN: En San Juan del Cesar, La Guajira, volvieron a elegir como presidente del Festival Nacional de Compositores al hombre de radio y empedernido folclorista Álvaro Alcides Álvarez, conocido popularmente como el Triple A, merecidísima distinción que sabemos desempeñará con eficacia y grandes honores.

Columnista
31 mayo, 2019

Autor, compositor y músico

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

Un autor de canciones vallenatas no necesariamente debe saber cantar esta música, conozco muchos cuyas canciones tienen una fuerza impresionante, aunque cuando ellos mismos las cantan uno siente que no tienen gracia o calidad. En una amena conversación con uno de los buenos compositores nuestros, me expresó algo así como: “Estuve parrandeando con fulano de […]


Un autor de canciones vallenatas no necesariamente debe saber cantar esta música, conozco muchos cuyas canciones tienen una fuerza impresionante, aunque cuando ellos mismos las cantan uno siente que no tienen gracia o calidad. En una amena conversación con uno de los buenos compositores nuestros, me expresó algo así como: “Estuve parrandeando con fulano de tal, que dice ser compositor, le escuché sus canciones y me parecieron un desastre”.

El asunto es que en ese momento estaba hablando con un compositor completo, es decir, el que hace la letra y también hace la música, pero además, la sabe interpretar. Él estaba confundiendo esos dos términos, y al escuchar esta apreciación de inmediato me puse a pensar en cuántos autores he conocido que no saben cantar sus canciones, pero que luego se las escucho interpretadas por otro y el cambio es del cielo a la tierra.

En el vallenato, como en general en el arte musical, la melodía es muy importante; pero igual de clave es el ritmo y por supuesto la armonía. Si un autor escribe la letra de una canción, pero no le define su melodía y armonía, casi siempre aparece un tercero que sí es músico y que en la mayoría de los casos es desinteresado y desprendido, quien le agrega los ingredientes que le hacían falta al menú y la canción se vuelve todo un éxito comercial, o se catapulta como ganadora en alguno de los grandes festivales del País.

Para nuestra música vallenata las letras de las canciones históricamente han tenido una gran relevancia, esa es la causa por la cual en los comienzos de nuestro folclor se cantaban muchas letras con una misma melodía, melodías que se consideraban universales, es decir, que podían ser utilizadas por cualquiera para poder cantar sus letras.

Nuestros autores campesinos, que en su mayoría no tenían por qué saber de plagios, hacían sus letras ensambladas en melodías que le escuchaban a sus amigos en parrandas, pero el autor de la letra siempre en el vallenato se ha llevado los honores, y tal vez el compositor, es decir, el que le pone la música (melodía, armonía y ritmo), muchas veces pasa desapercibido por su propia voluntad y porque en casi todos los casos los compositores y músicos no le dan el verdadero valor a su arte.

Es tan importante ser autor, como ser compositor o simplemente músico, cuando las tres categorías se juntan en una persona es cuando tenemos a personajes tales como Alejo Durán, Juancho Polo Valencia, Leandro Díaz, Calixto Ochoa, Alfredo Gutiérrez, Hernando Marín, Gustavo Gutiérrez, Diomedes Díaz, Romualdo Brito y Omar Geles, por sólo mencionar unos nombres.

COLOFÓN: En San Juan del Cesar, La Guajira, volvieron a elegir como presidente del Festival Nacional de Compositores al hombre de radio y empedernido folclorista Álvaro Alcides Álvarez, conocido popularmente como el Triple A, merecidísima distinción que sabemos desempeñará con eficacia y grandes honores.