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Columnista - 31 julio, 2015

Autodestrucción educativa

Está haciendo carrera en el país y lógicamente en Valledupar la autodestrucción educativa. Es autodestrucción, porque proviene del mismo Estado. Han podido ver como el Ministerio de Educación en cabeza de la ministra y mediática Gina Parody, ha protegido a las universidades privadas otorgándoles becas a los bachilleres que obtuvieron 310 puntos en las pruebas […]

Está haciendo carrera en el país y lógicamente en Valledupar la autodestrucción educativa. Es autodestrucción, porque proviene del mismo Estado.

Han podido ver como el Ministerio de Educación en cabeza de la ministra y mediática Gina Parody, ha protegido a las universidades privadas otorgándoles becas a los bachilleres que obtuvieron 310 puntos en las pruebas Saber 11-2014. Hasta ahí la cosa está bien. Pero lo que no ha dicho Mineducación es que de esas becas cuántas provenían de colegios privados, donde los padres pagan más de medio salario mínimo mensual. De hecho, esas universidades privadas están de fiesta con los pagos del gobierno por los altos costos de matrículas que están recibiendo. Lo ideal hubiese sido que dentro de la responsabilidad social que les cabe a cada universidad, ellas contribuyeran con el 50% de la matrícula para los estudiantes “pilos”.

Por otra parte, tiene a las universidades públicas sin presupuestos adecuados y las menosprecia permanentemente, en vez de crear un organismo de apoyo a las universidades de bajos indicadores de tal manera que en un corto periodo de tiempo, les exija los indicadores básicos de mejoramiento y calidad. Pero no, se inventa el MIDE, que ha sido tan cuestionado como el proceso de paz, para crear nuevamente una división espantosa entre las macro universidades y las universidades de provincias. El gremio académico universitario le ha encontrado más reparos que bondades.
En cuanto al sector escolar, es espantoso ver la discriminación con los colegios que tienen doble jornada. Hay una propaganda estatal por televisión donde una niña dice “la jornada única, ¡lo mejor!”. Pero la discriminación todavía es más profunda, porque ahora ofrecen estímulos a los establecimientos educativos de acuerdo con el nuevo Índice Sintético de Calidad Educativa. Pero ese estímulo solo aplicará a los colegios que tienen jornada única. El no ofrecer jornada única por parte de una institución educativa no es por el desinterés del rector ni de los docentes, sino por la ineficiencia de los gobernadores, alcaldes y secretarios de educación, que no priorizan a la educación con calidad, comenzando por las adecuaciones de infraestructuras como aulas, comedores, coliseos y personal de apoyo.

La implementación de la jornada única no debe ser exclusivamente para la secundaria como lo pretenden hacer en Valledupar, la jornada única debe iniciar desde el preescolar y la primaria, pero si las sedes de secundaria están literalmente cayéndose, las instalaciones de las primarias están peores.
Pero la autodestrucción educativa continúa, el mismo Ministerio de Educación Nacional ordena que ningún colegio que no sea de jornada única, puede aplicar “el mínimo de 30 horas de clases semanales” ahora esas 30 horas son “máximas”. El colmo llega desde la Secretaría de Educación, que no le exige al MEN esta condición de norma, lo que la convierte en una secretaría que también destruye la autonomía escolar, los planes de estudios y la calidad educativa.
Para interpretar: da lástima que muchos funcionarios del sector educativo, rectores y docentes confundan resultados pruebas Saber con Índice Sintético de Calidad Educativa, y los medios de comunicaciones caen en la trampa.

Columnista
31 julio, 2015

Autodestrucción educativa

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gonzalo E. Quiroz Martínez

Está haciendo carrera en el país y lógicamente en Valledupar la autodestrucción educativa. Es autodestrucción, porque proviene del mismo Estado. Han podido ver como el Ministerio de Educación en cabeza de la ministra y mediática Gina Parody, ha protegido a las universidades privadas otorgándoles becas a los bachilleres que obtuvieron 310 puntos en las pruebas […]


Está haciendo carrera en el país y lógicamente en Valledupar la autodestrucción educativa. Es autodestrucción, porque proviene del mismo Estado.

Han podido ver como el Ministerio de Educación en cabeza de la ministra y mediática Gina Parody, ha protegido a las universidades privadas otorgándoles becas a los bachilleres que obtuvieron 310 puntos en las pruebas Saber 11-2014. Hasta ahí la cosa está bien. Pero lo que no ha dicho Mineducación es que de esas becas cuántas provenían de colegios privados, donde los padres pagan más de medio salario mínimo mensual. De hecho, esas universidades privadas están de fiesta con los pagos del gobierno por los altos costos de matrículas que están recibiendo. Lo ideal hubiese sido que dentro de la responsabilidad social que les cabe a cada universidad, ellas contribuyeran con el 50% de la matrícula para los estudiantes “pilos”.

Por otra parte, tiene a las universidades públicas sin presupuestos adecuados y las menosprecia permanentemente, en vez de crear un organismo de apoyo a las universidades de bajos indicadores de tal manera que en un corto periodo de tiempo, les exija los indicadores básicos de mejoramiento y calidad. Pero no, se inventa el MIDE, que ha sido tan cuestionado como el proceso de paz, para crear nuevamente una división espantosa entre las macro universidades y las universidades de provincias. El gremio académico universitario le ha encontrado más reparos que bondades.
En cuanto al sector escolar, es espantoso ver la discriminación con los colegios que tienen doble jornada. Hay una propaganda estatal por televisión donde una niña dice “la jornada única, ¡lo mejor!”. Pero la discriminación todavía es más profunda, porque ahora ofrecen estímulos a los establecimientos educativos de acuerdo con el nuevo Índice Sintético de Calidad Educativa. Pero ese estímulo solo aplicará a los colegios que tienen jornada única. El no ofrecer jornada única por parte de una institución educativa no es por el desinterés del rector ni de los docentes, sino por la ineficiencia de los gobernadores, alcaldes y secretarios de educación, que no priorizan a la educación con calidad, comenzando por las adecuaciones de infraestructuras como aulas, comedores, coliseos y personal de apoyo.

La implementación de la jornada única no debe ser exclusivamente para la secundaria como lo pretenden hacer en Valledupar, la jornada única debe iniciar desde el preescolar y la primaria, pero si las sedes de secundaria están literalmente cayéndose, las instalaciones de las primarias están peores.
Pero la autodestrucción educativa continúa, el mismo Ministerio de Educación Nacional ordena que ningún colegio que no sea de jornada única, puede aplicar “el mínimo de 30 horas de clases semanales” ahora esas 30 horas son “máximas”. El colmo llega desde la Secretaría de Educación, que no le exige al MEN esta condición de norma, lo que la convierte en una secretaría que también destruye la autonomía escolar, los planes de estudios y la calidad educativa.
Para interpretar: da lástima que muchos funcionarios del sector educativo, rectores y docentes confundan resultados pruebas Saber con Índice Sintético de Calidad Educativa, y los medios de comunicaciones caen en la trampa.