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General - 16 marzo, 2013

Auditorías del Ministerio los obligó a organizarse

Las instituciones educativas de Valledupar se han visto en la obligación de actualizar con estricto cumplimiento las bases de datos que deben reportarse a la Secretaría de Educación

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La gratuidad educativa, costos que el Ministerio asume, ha incrementado los controles y auditorías de los entes investigadores, y por consiguiente cada escuela ha procurado evitar conflictos con las bases de datos. En Valledupar las escuelas están en constante revisión y actualización de la base de datos, debido a las auditorías de la Contraloría y Educación Nacional.

 

Las instituciones educativas de Valledupar se han visto en la obligación de actualizar con estricto cumplimiento las bases de datos que deben reportarse a la Secretaría de Educación, en cuanto al número de estudiantes que están presentes en las aulas, y confrontarlo con el Sistema de Matrículas, Simat.

 

Trabajo que deben adelantar debido al informe de auditorías presentado por el Ministerio de Educación en el año 2012, que advertía de 145 mil estudiantes “fantasmas” en colegios oficiales del país, algunos de ellos en efecto fallecidos y otros desertados de la educación.

 

Según la oficina de Cobertura Educativa de la Secretaría de Educación Municipal, muchas de estas cifras obedecían a desorganización en los trabajos de digitación de las escuelas, que dieron como resultado que muchos niños aparecieran registrados en Valledupar pero en realidad ya habían salido de la ciudad, cambiado a otros colegios, o simplemente registrados dos veces.

 

Rubén Romero Ramírez, coordinador de cobertura, aseguró que antes de que comenzara la auditoria del Ministerio en el mes de mayo, ya en Valledupar habían empezado la depuración con la ayuda de los rectores de los colegios. “Los rectores se apropiaron del proceso, fueron diligentes con los listados de las aulas, confrontamos lo que enviaron y revisando el Simat, logramos esa depuración, fue el éxito que tuvimos para que el Ministerio no encontrara alumnos por fuera del sistema”.

 

“No había fraude”

 

La Contraloría General de la Nación aseguró que el Estado pagó dos veces por 46 mil niños, en informe presentado en septiembre de 2012; desde entonces esta en frecuente solicitud de informes a las entidades territoriales.

 

Personal de la Oficina de Cobertura manifestaron que el hecho de que Valledupar en su momento presentara cerca dos mil 615 estudiantes registrados en el sistema pero fuera de las aulas, obedecía a fenómenos como la duplicidad.

 

“No retirar formalmente a un estudiante que se va para otra institución y tenerlo registrado aún en la escuela anterior, generaba el problema; los digitadores al tratar de solucionarlo le cambiaban una letra u otro detalle, esto generaba otro alumno nuevo”, dijo Romero Ramírez.

 

Doris Cecilia Sánchez, rectora de la Institución Educativa Casimiro Raúl Maestre, aseguró que el problema es de vieja data. Durante muchos años no se estuvo pendiente de los digitadores y otros funcionarios administrativos de las escuelas, para un control cerrado y esto generó la suspicacia de que había fraude en el manejo de los recursos.

 

“Nosotros tenemos que dar un reporte de matrícula en octubre o noviembre. Los rectores hacemos lo que ellos nos autorizan, lo que no tuvimos en cuenta era estar al tanto con el digitador en cada colegio para que este hiciera las depuraciones de las listas al iniciar el año siguiente, ahora hacemos seguimiento para identificar la realidad numérica de los niños en las aulas”, dijo.

 

En Valledupar hay 75 mil 881 niños matriculados en 44 colegios oficiales, incluyendo a los centros indígenas y para lograr evitar ser incluidos en una lista de colegios irregulares, tuvieron que hacer capacitaciones a los digitadores, coordinadores y operadores del Simat.

Cuatro meses duró la depuración inicial de los colegios de Valledupar para identificar la duplicidad, la deserción y otros fenómenos que generen faltas disciplinarias. Sin embargo, en algunos sectores rurales aún tardan hasta el primer trimestre en enviar informes de cuántos estudiantes están matriculados.

 

General
16 marzo, 2013

Auditorías del Ministerio los obligó a organizarse

Las instituciones educativas de Valledupar se han visto en la obligación de actualizar con estricto cumplimiento las bases de datos que deben reportarse a la Secretaría de Educación


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La gratuidad educativa, costos que el Ministerio asume, ha incrementado los controles y auditorías de los entes investigadores, y por consiguiente cada escuela ha procurado evitar conflictos con las bases de datos. En Valledupar las escuelas están en constante revisión y actualización de la base de datos, debido a las auditorías de la Contraloría y Educación Nacional.

 

Las instituciones educativas de Valledupar se han visto en la obligación de actualizar con estricto cumplimiento las bases de datos que deben reportarse a la Secretaría de Educación, en cuanto al número de estudiantes que están presentes en las aulas, y confrontarlo con el Sistema de Matrículas, Simat.

 

Trabajo que deben adelantar debido al informe de auditorías presentado por el Ministerio de Educación en el año 2012, que advertía de 145 mil estudiantes “fantasmas” en colegios oficiales del país, algunos de ellos en efecto fallecidos y otros desertados de la educación.

 

Según la oficina de Cobertura Educativa de la Secretaría de Educación Municipal, muchas de estas cifras obedecían a desorganización en los trabajos de digitación de las escuelas, que dieron como resultado que muchos niños aparecieran registrados en Valledupar pero en realidad ya habían salido de la ciudad, cambiado a otros colegios, o simplemente registrados dos veces.

 

Rubén Romero Ramírez, coordinador de cobertura, aseguró que antes de que comenzara la auditoria del Ministerio en el mes de mayo, ya en Valledupar habían empezado la depuración con la ayuda de los rectores de los colegios. “Los rectores se apropiaron del proceso, fueron diligentes con los listados de las aulas, confrontamos lo que enviaron y revisando el Simat, logramos esa depuración, fue el éxito que tuvimos para que el Ministerio no encontrara alumnos por fuera del sistema”.

 

“No había fraude”

 

La Contraloría General de la Nación aseguró que el Estado pagó dos veces por 46 mil niños, en informe presentado en septiembre de 2012; desde entonces esta en frecuente solicitud de informes a las entidades territoriales.

 

Personal de la Oficina de Cobertura manifestaron que el hecho de que Valledupar en su momento presentara cerca dos mil 615 estudiantes registrados en el sistema pero fuera de las aulas, obedecía a fenómenos como la duplicidad.

 

“No retirar formalmente a un estudiante que se va para otra institución y tenerlo registrado aún en la escuela anterior, generaba el problema; los digitadores al tratar de solucionarlo le cambiaban una letra u otro detalle, esto generaba otro alumno nuevo”, dijo Romero Ramírez.

 

Doris Cecilia Sánchez, rectora de la Institución Educativa Casimiro Raúl Maestre, aseguró que el problema es de vieja data. Durante muchos años no se estuvo pendiente de los digitadores y otros funcionarios administrativos de las escuelas, para un control cerrado y esto generó la suspicacia de que había fraude en el manejo de los recursos.

 

“Nosotros tenemos que dar un reporte de matrícula en octubre o noviembre. Los rectores hacemos lo que ellos nos autorizan, lo que no tuvimos en cuenta era estar al tanto con el digitador en cada colegio para que este hiciera las depuraciones de las listas al iniciar el año siguiente, ahora hacemos seguimiento para identificar la realidad numérica de los niños en las aulas”, dijo.

 

En Valledupar hay 75 mil 881 niños matriculados en 44 colegios oficiales, incluyendo a los centros indígenas y para lograr evitar ser incluidos en una lista de colegios irregulares, tuvieron que hacer capacitaciones a los digitadores, coordinadores y operadores del Simat.

Cuatro meses duró la depuración inicial de los colegios de Valledupar para identificar la duplicidad, la deserción y otros fenómenos que generen faltas disciplinarias. Sin embargo, en algunos sectores rurales aún tardan hasta el primer trimestre en enviar informes de cuántos estudiantes están matriculados.