Los acontecimientos que suceden aquí, y la velocidad con que pasan, nos hacen un país exótico y muy caribeño, donde lo que hoy es, mañana no es, y viceversa. El galimatías propuesto, a pesar de lo enredado, nos define de cuerpo entero, pues ciertamente somos un país de leyes; empero, prevalece aquello que reza: “Hecha […]
Los acontecimientos que suceden aquí, y la velocidad con que pasan, nos hacen un país exótico y muy caribeño, donde lo que hoy es, mañana no es, y viceversa. El galimatías propuesto, a pesar de lo enredado, nos define de cuerpo entero, pues ciertamente somos un país de leyes; empero, prevalece aquello que reza: “Hecha la ley, hecha la trampa”. Tomemos como ejemplo la Ley Estatutaria 134 de 1994, allí se regula el tema de la participación ciudadana que en su artículo 6° establece, textualmente, lo siguiente: “La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos, dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o alcalde”. La norma es clara, en el sentido que solo aplica la revocatoria del mandato para gobernadores y alcaldes, no obstante, un ilustre senador, de cuyo nombre no quiero acordarme, propone la revocatoria del presidente Duque Márquez, hecho que no deja de sorprender viniendo de un congresista.
Pero ahí más, la Carta Política de Colombia expresa en su artículo 190 que el presidente de la República será elegido para un período de cuatro años. No obstante, en un acto de extrema adulación 25 congresistas proponen ampliar con efecto inmediato el período presidencial de Duque, lo que equivale a resucitar la reelección del presidente, desconociendo que el Acto Legislativo 02 de 2004 que aprobó la reelección del presidente fue modificado mediante Acto Legislativo 02 de 2015, eliminándose la posibilidad de la reelección presidencial.
Entonces, no sabemos lo que persiguen los honorables congresistas con propuestas abiertamente contrarias a la Constitución y a la ley. ¿Acaso lo que pretenden es desorientar a la opinión pública? Pues no creo que a estas alturas del partido los colombianos se dejen embaucar con este tipo de iniciativas, tampoco creo que funcione el argumento falso y capcioso del “castrochavismo”, que tuvo un duro revés en las pasadas elecciones de los EE.UU.
Creo que los difíciles momentos por los que atraviesa el país han hecho madurar a la gente, y cientos de personas que creyeron en los ríos de leche y miel, hoy están sumidos en la desesperanza, sin ayuda del Estado, y abandonados a su suerte. Muchos de los pequeños empresarios han tenido que cerrar sus negocios, los cuales consiguieron gracias a su tesón y esfuerzo, despidiendo a sus empleados, sin que nadie les ofrezca una salida.
Los índices de desempleo en Valledupar superan con mucho la media nacional, la pobreza extrema va en aumento y los que ayer tenían las tres comidas, hoy en el mejor de los casos les alcanza para dos. Ante esta patética realidad, los cuentos de terror y miedo de las campañas políticas no arrojarán los frutos esperados. Por último, causa mucha indignación que se grave con mayor impuesto a la clase media, cuando todos sabemos que buena parte de los dineros recaudados vía reforma tributaria se dilapidan en actos de corrupción.
Nota de cierre: Se aprobó en el Congreso la Ley contra el maltrato infantil que prohíbe el castigo físico y toda forma de crueldad contra los niños, las niñas y los adolescentes. ¡Excelente noticia! [email protected]
Los acontecimientos que suceden aquí, y la velocidad con que pasan, nos hacen un país exótico y muy caribeño, donde lo que hoy es, mañana no es, y viceversa. El galimatías propuesto, a pesar de lo enredado, nos define de cuerpo entero, pues ciertamente somos un país de leyes; empero, prevalece aquello que reza: “Hecha […]
Los acontecimientos que suceden aquí, y la velocidad con que pasan, nos hacen un país exótico y muy caribeño, donde lo que hoy es, mañana no es, y viceversa. El galimatías propuesto, a pesar de lo enredado, nos define de cuerpo entero, pues ciertamente somos un país de leyes; empero, prevalece aquello que reza: “Hecha la ley, hecha la trampa”. Tomemos como ejemplo la Ley Estatutaria 134 de 1994, allí se regula el tema de la participación ciudadana que en su artículo 6° establece, textualmente, lo siguiente: “La revocatoria del mandato es un derecho político, por medio del cual los ciudadanos, dan por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o alcalde”. La norma es clara, en el sentido que solo aplica la revocatoria del mandato para gobernadores y alcaldes, no obstante, un ilustre senador, de cuyo nombre no quiero acordarme, propone la revocatoria del presidente Duque Márquez, hecho que no deja de sorprender viniendo de un congresista.
Pero ahí más, la Carta Política de Colombia expresa en su artículo 190 que el presidente de la República será elegido para un período de cuatro años. No obstante, en un acto de extrema adulación 25 congresistas proponen ampliar con efecto inmediato el período presidencial de Duque, lo que equivale a resucitar la reelección del presidente, desconociendo que el Acto Legislativo 02 de 2004 que aprobó la reelección del presidente fue modificado mediante Acto Legislativo 02 de 2015, eliminándose la posibilidad de la reelección presidencial.
Entonces, no sabemos lo que persiguen los honorables congresistas con propuestas abiertamente contrarias a la Constitución y a la ley. ¿Acaso lo que pretenden es desorientar a la opinión pública? Pues no creo que a estas alturas del partido los colombianos se dejen embaucar con este tipo de iniciativas, tampoco creo que funcione el argumento falso y capcioso del “castrochavismo”, que tuvo un duro revés en las pasadas elecciones de los EE.UU.
Creo que los difíciles momentos por los que atraviesa el país han hecho madurar a la gente, y cientos de personas que creyeron en los ríos de leche y miel, hoy están sumidos en la desesperanza, sin ayuda del Estado, y abandonados a su suerte. Muchos de los pequeños empresarios han tenido que cerrar sus negocios, los cuales consiguieron gracias a su tesón y esfuerzo, despidiendo a sus empleados, sin que nadie les ofrezca una salida.
Los índices de desempleo en Valledupar superan con mucho la media nacional, la pobreza extrema va en aumento y los que ayer tenían las tres comidas, hoy en el mejor de los casos les alcanza para dos. Ante esta patética realidad, los cuentos de terror y miedo de las campañas políticas no arrojarán los frutos esperados. Por último, causa mucha indignación que se grave con mayor impuesto a la clase media, cuando todos sabemos que buena parte de los dineros recaudados vía reforma tributaria se dilapidan en actos de corrupción.
Nota de cierre: Se aprobó en el Congreso la Ley contra el maltrato infantil que prohíbe el castigo físico y toda forma de crueldad contra los niños, las niñas y los adolescentes. ¡Excelente noticia! [email protected]